El Dr. Jean Price Mars (1876-1969) fue un feliz accidente en la agitada diplomacia haitiana. Canciller en dos ocasiones (1946 y 1956), embajador en Ciudad Trujillo y luego en París. Sigue siendo una de las sólidas referencias del oficio de historiador. Su clásico La República de Haití y la República Dominicana (1953) representa una verdadera Biblia para los interesados por la historia de la isla.

Para mi generación, antes de que tuviéramos el vocabulario suficiente para entender a Price-Mars, la República Dominicana llegó a nuestros oídos y al corazón con la voz al micrófono del historiador y también médico Dr. Georges Michel, nacido el 3 de diciembre de 1954. Brillante profesor de polemología en la Academia Militar, el joven analista de política internacional nos ayudó a comprender al entonces misterioso Balaguer, por las ondas del 129 AM, Radio Metropole. Mientras que hoy en día los datos de historia parecen estar al alcance de todos y muy rápidamente, durante muchos años Joaquín Balaguer fue un misterio en Haití. Ciertamente, dicha imagen convenía a la propaganda del Dr. François Duvalier (1957-71).

El Dr. Michel nos ayudó a establecer la diferencia entre el país dominicano bajo Balaguer y el nuestro con los Duvalier. La palabra «elecciones» no existía en nuestro vocabulario. El talentoso periodista consiguió saltarse la censura para hablar de las elecciones dominicanas. Con facilidad, su micrófono recorrió el palacio, el senado y la cámara de diputados de los vecinos. Se decía que Georges Michel dormía con el teletipo debajo de la almohada. También es autor de Panorama de las relaciones haitiano-dominicanas (2005, en fr).

El ministro de Salud Dr. Henri-Claude Voltaire y su homólogo dominicano, el Dr. José Rodríguez Soldevilla; en el centro, G. Mervilus (entonces traductor-intérprete oficial del Ministerio de Salud Pública). Viernes, 3 de agosto de 2001, Col. G.M.

Ayer le envié este mensaje: – Estimado Dr. Michel ¿Cuál fue su secreto ante la victoria de Antonio Guzmán en 1978, para explicar bien a los oyentes los encantos y las complejidades del país dominicano, que superó magistralmente la era de Trujillo y la guerra civil? Usted supo evitar las susceptibilidades del palacio (Jean Claude Duvalier) en aquel entonces…

-Profesionalismo; pero eso se ha perdido hoy en día.

Un destacado dominicano en La Habana: Pastor Vázquez Frías

Ayer, nos enteramos por Twitter de la llegada de Pastor Vázquez Frías, Premio Nacional de Historia (2018), a La Habana. Le deseamos la más cordial estancia. Como intelectual responsable, logró modernizar los estudios históricos sobre las relaciones entre Haití y la República Dominicana. Obras maestras como ÉxodoLas misiones dominicanas en HaitíLa Isla montonera deben estar en todas las bibliotecas del hemisferio. Ayudan a entender las más complejas relaciones diplomáticas del continente americano.
Imagínense un documento de primera (descubierto por Vázquez) como la carta del ministro consejero dominicano en Puerto Príncipe, Dr Francisco Henríquez y Carvajal, quien subraya el 12 de septiembre de 1912: La principal fuerza militar del país es la que reside en el Palacio del Presidente de la República. Más de un siglo y tantas ocupaciones militares extranjeras no cambiaron nada. Abrazo y Felicidades, 19 de junio de 2021 (Puerto Príncipe, Instagram)

Un ministro fuera de lo común

«Señor Inocencio García Javier,Viceministro de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Cuando internet aún no estaba a nuestro alcance, el Dr. García Javier me enviaba paquetes de periódicos dominicanos, cada semana. Con el respeto de siempre, Gilbert 2 sept. 2016». ¿Cuándo tendremos la historia de la República Dominicana en nuestros exámenes oficiales? Nunca me imaginé que un algún día volaríamos tan cerca del Ozama.

Pequeñas historias cerca del primer círculo

En abril del 2013, en el Salón Acajou (caoba) del Karibe Convention Center (Pétion-Ville), con motivo de la V Cumbre de Jefes de Estado y/o Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, los dignatarios de 25 países estrecharon la mano de don Carlos Morales Troncoso. Con su amplia sonrisa paternal, expresó sincera estima por sus «hijos». En mi caso, era la primera vez que estrechaba la mano de un canciller dominicano. Y aquel mismo viernes 26 de abril de 2013, a las 10:58 am, yo saludaba al presidente Danilo Medina.