Con facebook tengo una relación de amor y odio. Es como un matrimonio obligado para mí.
Le encuentro muchas cosas buenas, como la inmediatez y agilidad en la transmisión de mensajes y noticias, pero no me gusta, y me asusta, o me preocupa, su frivolidad.
Escribo estas líneas de madrugada, minutos después de haber sentido, y temido, el temblor de tierra con el que muchos dominicanos se han despertado en esta mañana del jueves, 5 de enero. Por si tengo que salir "juyendo", estoy con la puerta abierta y recuerdo que apenas falta una semana para que se cumpla el segundo aniversario del terremoto que desoló nuestro vecino país de Haití.
De las cosas que no me gustan de las redes sociales es que superficializan, banalizan y frivolizan las relaciones interpersonales. No es posible tener tantos amigos en la vida real. La amistad es otra cosa. Por facebook, twiter o twenty la relación es vanal y no puede entrar en profundidades y el riesgo que se corre es que los usuarios se familiaricen de tal modo con esta forma de entender la amistad que pueden quedar, a mi modo de ver, severamente afectados para tener relaciones interpersonales verdaderamente sólidas y profundas.
Pero, como decía, de bueno le hallo la agilidad y facilidad con que se transmiten las noticias y se comparten las inquietudes. Lo ocurrido con el reciente temblor de tierra en la madrugada de este jueves, 5 de enero, me ha permitido ver este lado positivo de facebook.
Antes que ningún medio de comunicación las redes sociales ya daban informaciones, más o menos precisas, aunque también erradas, sobre el temblor de 5,3 grados en la escala de Richter del pasado jueves a las 5,45 de la madrugada. Una de mis amigas "feisbukeras" colocó informaciones tomadas de google que correspondían a otro temblor ocurrido años atrás,
Para cuando acento.com, por ejemplo, colocó una señal marcada como "último minuto" sobre las seis y media de la mañana, por facebook estaban entrando a borbotones, casi a empujones, noticias y reportes sobre el fenómeno que nos dio a todos un desagradable despertar.
Ya las redes decían con precisión que el epicentro se había localizado en la zona entre Baní y San José de Ocoa. Otros informaban que a las 6,32 de la mañana "algunas rocas de las montañas que quedan a los laterales de la carretera de Azua se despeñaron y están en las calles pero todo tranquilo".
Si bien las primeras informaciones han llegado desde las redes, también hay que decir que desde ellas se dieron las primeras alarmas innecesarias como los que anunciaban que el país estaba en alerta de tsunami. Por fortuna, un especialista en la materia, el ingeniero sismólogo, Osiris de León, ofreció también por facebook, una tranquilizadora explicación. Dijo que no procedía "la alerta de tsunami, ya que el epicentro fue en la bahía de Ocoa y no en el mar. Además la intensidad de 5.2 es muy baja para que haya tsumani. NO ALARMARSE". Y pedía que se divulgara esta explicación.
Como no es de extrañar, lo ocurrido despertó en muchos el sentimiento religioso, tal vez un poco olvidado en la vida de cada día y giraron hacia Dios sus miradas pidiendo auxilio y protección. Uno escribía: "aunque pase por valles tenebrosos ningún mal temeré, Señor. Somos el pueblo que te ama, cuídanos y que se haga tu voluntad". La impotencia y nula capacidad humana para responder con garantías a estas situaciones llevó a muchos poner en el Todopoderoso su confianza. Alguien de mi listado de amigos en facebook escribió: "Dios escuche nuestras súplicas y nos libre de este mal tan aterrador".
Y no faltaron los que se lo tomaron con calma y hasta como ocasión para hacer chercha. "Weiiis cojan pa' mi barrio q estamos asiendo un jengibre con galleticas.!!! Jejeje actv……!" "Jueguen al 530 o 53; yo no juego, pero están buenas las combinaciones" leí en el muro de otra amiga.
Y no faltaron lo que, con alto sentido cívico, se dieron prisa en buscar informaciones y consejos para enseñar a la gente a enfrentar fenómenos de este tipo; algo por demás útil teniendo en cuenta que a menudo los se repiten a veces durante días aunque con intensidad más baja.
Hoy, tengo que agradecer a facebook su lado bueno. Creo que, con el movimiento telúrico de hoy, facebook ha alcanzado para mí la escala de 5,3 grados.