Es una verdad irrebatible el hecho de que en estos tiempos vivimos una era de cambios dramáticos en todos los órdenes de nuestras vidas. A tal punto, que el comportamiento de la gente en términos de estilos de vida y de consumo se ha convertido en un ejercicio transversal, trascendiendo fronteras, culturas y hábitos que en otras épocas definían a una determinada población de uno a otro país en el mundo.

En ese contexto vemos que los patrones de consumo de los dominicanos en los últimos tiempos se asemejan a los de consumidores en países tan disimiles como Inglaterra y los Estados Unidos, en donde estudios hechos por Mintel una firma Inglesa analista de tendencias globales, señalan que la crisis económica ha creado una nueva forma de vida en el 2011, cambiando patrones de comportamiento y de adaptabilidad en el consumo.

Como efecto de la crisis Mintel ha previsto nueve tendencias clave de consumo a nivel global. Entre otras señala, que un renovado énfasis en la prevención lleva al consumidor a pensar de manera defensiva. 43% de ingleses lo tienen como prioridad. Un incremento de 15% sobre el año pasado. En los Estados Unidos una tercera parte de estos dicen usar el debito en lugar del crédito y este tipo de transacciones aumentan a cerca de un 60% entre el 2000 y el 2010. Este comportamiento crea la necesidad de que las marcas demuestren como el producto o servicio puede proveer beneficios de largo alcance o evitar problemas en el futuro.

Las tendencias indican un renacer en la venta al detalle. En el Reino Unido 47% de consumidores están comprando solo ropa en oferta, y/o promoción y 35% dice que su preferencia por una tienda está determinada por ofertas especiales o con descuentos, similar a lo que sucede en los Estados Unidos. Las marcas deberán ser más creativas para atraer a los consumidores a sus tiendas, ofreciendo más que una simple venta y convirtiéndose en un lugar de encuentro. Sus servicios deben ser extendidos a consejos y demostraciones, al tiempo en que la exclusividad y el buen ambiente sean aspectos primordiales para involucrar al consumidor con experiencias de compra de vida real, no virtual.

Otra tendencia sobresaliente es la de las mujeres que vienen ganando y aprendiendo más que los hombres, creando nuevos roles de género en los negocios y el consumo. La edad ya no es un determinante fácil de diferenciación. Las oportunidades están en que las marcas se enfoquen menos en el año de nacimiento de la consumidora, y más en el estadio de vida en que se encuentra en la actualidad. En el 2008 el 27% de los hombres encuestados reportaron ser los únicos que limpiaban en sus hogares y en el 2010 esa cifra subió al 32%.

Por otro lado, en el grupo menor de 35 años, mas mujeres que hombres buscan productos financieros en línea lo que indica que en el 2011 se perfila una contra tendencia a la "metro- sexualidad" masculina con la "masculinización" de las mujeres. Esto implica que la forma en que las marcas abordan a las mujeres ha sufrido un gran cambio, especialmente en sectores como el automovilístico y el deportivo.