Aunque hay muchos que se resisten a creerlo, las estadísticas mundiales de crecimiento y desarrollo económico, influencia política y cultural, hablan tan fuerte que habría que ser un mezquino, uno que no puede ver y quizás no tiene la capacidad para entender que en el horizonte oriental lo que se avizora es el levante y no el poniente, para no admitir que es tiempo de Asia. Ninguna región del planeta, se ha transformado, ha avanzado tanto en todos los sentidos en los últimos 60 años y ninguna tiene mejores perspectivas para los próximos 50 años, como Asia.

De los 47 Estados soberanos, que de acuerdo a la ONU pertenecen a Asia, sólo 10 eran independientes, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial y sólo 8 fueron miembros fundadores de la ONU, tomando en cuenta que Filipinas e India fueron países fundadores aunque todavía eran colonias de EEUU y Reino Unido respectivamente. La gran mayoría de los países asiáticos eran colonias de las llamadas potencias occidentales, sobre todo del Reino Unido, EEUU, Francia y los Países Bajos. Otros eran parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Muchos destruidos por la guerra, casi todos tenían economías deprimidas, con más problemas que soluciones. No se podía hablar de Asia como un continente que luchaba por su propio destino, sino como una región dominada, vilipendiada, saqueada por las potencias occidentales, un verdadero gigante maniatado que había perdido hasta el orgullo.

Hoy, 6 décadas después la situación es muy diferente. Ya todos son Estados independientes, algunos rezagados y con graves problemas económicos, políticos y sociales, pero la gran mayoría, en franco ascenso. Es, sin lugar a dudas y de acuerdo a las principales estadísticas, la región que más crece, la de mayores perspectivas futuras.

Todos son miembros de la ONU, dos de ellos, Rusia y China, son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y en estos momentos, dos más, India y Líbanos son miembros no permanentes. 8 son miembros del G-20, Rusia, Japón, Corea del Sur, China, India, Indonesia, Arabia Saudita y Turquía, o sea, un 40%, para ser la región más representada en ese organismo que reúne a las economías industrializadas y en desarrollo más relevantes para debatir los principales asuntos de la economía mundial. 3, Rusia, India y China son miembros del Grupo BRIC, considerados entre las principales y más prometedoras economías del mundo para los próximos 50 años.

De las primeras 5 economías medidas de acuerdo al PIB en Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), 3 son asiáticas, China que es la segunda, Japón la tercera e India la cuarta, por encima de los tradicionales dueños de esos espacios, a saber, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. En la lista de los primeros 10 países por población, 7 son asiáticos. 4 de los primeros 10 en territorio, son de esta región. Incluso, y aunque muchos no lo crean, 6 de los primeros 11 en gastos militares, son de Asia, con China como segundo. Singapur está entre los primeros en competitividad e innovación. Entre 2010 y 2020, el mayor PIB, el mayor consumo y la mayor inversión del planeta será en esta región, además la mayor clase media consumidora del mundo.

Si seguimos buscando estadísticas nos vamos a encontrar que Asia está en los primeros lugares en muchos renglones, por ejemplo en fabricación de vehículos, con China, Japón y Corea, supera con creces a EEUU y Europa, igual en consumo. Además, un dato final, mientras en EEUU y Europa existe crisis financiera y adolecen de altas deudas, los países asiáticos tienen casi el 80% de todas las reservas internacionales en dólares americanos. Pero lo más importante es que lo han logrado en el último medio siglo, mientras en América Latina y de manera especial en la República Dominicana nos seguimos quejando, pensando y actuando como liliputienses, en vez de pensar y actuar en grande.

EEUU y Europa son y seguirán siendo importantes para el planeta en muchos aspectos, todavía encabezan la lista en producción de conocimientos, líderes en grandes marcas en el mercado mundial, tienen la mayor presencia global, el inglés sigue siendo el idioma de los negocios, el segundo idioma en muchos países del mundo, incluyendo asiáticos. No obstante todo esto, creo que definitivamente, es tiempo de un mundo multipolar, con varios centros de gravedad, que será más justo y equitativo en la distribución del poder global, es tiempo del ascenso de Asia, lo que contribuirá con ese necesario equilibrio global, del cual, estoy seguro saldrá beneficiada la humanidad.

No en vano he venido proponiendo e insisto en que debemos estudiar la región, que debemos acercarnos a la región, que las universidades deben agregar a sus programas de estudios internacionales el tema asiático y más, deben crear centros de estudios asiáticos, que en nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, el Departamento de Asuntos Asiáticos debe jugar un papel más activo, con especialistas por países y subregiones, así como especialistas por temas y foros.

Se inaugura una nueva era, en la que Asia jugará un papel de primer orden, desconocerlo, es quedarse en la gatera. ¿Queremos o no queremos participar en la carrera? Comencemos por reconocer la importancia de Asia.