En una parte del discurso del 27 de febrero de 2013, el Presidente Danilo Medina dijo “Como acertadamente sentenció el Presidente Barack Obama en su discurso inaugural el pasado 21 de enero, ‘cuando los tiempos cambian, nosotros también debemos cambiar.’ Y nadie, absolutamente nadie, puede negar que luego de la crisis financiera de 2008, los tiempos de hoy son muy diferentes a los de principios de la década.”

Consistente con la nota Sugerencias sobre la estrategia del sector eléctrico y el discurso del presidente Danilo Medina y el artículo Lo que nunca se ha hecho en el sector eléctrico, del 17 y del 24 de agosto del 2012, respectivamente, Obama cambió el rumbo para reducir a la mitad la energía que pierde en las edificaciones, impulsando empleos e innovación. Pero, Medina propuso en esta parte del discurso seguir aumentando la generación.

De acuerdo a Max Boisot, el creador del concepto del I-Space (espacio de información) en su artículo “Exploring the information space: a strategic perspective on infomation systems (explorando el espacio de información: una perspectiva estratégica sobre sistemas de información) hay dos corrientes científicas asociadas a la generación de conocimientos: la búsqueda desinteresada de la verdad y la interesada en la disposición de actuar. Con el antecedente de una actitud científica orientada a la acción, la columna “Liderazgo Sistémico” sigue principalmente la segunda corriente.

Pero veremos otro antecedente importante al que llegué siguiendo a Boisot. Puedo explicar a posteriori la existencia, el apego a la realidad y la necesidad de dicha columna, aprovechando la excelente articulación de los tiempos poderosos que vivimos, que divulga el “International Futures Forum” en su página Conceptual emergency. Una traducción libre de su segundo y último párrafo dice:

"Estos son tiempos poderosos, en el que el mundo que hemos creado ha superado nuestra capacidad de entenderlo. Estamos experimentando un cambio de etapa donde sistemas humanos complejos operan ahora dentro de otros sistemas complejos, a menudo con modos de pensar y prácticas desarrolladas en días más simples. Este es un mundo nuevo, que plantea interrogantes fundamentales acerca de nuestra competencia en las áreas clave de la gobernanza, la economía, la sostenibilidad y la conciencia. Luchamos como profesionales y en nuestras vidas privadas para satisfacer las demandas que se imponen a los modelos tradicionales de organización, comprensión y acción. Los anclajes de la identidad, la moral, la coherencia cultural y la estabilidad social están deshaciéndose y estamos desorientándonos. Esta es una emergencia conceptual."

Este es el antecedente. Aunque la anterior articulación la encontré hace unos días, tenía pleno conocimiento de la siguiente cita del libro del 2006 “Powerful Times” de Eamonn Kelly cuando decidí nombrar dicha columna.

"A medida que avanzamos hacia el futuro, no sólo vamos a ver la historia que se hizo -veremos también como se deshace. Hace quinientos años, Pandolfo Petrucci reconoció que la historia se aceleraba hacia una nueva complejidad insondable y lamentó que "los tiempos son más poderosos que nuestros cerebros." Hoy en día, en que el "orden natural" que ha evolucionado durante los últimos cinco siglos comienza a desmoronarse, los tiempos son más poderosos que nunca. Así que ¿deberíamos, como Petrucci, adoptar una estrategia reactiva de tomar las cosas como llegan, adaptándonos a medida que avanzamos, arreglando las cosas día a día? Estoy convencido de que no debemos. El riesgo es demasiado alto: nuestra época es demasiado compleja, sus retos demasiado significativos, sus promesas demasiado grandes, y su velocidad demasiado rápida para nosotros simplemente a reaccionar. Más bien, debemos amplificar el poder de nuestro cerebro, de manera individual y colectiva, a la altura de las nuevas circunstancias.”