Es muy simple. Pero antes de entrar en harina debo decir que he visitado todas las ferias del libro conocida como FIL. Casi nunca compro, pues los libros que necesito ya los tengo y no soy muy dado a leer ficción, además hoy puedo conseguirlos por internet.Pero siempre me ataca el gusto por la lectura. Y eso es un punto a favor de esas ferias.
Nos obstante lo que es promoción de la lectura en sí, es un asunto no explicitado en esos eventos.
Se me ocurre que el nombre que explicitaría la intención de promover la lectura sería así: FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO Y LA LECTURA.Aunque prefiero el concepto de bienal.
Y no tiene que hacerse todos los años, sino que sea bienal. Esto supondría realizar un solo evento inmenso en un año y al siguiente varios en las cabeceras de provincias como fomento hacia la próxima BIENAL DEL LIBRO Y LA LECTURA. Las FIL agotaron su modelo y ahora es necesario una nueva visión y arreglar el país cultural que no lee ni le importa (porque tampoco le importa al gobierno).
Supondría dedicar esfuerzos a la producción de conocimiento, de crear nuevas obras, de afinar el quehacer cultural alrededor del libro y la lectura.
Testimonio que como me he convertido en un animal de producción de contenidos, tengo que leer y releer todo lo que me pase por la vista o procure como al aire. Leo un promedio de cinco mil palabras diariamente y escribo al menos una escena o una secuencia completa. Analizo críticas y ensayos de cine. Todo eso diariamente. Sin esperar motivaciones externas.
A pesar de todo eso tengo problemas de lectura, de leer rápido, o de encontrar con quien discutir lecturas. Y en las ferias no encuentro motivaciones mayores o direccionadas por ejemplo a leer autores dominicanos, o iniciarme en la lectura de poesía, o ensayos más allá de mis limitados intereses.
Continuar las FIL ya no es nada interesante para nadie que no sea quienes viven del negocio, y para quienes leer (lo que sea) no es habito.
El país debe dejar la chercha como habito y coger cabeza con la cultura de leer.
Despertar el gusto por la lectura es tarea titánica y deben hacerla individuos creativos, con alto sentido de lo que debemos hacer para transformar a este país.