Con la pandemia que ha desatado el COVID-19 desde principios del año 2020 y que muchas micro y pequeñas empresas cerraron sus puertas y otras se vieron al borde la quiebra.
Indudablemente la pandemia a fuerza de golpe ha hecho cambiar las formas de hacer las cosas, en todas las actividades sobre todo de salud, educación (que forzosamente ha profundizado el uso de la virtualidad) la producción, los servicios y los negocios.
La coyuntura actual que ha generado la pandemia ha puesto en jaque a los dueños de empresas tanto grandes como pequeñas, los cuales en porcentaje significativo son lo que se denomina en la virtualidad emigrantes digitales, que contrasta sus habilidades para el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación (TICS), con los denominados nativos digitales (que nacieron con la era digital sea a principios de los años 80) o más aun con los denominados milenium (Los nacidos desde principios de los años 2000).
Todos estos procesos de cambios chocan de forma frontal con la forma como se habían venido manejando los negocios, hasta principios del año 2020, donde primaba y aun prima el manejo manual de los procesos de compra y venta de las empresas. Sobre todo, en lo que se refiere a las ventas muchas empresas comerciales le fue difícil sobrevivir usando el método tradicional, otras han sobrevivido porque han comenzado a utilizar el teléfono y delivery y el espacio virtual para llegar a sus clientes. Es que se anunciaba desde hace años que las empresas iban a tener que adaptarse a nuevas formas de hacer negocios a partir de los cambios que se producen continuamente en los gustos y preferencias de los consumidores y sobre todo la forma, buscando acomodarse, que hacen sus pedidos de bienes de consumo y de uso.
Utilizando los nuevos medios que proporcionan las TICS, las empresas pueden llegar a una potencial clientela cada vez mayor y a un costo menor, en términos de publicidad y costos operativos.
Un gran obstáculo para que las empresas usen de manera mas intensiva las TICS, es la resistencia al cambio, que en ocasiones los pequeños empresarios buscan justificarlo en términos del costo de las nuevas tecnologías y de la falta de dominio sobre estas; pero no se dan cuenta que el costo de operar de forma manual le genera un costo mayor que utilizando los sistemas automatizados y virtuales, además le puede aumentar los niveles de rentabilidad porque le permite manejar la información de venta y financiera de la empresa de forma más precisa, aproximándola a la meta virtuosa del justo a tiempo.
Mueve a preocupación, por ejemplo, que en ocasiones tratando de encontrar la dirección, teléfono y otras informaciones sobre todo de pequeñas empresas, es difícil ubicarlas en los buscadores en internet y aunque aparece dirección (virtual y física) y teléfono aun así es difícil localizarlas. Esta situación se debe a que sus dueños o administradores no se empeñan en que las personas que buscan sus servicios puedan encontrar información actualidad de las mismas; peor aun sucede con pequeñas empresas, sobre todo el interior del país, que ni siquiera se pueden ubicar por vía de las redes de internet.
Ante la situación antes descrita, es necesario que los empresarios pongan a prueba su espíritu emprendedor, incorporándose en la ola del uso de las TICS; pero esto requiere del apoyo de instituciones rectoras del Estado como el caso del INDOTEL, Ministerio de Industria, comercio y Pymes, INFOTEP, que orienten y capaciten a los pequeños empresarios en términos de la importancia y beneficios de las nuevas tecnologías. De esa manera los pequeños empresarios podrían dar el salto a la modernidad, como única forma de sobrevivencia.