Con toda la incertidumbre de la posible suspensión  de la deuda norteamericana y la maleta de malos augurios para la economía mundial como reseñan los medios  durante toda la semana,  preferí abundar sobre algo un poco más refrescante como lo es  el sector de la  tecnología.

Ese sector  ha sido el  que más ha crecido en términos porcentuales en las últimas tres décadas, muy por encima del sector salud, energético y  financiero  con todo y el desinfle de la burbuja del “dotcom” en el año 2000.

Las principales compañías tecnológicas de los Estados Unidos como  muchas de Europa y Asia son cotizadas en el piso financiero del NASDAQ,  fundado en el 1971 y que hasta hoy en día ha sido la bolsa de valores vanguardia en la especulación electrónica,  superando ampliamente al New York Stock Exchange.

El mejor método para seguir el comportamiento del sector tecnológico es del NDX 100 que incluye las 100 empresas  más importantes del NASDAQ, de las cuales alrededor del 60 por ciento  son del sector tecnológico.

Este índice ha crecido en términos porcentuales mucho más que el  de las principales 500 empresas  norteamericana (sp500)  y el  Dow Jones, pues sucede que  desde en el año 1985 a la fecha solamente  eso sucedió a la inversa en el 2003.

De las 10 compañías con más mercado de capitalización en los Estados Unidos, 4 de estas son de tecnología: Microsoft, IBM, Apple y Google y de las mismas 3  cotizan en el NASDAQ

¿A qué se debo esto? Sencillamente  a  que muy a pesar de que el  gobierno norteamericano montó la zapata para el desarrollo del sector a principios de los años  60 bajo la guerra fría  y desreguló la misma a mediados de los 80, es de manera irónica uno de los sectores menos regulados con presencia mínima de sindicatos y de donde los gobiernos han mantenido sus manos alejadas.

Actualmente, no obstante a la grave  crisis económica, insisto en que  todavía mantenemos, el único sector que ha aportado trabajo neto, agregando más que los que ha suspendido o despedidos,  incluyendo el área de informática, software, programación,  redes y otros; pero además es el que  se espera que más se desarrolle  en los próximos 10 años.

Esto se puede observar  en que de las 10 compañías con más mercado de capitalización en los Estados Unidos, 4 de estas son de tecnología: Microsoft, IBM, Apple y Google y de las mismas 3  cotizan en el NASDAQ.

Y es que el área “tech” es un paralelismo de lo que debe ser un sistema capitalista la innovación nunca se detiene y que por el contrario, constantemente se mantiene creando,  buscando la manera de cómo hacer las cosas de forma tal que resulten  más efectivas tanto en su  funcionamiento como en su costo y donde la   competitividad  juegue un papel de  primer orden.

Es importante observar que en estos momentos cualquier compañía con un sentido de innovación y entendimiento de la necesidad del consumidor puede, literalmente,  arropar a cualquier otra sin importar que esté establecida, ni  su  poder económico, como tampoco su experiencia en el mercado.

El mejor ejemplo de esto lo vemos en Google y  Facebook  que han tomado el protagonismo de las multinacionales Microsoft,  HP  y otras. Pero además,  esto lo vivimos en los años 90 cuando  Microsoft  superó  al gigante  IBM. ¿Por qué? Simplemente se debe  a que  el sector tecnológico,  como debe de ser en todo,   no descansa sobre la base de un sistema que sea invariable, sino que es todo lo contrario. Viéndolo desde una óptica real se podría afirmar que en estos momentos, aunque es algo coyuntural,  la compañía Apple tiene  más liquidez disponible que los Estados Unidos de América.

Lo anterior revela de manera clara que el sentido proteccionista en esta industria es esencialmente  nulo, particularmente  en el mundo occidental.

Un dato interesante que también nos conduce aún más a comprender la competencia en el campo de la tecnología lo tenemos en la compañía canadiense BlackBerry que poco a poco tuvo un dominio absoluto de lo que llamamos “Smartphone”,  sobre todo  en el área corporativa  hasta el punto de que el gobierno norteamericano  lo adopto como su teléfono estándar para la comunicación de sus funcionarios.

BlackBerry  sacó del mercado a su competidora  Palm (norteamericana) que fue la precursora en  esta clase  de tecnología;  pero hoy también vemos cómo con el tiempo Apple con su IPhone y Google con el teléfono Droid colocan a la  misma compañía canadiense en un segundo plano. Simplemente porque han ejecutado mucho mejor en la carrera de la innovación.

Recuerdo en el libro La Era Digital  escrito por Bill Gates donde este expone que la base de una compañía es entender lo que el consumidor desea y  mantenerse permanentemente dispuesta a la innovación y el cambio. El creador de Windows  exponía que a principios Sony fue simplemente una compañía de lavadoras  y el gigante de videojuegos Nintendo era una empresa de hacer juegos de barajas de mesa.

Asimismo,  podemos transportarnos al caso de las librerías, primero con el auge de las tiendas virtuales tales como Amazon y luego con el surgimiento de los Ebooks. Aquí  nos encontramos en  medio de una transición digital donde la empresa que no asuma o entienda su rol simplemente fracasará como ya lo han hecho muchas, siendo emplazadas por otras con una mejor visión.

Es así como este sector ha sido uno de los principales catalizadores de la globalización  creando empleos,  pero sobre todo un legado inmenso que  quedará  por muchas generaciones por venir, el flujo de información.

Las búsquedas en Google en el 2007 eran de 2 billones por mes y ahora sobrepasan  los 10 billones por mes. Pero más sorprendente es aún el contenido del periódico The New York Times que  en una semana sobrepasa la información que cualquier persona pudo obtener a lo largo de su vida durante el siglo XVIII.

La tecnología  a  la vez es el principal instrumento para salir de la pobreza, con un acceso infinito a la información.

Todo esto podemos sintetizarlo  en  una formula muy simple: competitividad, poca intromisión estatal  e  incentivo a la innovación.

Englewood, N.J.,

29 de julio, 2011.