Tal como era de suponer y esperar y ha sido labor tenaz que ha venido llevando a cabo desde que se dejaron escuchar los primeros vagidos de la campaña anti-inmigratoria del gobierno norteamericano, Adriano Espaillat, primer y único dominicano de origen que ha logrado ocupar un escaño en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, ha venido desplegando una tenaz labor de orientación y defensa sobre todo a favor de nuestra comunidad asentada en su mayor parte en la ciudad de Nueva York, que es precisamente su base política.
La información que llega desde la Gran Manzana da cuenta de que Espaillat y su equipo de colaboradores han estado entregando folletos informativos a los inmigrantes residentes en el Alto Manhattan, donde consignan los derechos legales que les asisten en caso de verse acosados por las autoridades migratorias y el comportamiento que deben asumir, siempre dentro del marco de la ley, para hacer valer los mismos.
Entre dichas medidas defensivas cuenta el hecho de que en caso de que agentes de Migración o de la Policía se le acerquen a una persona, esta no está obligado a decir su nombre pudiendo permanecer callada. También si llegan a su domicilio no tienen por qué dejarlos entrar, exigiendo le muestren una orden de allanamiento firmada por un juez, ya sea a través de una ventana o deslizándola por debajo de la puerta.
En caso de que las autoridades penetren en su casa sin orden válida, pedirles sus nombres y números de identificación y permanecer callados hasta ver a un abogado. De ser detenidos es el mismo derecho a guardar silencio y negarse a firmar cualquier documento sin la presencia y asesoramiento de un abogado.
Espaillat ha venido brindando asistencia y apoyo así como orientando a la comunidad dominicana, especialmente en la zona de Washington Heighs, donde residen miles de compatriotas que se encuentra en condición de ilegales los cuales pudieran verse afectados por las normas restrictivas que está poniendo en práctica el gobierno estadounidense con riesgo de deportación.
Hasta ahora, según informa el propio Espaillat, solo ha habido 2 intentos de arresto contra dominicanos que no han podido cumplirse porque los agentes carecían de una orden oficial firmada por un juez federal.
Es de saludar y resaltar este valioso trabajo que está llevando el legislador dominicano en defensa de nuestra comunidad asentada específicamente en Nueva York, donde se concentra la mayor parte de nuestros compatriotas aunque no es la única ya que hay importantes núcleos asentados en Boston, Miami y otros lugares de los Estados Unidos.
Pero es hora también de no dejarlo solo en esta importante cruzada en la que nuestras autoridades tienen que decir presentes sin pérdida de tiempo y prestarle su mayor colaboración. Las razones son múltiples, del más alto interés y sobradamente conocidas. Imperdonable no hacerlo así.