SUITE

“Suites quirúrgicas de alta tecnología.”

La voz suite logró su entrada en el Diccionario de la lengua española en el año 2001, es decir, en la vigésima segunda edición de ese lexicón. Se la incorporó con dos alcances: uno para la hostelería y el otro para la música.

En  el primero que es el que concierne esta sección solo consta con el significado siguiente: “En los hoteles, conjunto de sala, alcoba y cuarto de baño”. Si se analiza el alcance ha de notarse enseguida que se trata solo de espacio en los hoteles. De plano queda descartada la posibilidad de llevar eso a los quirófanos.

En los hoteles modernos hay más de un tipo de suites que tienden a satisfacer las necesidades o las veleidades de los huéspedes. Ya el asunto no se limita tan solo a cuarto de baño. Hay espacio en algunos de estas suites para baños jacuzzi, bar y otras lindezas.

Causa extrañeza encontrar la dichosa palabra del inglés usada de esta forma. Se escribe que procede del inglés a pesar de que la Academia en su diccionario tilda la voz de francesa porque la etimología del término es francesa aunque la copia de los significados con que se emplea en español deriva del inglés.

No hace falta armar un escándalo con una simple palabra que logró colarse en el lexicón oficial de la lengua española. En los Estados Unidos se utiliza el mentado vocablo con un sentido muy francés que no aparece en el DRAE. Estas nociones hay que despejarlas más abajo para evitar confusiones.

Cuando la voz francesa empezó a usarse tenía un significado que traducido al español resulta, séquito, comitiva, escolta o cosa parecida. Esto después de pasar por otros usos adverbiales y en funciones de sustantivo.

Consta en el Petit Robert que la acepción correspondiente a “varias habitaciones colindantes que se alquilan a un solo cliente en un hotel de lujo” entró en la lengua francesa en el 1913 desde las orillas del inglés. Por estas características algunos diccionarios bilingües francés/español ofrecen como traducción de eso descrito la palabra apartamento. Los franceses entienden que usar suite es un anglicismo criticado que debe descartarse y en su lugar usar la voz del francés que corresponde a apartamiento.

Hay otros diccionarios inglés/español que para el mismo asunto tratado antes traducen usando: “serie de habitaciones, grupo de habitaciones”. Mejor es la definición que ofrece Arturo de Hoyo en su obra Diccionario de palabras y frases extranjeras, de 1995. Modificándola un poco se la acepta así: “serie se habitaciones intercomunicadas que constituyen una unidad”.

Llegado a este punto del desarrollo de esta sección hay que volver a la cita. No se encuentra manera de compaginar el anglicismo con la redacción y el sitio que ocupa en la frase transcrita. Hay que recordar que algunas compañías de bienes raíces anuncian en los Estados Unidos que alquilan suites en edificios para oficinas. Aquí hay que presumir que alquilan habitaciones, apartamentos o locales para oficinas.

En casos como el que ocupa esta sección lo que más auxilia al lector es su capacidad para crear, inventar o hacer gala de su imaginación.

RECIBIR – RECIBIRSE

“La Facultad de Medicina H. W… RECIBIÓ a sus primeros 43 estudiantes en agosto de 2009 y una segunda promoción de 43 alumnos en 2010.”

Al leer esta oración se pensó que se había tropezado con un uso impropio de la palabra promoción pero al leerlo de nuevo se logró entender que el error consistía en la utilización del verbo recibir. Esta aseveración se sustentará en el cuerpo de esta sección.

Es posible que se utilice el vocablo promoción para mencionar el conjunto de individuos que al mismo tiempo han obtenido un grado, como se hace aquí.

Es justo que se utilice el verbo recibir para agasajar a ese grupo que se menciona en el texto que viene de fuera. Lo que no puede aceptarse es que se emplee el verbo recibir en lugar y funciones que no le corresponden.

El verbo recibirse, desempeñando funciones de verbo pronominal o pronominado, es el verbo que para un grupo -como en este caso- o para una persona, indica que toma la investidura o el título conveniente para ejercer alguna facultad o profesión. Como lo indica su nombre este verbo es el que se conjuga en todas sus formas con pronombres de la misma persona que el sujeto; en este caso el infinitivo es recibirse. En este verbo la acción recae sobre el mismo sujeto que la produce.

La forma en como está redactada esta oración dificulta el tratamiento porque generalmente las facultades de las universidades al final de una carrera lo que hacen es que otorgan –conceden- un título -diploma- que acredita que el individuo ha llegado con éxito al final de los estudios.

BUSCAR (BOUSKE) – BUSCÓN ( BOUSKON, BOUSKONN)

Como se ha hecho en otras ocasiones aquí se trata de demostrar la forma en que el español dominicano ha metido una voz más en el habla criolla haitiana. De entre los dos vocablos españoles del título la palabra “buscar” puede alegarse que pertenece al español general, mas el vocablo buscón, con la acepción que tiene en haitiano no admite duda acerca de su origen dominicano.

Para poder despejar el asunto se estudiará primero el verbo buscar y su correspondiente haitiano bouske. Una vez terminada esa parte se procederá con el nombre buscón en su acepción dominicana.

Como introducción hay que recordar que en el idioma haitiano predominan las voces derivadas del francés, como consecuencia de eso cuando una palabra difiere del modelo francés hay que buscarle el origen fuera de la lengua francesa. En francés el verbo que corresponde a buscar es chercher que tiene en haitiano un modo similar de pronunciarse.

En lengua francesa el verbo recién mencionado se le conocía escrito de otro modo (cercier) desde la Chanson de Roland (1080) de donde puede deducirse cuán viejo es el verbo en esa lengua.

El verbo buscar  del español es también conocido desde hace largo tiempo, desde alrededor del año 1140 y  aunque no se sabe a ciencia cierta su origen Joan Corominas escribe que es “acaso prerromano”.

Lo anterior viene a cuento para descartar que el verbo bouske tenga origen francés. En haitiano este verbo significa lo mismo que en español: intentar encontrar, hacer algo para hallar algo o a alguien; hacer gestiones o pensar para dar con cierta cosa, idea o persona.

El nombre buscón en dominicano denomina la persona (pagada) que al principio procuraba pasajeros por cuenta de los choferes en los paraderos de guaguas de viajes interurbanos prometiéndoles que saldrían más temprano, que viajarían más cómodos, etc. De allí pasó a denominar a la persona que ayuda a conseguir documentos, a realizar trámites burocráticos en las dependencias gubernamentales. Como puede comprobarse por lo antes expuesto la tarea del buscón es buscar algo, tratar de encontrar.

El buscón del idioma haitiano, bouskòn, boukonn, “es el dominicano que “busca” braceros haitianos para contratarlos e integrarlos a las labores agrícolas”. Como es de esperarse al principio se limitaba a conseguir cortadores de caña de azúcar.

Solo en el español dominicano el buscón profesional realiza sus diligencias ante las autoridades gubernamentales a cambio de honorarios que a su vez ayudan a pagar las dádivas que aceleran el proceso burocrático.