Vayan estas breves líneas para, a mi nombre y al de mis conciudadanos francomacorisanos, agradecer las estimulantes palabras que en su artículo de ayer y en otro de hace algunos meses, expresara el periodista Ramón Colombo en elogio de la dilatada tradición de lucha de nuestra ciudad a favor de los más dignos intereses de nuestra nación.
Señor Colombo, queremos testimoniarle que sus palabras nos comprometen con la innegociable decisión de no dejar decaer el espíritu de combate en pro de hacer prevalecer los principios por los que muchos auténticos dominicanos ofrendaron sus vidas. En estos momentos de tan agudos quebrantos morales e institucionales que vive el país, San Francisco de Macorís no se doblegará, nuestra ciudad sabrá crecerse como en otros aciagos momentos de nuestro acontecer histórico.
Y lo dejo hasta aquí, amigo Colombo, porque no tengo, como usted, la especialidad de decir mucho con tan pocas palabras. Solo deseo reiterarle nuestra gratitud y firme compromiso con que sus palabras no caigan en el vacío.