De manera escueta voy a exponer mi consideración sobre la llamada televisión cultural, que considero más un decir que un concepto.

“La televisión cultural es un decir”, fue mi respuesta a una pregunta que cierta vez me hicieron. Quiero exponer mi argumento.

Primero

Considero la tv como un electrodoméstico de lujo, una radio con ilustraciones. Ventajosa para personas que no disponen de medios económicos para su ocio, que brinda la posibilidad de ver películas, telenovelas, noticias, deportes y otro tipo de programas hechos para ese medio. Se puede agregar que en el plano nacional la radio tiene mayor influencia que la tv.

Segundo.

La tv no es arte. Su único valor artístico trasciende cuando exhibe cine (ficción o documental), y en algunos casos telenovelas y series, así como películas con un tratamiento narrativo exclusivo para ese medio. Quien sepa del valor del valor infinito del cine exhibido en una sala de cine, lo entenderá.

Tercero

Como valor utilitario solo es democrático en la medida en que la comunidad la use para mostrar o divulgar sus intereses. Damos como ejemplo los canales de tv comunitarios.

Pues bien, hoy no es determinante quién tenga el poder sobre ella, en el sentido de quién sea el propietario o de quién otorgue licencia. Hoy por hoy, el avance de la tecnología asociada a la tv es más que halagadora debido a la posibilidad de grabar programas y de reproducirlos. Del mismo modo, mucha gente pasa más tiempo en Internet.

Hoy no es un negocio la llamada televisión comercial, principalmente porque los únicos públicos apetecibles –que son los pobres- prefieren películas pirateadas.

La tv transita hacia posiciones nunca antes vistas y por la masificación y posibilidades de acceso a cientos de canales internacionales pronto desaparecerá lo que se llama “televisión dominicana”, principalmente por su insignificante contenido e influencia social y política, pero también por la nueva era de la televisión, la digital, inaccesible para la mayoría de propietarios de concesiones de explotación de tv.

Por eso repito: la televisión cultural es un decir.