En estos días me he llenado de tristeza al ver el lugar que ocupamos en el informe de la prueba PISA y ver los resultados de la misma,  en cuanto a los conocimientos de nuestros estudiantes en Lectura, Ciencias y Matemáticas.

Pero lo que veo no es si quedamos en 78, 79 o el lugar que sea, yo les doy mejor el primer lugar, para mí es más comprensible, y creo que para todo el mundo, porque colocarlo en el lugar en que estamos, lleva a confusión, en el sentido de que “mal de muchos, consuelo de tontos” y podríamos ser tan “pechuses” de decir, pero entre tantos países del mundo… estamos bien.

Estos resultados han traído tanta polémica o justificación por parte de los actores principales, se han estado tirando unos a otros la papa caliente.

El Ministerio de Educación le echa la culpa a los maestros y los maestros le echan la culpa al Ministerio  por no invertir en verdaderas infraestructuras, con baños,  butacas y hacen un listado de carencias. El pueblo le echa la culpa al gobierno por no destinar el 4% para los fines por los que tanto se luchó. También al mal uso de estos fondos, que según dicen, fueron utilizados por algunos ministros para uso propio y candidatearse.

El gobierno hace gala de la tanda extendida, pero yo quisiera saber qué es o qué se hace en ese horario, porque “a sigún” escucho, los muchachos lo que están es perdiendo el tiempo sin ningún tipo de programa que aumente su cultura y conocimientos.

Pero debemos sentirnos orgullosos por ganar medallas de oro, plata o bronce en todas las áreas a las que somos medidos y según  las estadísticas globales o regionales, en muchos casos, aunque no ganamos esas medallas, el lugar que ocupamos está entre los cimeros.

  • Primer lugar en cuanto a los peores resultados en la enseñanza escolar.
  • Primer lugar en el Caribe en Matrimonios de menores.
  • Segundo lugar en América Latina  en corrupción. 
  • Segundo lugar en la región en cuanto a percepción de inseguridad.
  • Tercer lugar en la región en feminicidios.
  • Somos el quinto país en Latinoamérica de embarazos en niñas menores de edad.
  • Estamos entre los 18 países más pobres del mundo.

Y hay más, esto solo una muestra.