Se hace cada vez más urgente que, en países como el nuestro, los sectores empresariales, sociales, religiosos y el Gobierno afiancen el apoyo a los docentes con el uso de Tecnología Educativa en todas sus dimensiones en procura de que a través de ellos se acelere el curso de transformación que gozan otros países de Iberoamérica como es el caso de España, Chile, Argentina y México.

Dichos países, para las décadas 1980 y 1990 tuvieron que introducir cambios a sus diseños instruccionales convencionales, principalmente, para persuadir a los adultos a regresar a las aulas para su formación y construcción de nuevos conocimientos.  Los líderes de educación se ajustaron a la realidad de la sociedad de entonces. Por supuesto, es una sociedad como la dominicana que es laboriosa. Trabaja entre 12 y 15 horas diarias.  Cualquier persona tiene más de dos trabajos; y por eso, en ocasiones, no tiene tiempo para asistir presencialmente a la escuela.

En ese sentido, la imagen de este tipo de radiografía social revela que pocos adultos tienen tiempo para sentarse 5 o 6 horas todos los días en la semana a cumplir un horario de clases para aprender una disciplina.  En cambio, los programas diseñados alrededor de las variables presentadas anteriormente flexibilizan el esquema rígido de enseñanza presencial hacia el método aprendizaje a distancia a los fines de desarrollar sus competencias.

Según Cabero (2006) Tecnología Educativa es como una disciplina integradora que está evolucionando y consolidándose paso a paso y al ritmo esperado conforme al entorno y el contexto de la necesidad.  Por eso, y como dice Guedez (1982) la orientación que debe primar en el liderazgo educacional es, proponer nuevos espacios de realidad ampliada para afrontar los problemas del trabajo o pedagogía colaborativa.  En ese sentido, todo ha sido –trascendentalmente- bien enfocado.  Por ejemplo, para Skinner (2003) “el análisis experimental del comportamiento [del estudiante] produce más tecnología de aprendizaje inmersivo¨.  Es decir, en la media que el estudiante entra en su propio mundo y, a su vez, descubre su propia realidad la que va construyendo e hilvanando de la mejor forma que pueda abordar una situación equis y que le permita llegar a un punto de equilibrio o de niveles satisfactorios. Esto quiere decir, que posibilita deducir material instruccional, ideas y ejercicios”. De esa manera, la utilización de los procesos de capacitación y entrenamiento está aumentando cada día por necesidad de interacción.

Por eso, la estimulación virtual es el camino viable para adquirir ese conocimiento requerido y solo a través del uso de los recursos disponibles de tecnología educativa se puede llegar a obtenerlo.