Estos días, que por razones de estudio y potenciales trabajos, estamos refrescando conceptos que en el mundo LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), el sistema de certificación de edificios sostenibles del USGBC (https://www.usgbc.org/) tienen nombres propios; es el caso de los Sustainable Sites (SS) o Emplazamiento Sostenible, traducción libre que hemos hecho del término. Veamos….
Para que un proyecto/edificio sea considerado sostenible, se debe partir de cuatro puntos clave, que influyen, o deben influir en su vida útil y que son: obviamente la selección del sitio, el tema del acceso a nivel de transporte al proyecto, el diseño y la gestión del lugar y la gestión del agua. Cada una de estos puntos, da para mucho más que uno de nuestros artículos semanales, pero desde aquí intentaremos dar algunas pinceladas.
Con relación al transporte, igual que para los otros temas clave, existen varias estrategias de aplicación, una de ellas sería ubicar el proyecto “a pie” del transporte público colectivo. Es decir, que los usuarios del proyecto, puedan tener fácil acceso, y a pie, a las paradas de autobuses o trenes. A fin de cuentas se trata de fomentar el uso del transporte urbano, público y colectivo.
Como motivaciones teóricas, de discurso moral y altruista está el hecho de que las emisiones de los vehículos se cuentan entre las principales causas que contribuyen con el cambio climático y a otros efectos nocivos para el medio ambiente, como lo es la propia calidad del aire.
De acuerdo a datos de la página oficial de la Presidencia del Gobierno de España, en ese país, el transporte sigue siendo el sector más emisor, y para el 2019 ha alcanzado nada menos que el 29% de las emisiones en términos de CO2 equivalente, seguido de la industria, con un 20,6% y la generación de electricidad con un 13,5%. (Ver: https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/transicion-ecologica/Paginas/2020/080720-emisiones.aspx),
También se asocia el coste social y económico, además de medio ambiental claro estás, del uso de los combustibles fósiles.
Para LEED, una manera muy particular de fomentar el uso del transporte público, es limitar el estacionamiento en el emplazamiento, de esa manera los usuarios no tendrían más remedio que dejar su vehículo en casa o incluso, utilizando el mismo, intentar compartirlo con otros usuarios con el mismo destino. Además, y como no podía ser de otra manera, fomentar el uso de la bicicleta, como vehículo alternativo, mediante incentivos para los usuarios (o empleados si fuera el caso), del edificio.
Seguiremos…