Algunos de mis amigos saben que, hasta hace poco yo vivía en un edificio de Vivienda Pública, propiedad del Housing and Urban Development, el edificio "Dante Fascell" en el 2929 de la 18 th Ave. del N W de Miami, 33142.
Bueno, todavía allí vivo. Pero hay en mi vida cambios que quiero dar a conocer a mis amigos.
Según parece, o según creo, pues no tengo quizás la correcta información, el edificio y los viejos que aquí vivimos han pasado a ser propiedad de una empresa privada, la empresa Related Urban, que funcionan en común acuerdo con el Housing and Urban Development (HUD) y el Condado Dade de Miami.
Yo no sé hasta donde la protección oficial que teníamos los viejos en el H.U.D, ha cambiado con la nueva administración. Al parecer no mucho, dado que la renta que pagamos sigue siendo la misma (el 30% de nuestros "beneficios").
El edificio ha sido remodelado. Todo Nuevo pero no todo mejor. Hay un aparato de aire acondicionado, tan moderno, que algunos viejos no lo tocan. Unos lo han dejado trabajando todo el tiempo (parece bastante económico). Otros no lo usan. El invierno de este año en Miami casi no se ha notado. Así que yo no he necesitado hacer el cursillo para aprender a manipular la calefacción del novísimo aparato.
A Dios gracias.
Otra cosa es el cuarto de baño. Se han llevado la bañera (que yo usaba para guardar un poco de agua cuando anunciaban algún provisional corte del líquido), que siempre da carácter al cuarto de baño. También cuando anunciaban algún huracán cercano. Ahora hay un pisito al que se puede acceder en silla de rueda. Hay también una sillita para que se siente el viejito si anda en silla de ruedas.
Todo muy bonito y mas estrecho. Pues han metido para el lavamanos un gran mueble que antes no había. Bello también.
Bueno, mi amiga Elena se queja de todas estas y de muchas otras cosas. Yo no. Pero coincidimos en que el piso tiene sus ventajas pero también tiene muchos problemas. Las nuevas lozas, muy bonitas, color madera, son adoquines de cemento, con sus ranuras entre uno y otro adoquín.
Pero estos son detalles. El edificio ha sido renovado y pintado y mejor iluminado que antes(en la parada del bus, frente al edificio, he oído los comentarios favorables de la gente que pasa). Y tenemos un sistema "de seguridad" que nos ven y nos retratan en cualquier ángulo del edificio. Será muy útil cuando se pierda un viejo, para ayudar en su identificación.
Mi grave situación es la siguiente: La Administracion cree que yo soy como una camarera del hotel, que tengo que tener reluciente la habitación. Y se queja… y amenaza. Pero yo solamente soy un viejo que vive aquí. Que gracias a Dios, sale y entra y ve la TV. y va a la computadora. Y que tiene muchísimos libros. Que cocina su comida (me botaron del comedor de viejos de enfrente porque no iba todos los días). Y, ocurre que también soy un viejo saludable, a pesar de
mis 88 años. Y no me mandan alguien de ayuda, porque no tengo alguna de las dolencias necesarias para esas ayudas. A Dios Gracias. Muchas gracias a Dios. Y un poquitico también a mi por mi coraje y disciplina. Esto es como una espada de dos filos. Como estoy saludable consideran que no necesito ninguna ayuda.
Hace un rato la administradora, Tere Rojas, ha estado aquí y, tras un breve examen, me ha dicho con una cara muy seria, pero muy seria, que no, que no puede ser.
No puede ser que a mi edad me sienta tan joven ni que tenga tanto desorden de libros en el cuarto. “Esto parece una biblioteca de barrio”, ha sido su evaluación oficial.
Como verán, no todo lo que brilla es oro. Esta es nuestra situación.
Estoy temblando de miedo.