(Apuntes para un Manual de Sociología Barata)

Los procesos de movilidad social en la República Dominicana manifiestan una dicotomía entre riqueza material Vs. hábitos y valores. El ascenso vertical de la riqueza no ha ido al ritmo de la movilidad horizontal respecto a los hábitos y valores. Esa dicotomía ha construido un país de personas con mucho dinero pero pobre en sus hábitos y valores.

En las últimas tres décadas este fenómeno conformó una clase social significativa de “nuevos ricos”, que obtuvieron fortunas por medio de la política, el deporte, el narcotráfico,  la música popular y otras capas profesionales afines al ejercicio del derecho y la medicina. 

A éste gran eslabón entre riqueza material Vs. cambios de Valores y hábitos hay que agregar otros factores históricos:

  • La conformación de una “burguesía” tradicional que escasamente produjo agentes culturales y políticos insertados en la toma de decisiones gubernamentales.
  • Esa sospechosa “burguesía” tradicional nunca fue ni ha sido “clase gobernante.”
  • El diseño del Estado Dominicano quedó a merced de caudillos, dictadores, partidos populistas con dirigentes  de escasa formación ética y escolar.
  • Se agregan a estos elementos, la composición étnica dominicana donde todo se rebujó  y la arrabalización permeo la vida cotidiana y el Estado.
  • Las guerras o conflictos internos que no produjeron cambiaos ni movilidad social sustancial ni significativas en los sectores populares.

La “burguesía” tradicional nunca se ha integró de forma visible en los procesos de organización de la nación. Su conciencia de clase ha estado integrada a logros de ventorrillos. Como consecuencia, poco a poco, la política se convirtió en un ejercicio de políticos corruptos, “tigueres” representados por sectores populares plagados de vicios y resentimientos sociales.

Esa “burguesía”, solamente ha sido visible en los o procesos históricos  retrogradas para el desarrollo social y político del pueblo Dominicano, razón por la cual, hoy seguimos sumergidos en el atraso. Vale enunciar como ejemplo: la oposición a la reforma de Hostos y el apoyo-silente o cómplice al golpe de Estado a Juan Bosch.

¿Qué es lo que produce y ha producido esa “burguesía”, a no ser, hijos que sean gobiernistas y agiotistas como ellos? No producen: políticos, artistas, intelectuales, deportistas. De estudiarse bien este fenómeno, observaremos que la mayoría de estos agentes sociales están vinculados a la clase media o popular dominicana. 

La escasa participación de esa “burguesía” ha sido clave en la construcción de un Estado anómala donde la cotidianidad es cada vez más trastocada y permeada por hábitos y valores dignos de “la pobreza”, como el desorden, instituciones endebles y la corrupción. 

Me preguntó, dónde está la voluntad de esa “burguesía” respecto a una serie de problemas claves que afectan la producción de riqueza, cómo el desorden vial, la deficiencia escolar, el tema eléctrico, la educación superior, la profesionalización de la policía, la salud, etcétera. Es hora de que esta clase social despierte y sea más dinámica respecto a los  problemas esenciales que no dejan avanzar este país y limitan su producción de riqueza. ¿O es que en la lógica de la construcción de una sociedad capitalista, el desorden  institucional y la corrupción gubernamental no afecta su riqueza material? ¿Dónde está esa clase social en la discusión de cómo desarrollar la nación Dominicana?

El atraso en que se encuentra sumergido el pueblo dominicano es el producto de una “burguesía” tradicional sin conciencia de clase, más unos políticos, que, ya siendo agentes adinerados  y con cierta formación académica no modificaron sus hábitos ni valores respecto a cómo se administra un Estado o nación en pleno siglo XXI.