La declaración realizada por el nuevo Alcalde del municipio de Santiago, al juramentarse en el corazón del Cibao marca el punto de partida de una nueva administración municipal, cuyo principal objetivo es gestionar el territorio en donde residen 618,693 habitantes (ONE 2010), correspondiente a un 6.55 % de la población nacional; situados en una superficie reducida de 431.08 Km², luego de la más reciente fragmentación, en la cual se sustrajeron 43.002 Km² los cuales pertenecen al nuevo municipio de Baitoa.
En su territorio transitan 23 Kms. del rio Yaque del Norte, cimentado como un elemento importante que define su área metropolitana, la cual está limitando su crecimiento al norte por la Cordillera Septentrional y al sur por la Cordillera Central. Este suelo urbanizado se localiza en la planicie del Valle del Cibao, junto a una superficie agrícola de 234.34 Km², correspondiente al 54% de su territorio municipal.
Al identificar que es “tiempo” la administración municipal se compromete en propiciar una nueva etapa para los munícipes Santiago y de esta manera poder contribuir en mejorar sus necesidades básicas al igual que impulsar iniciativas para la generación de nuevas oportunidades que fortalezcan el liderazgo regional de Santiago desde una perspectiva municipal.
A partir de este momento las nuevas autoridades identifican un objetivo fundamental para la sostenibilidad de cualquier administración municipal: “vivir en orden”, ya que el Ayuntamiento es la entidad política administrativa básica del Estado Dominicano llamada a gestionar los intereses propios de la colectividad local para garantizar el desarrollo sostenible de sus habitantes (Ley 176-07. Art.2). En tal sentido, el orden del territorio gestionado por esta entidad político-administrativa es el punto de partida para la implementación de políticas, planes, programas y proyectos orientados a mejorar el nivel de vida de sus habitantes.
Para estos fines se requiere la participación activa y coordinada de la institucionalidad del Ayuntamiento compuesta por sus dos órganos de gestión complementarios: el órgano normativo (el concejo municipal) y el órgano ejecutivo (ejercido por el Alcalde o Alcaldesa); articulando estos órganos con los responsables de las unidades desconcentradas a nivel municipal representados por los Directores y vocales de los Distritos Municipales, lo cual promoverá la participación institucional de los funcionarios elegidos por el voto popular y al mismo tiempo impulsara la conducción integral del territorio municipal en atención a los principios de planificación y concertación.
Esta institucionalidad local en coordinación con los actores nacionales y regionales es la responsable ordenar el municipio en cuanto a una serie de aspectos como el tránsito, el espacio público, el territorio, la gestión del suelo, las áreas verdes, sus parques, el saneamiento ambiental, las infraestructuras, el equipamiento urbano, el patrimonio histórico y cultural, los mercados, los cementerios, el alumbrado, la recolección y disposición final de residuos sólidos, el transporte público urbano y el desarrollo económico local, entre otras competencias municipales (Art. 19), para lo cual es fundamental identificar las potencialidades y limitaciones de cada territorio y así definir el uso de suelo idóneo para cada una de las actividades a realizar.
Finalmente, para vivir en orden se requiere la participación continua de los sectores representativos de la sociedad con especial atención en las comunidades y barrios representadas a través de sus juntas de vecinos; las cuales ejercen una función de seguimiento y fiscalización, al igual que hacen sus aportes para el bien de los territorios que representan y del municipio en su conjunto.
Una nueva oportunidad inicia para la municipalidad Dominicana, al igual que el municipio de Santiago el tiempo es clave para que las nuevas autoridades elegidas para el cuatrienio 2016-2020 asuman el reto de que sus habitantes puedan vivir en orden.