¿Cuál es la solución boliviana? ¿Para cuál dilema dominicano? Nos referimos a la noticia de que el Tribunal Superior Electoral del Estado Plurinacional de Bolivia el martes 4 de diciembre anunció la habilitación de Evo Morales, luego de que un Referendo en 2016 rechazara esta propuesta reeleccionista, a su vez refrendada por el TSE de ese momento. Con posterioridad fue renovada la Corte Constitucional y ésta aplicó la teoría que la Carta Magna boliviana garantiza como un Derecho Humano que posee el ciudadano Evo de postularse, por encima de la prohibición de una segunda reelección y ordena a que el “nuevo” TSE revierta el rechazo anterior: un derecho a la tiranía “eterna” con ropajes de la democracia y del Estado de Derecho.
La noticia la encontramos en el periódico La Razón, de La Paz, en el siguiente enlace: http://www.la-razon.com/nacional/animal_electoral/tse-habilita-evo-alvaro-formados-oposicion-binomios-bolivia_0_3050694957.html
El dilema lo podemos adivinar: la repostulación que va en contra del predicamento de la Constitución Dominicana, al limitar a una repostulación inmediata y la prohibición de postularse de nuevo o nunca jamás. ¿Podría intentarse la solución boliviana, también ensayada en otros países?
Un interesantísimo artículo “El final de las falsas soluciones del indigenismo” de Nicomedes Sejas, nos da las claves de que la razón boliviana no se compara con la dominicana por el factor indigenista. Disponible en El Diario, de la Paz en el siguiente enlace: http://www.eldiario.net/noticias/2018/2018_12/nt181205/opinion.php?n=21&-el-final-de-las-falsas-soluciones-del-indigenismo
Dice el autor, en su primer párrafo: “La eclosión social que nos tocó vivir durante el año 2003 fue, en cierto modo, la recuperación de los poderes inherentes a la soberanía popular (poder constituyente) que el pueblo los ejerce cuando el poder constituido, el poder delegado temporalmente, llega al límite de su creatividad, y que por efectos de su propio agotamiento es incapaz de solucionar los problemas sociales y económicos acumulados lenta y silenciosamente. La crisis de aquella coyuntura, sin embargo, también fue una crisis en un horizonte de cinco siglos, una crisis siempre presente, pero escasamente percibida por la élite intelectual boliviana: la confrontación entre las fuerzas del colonialismo frente al movimiento anticolonial, protagonizado por los indígenas y otros sectores marginados social y políticamente.”
Este argumento contra el neocolonialismo interno, contrasta, luego de diez años de gobierno indigenista: “La democracia del socialismo comunitario es ante todo un discurso para consumo interno de sus seguidores, una ficción ideológica que ha mostrado cierta eficacia para establecer un vínculo de unión en el conglomerado de aliados partidarios, y en cierto modo un muro de contención contra el cuestionamiento de la oposición. Pero aquella democracia se ha convertido en los hechos en una verdadera arremetida contra el mismo sistema político que llevó al poder al MAS y socavar sus principios, como la violación de la voluntad de la soberanía popular expresada en el referendo del 21F, ratificación del Art. 168 de la CPE, y la manipulación del Tribunal Constitucional para torcer el espíritu de la CPE vía interpretación.”
¿Habrá que aprovechar la renovación de las Altas Cortes para lograr una solución “a la boliviana”? Tomemos en cuenta que todos los candidatos adversarios de Evo Morales proclaman la muerte de la democracia, lo que nos recuerda el caso reeleccionista de Maduro en Venezuela y de Ortega en Nicaragua, como lo recuerda el periódico Pagina Siete, de la Paz disponible en el enlace: https://www.paginasiete.bo/nacional/2018/12/5/candidatos-califican-fallo-del-tse-como-un-golpe-la-democracia-202186.html
¿Podría servir este peculiarísimo argumento de un derecho humano que garantice el ejercicio autoritario indefinidamente del poder en el caso dominicano? Advierto no tenemos raíces indígenas suficiente para insertar una visión de sociedad comunitaria, que permita la construcción de una sociedad autoritaria obviando las formalidades de tres siglos de la humanidad moderna por el ejercicio de la democracia.
El auge del autoritarismo quiere ser transformado por la izquierda y la derecha para terminar con las sociedades sin participación y sin inclusión ciudadana, paradójicamente, con el uso y abuso de la inclusión y la participacion. Estamos a las puertas de un autocratismo por la derecha y por la izquierda. ¡Dios nos coja confesados, pero muy bien arrepentidos!