Lo he visto planteando lo que entiende, lo he visto defendiendo lo que tenía que defender: su espacio como joven aún, a diferencia del resto de la juventud de su partido, con la excepción de Andresito Lugo.

Lo de Guido Gómez Mazara no es una locura, será el testigo presencial y actuante, por la vía legal  por la vía del apoyo de masas, de las indelicadezas de un sujeto impresentable, lastimero en su ignorancia e intenciones, en su analfabetismo político evidente, instrumento del viejo poder megalómano apoltronado en  fundaciones no investigadas.

Sólo alguien con ejercicio de relación con la bases reales del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), construido a sangre y fuego por líderes para el pueblo dominicano, podría poner en solfa las intenciones de MV Elmorado.

Porque lo que intenta Guido Gómez Mazara, no se podría intentar sin tener técnicos que conozcan la topografía electoral interna de ese partido.

Este argumento es capital para entender por que hacer trampa hoy, desvirtuar padrones, hacer coca vagabunda, podría costarle mucho a la camarilla de filibusteros incrustados en el partido de José Francisco Peña Gómez, líder para millones de dominicanos y dominicanas.

Lo de Guido Gómez Mazara, tomado en serio, puede llegar hasta la OEA, si fuera posible, dado que el Tribunal Electoral sabemos a quién a responde, sin pudor y con gran descaro.

Una joven ingeniera de Samaná me cuenta la siguiente anécdota: “Mi padre me dijo, aprovecha, que ahora puedes votar por Guido, si te da la gana. Le pregunto a mi padre cómo él sabe que puedo votar sin problemas. Mi padre me responde: porque recuerda que yo era de Miguel, y todos en esta casa estamos en el padrón, lo verifiqué”.

Es decir, el padre desencantado del gran engendro, provocador de lutos que se podían evitar, estimula a la hija para que vaya a votar, porque, me decía ella: “él no tenía deseos de votar por Miguel, porque lo defraudó”, acotaba la joven profesional.

Cuando un “líder” político desconoce la amplitud emocional de su propio partido, se puede convertir en un asesino sin quererlo,  sin proponérselo, sencillamente porque no sabe cuán grande es el valor emocional que para muchas personas representa haber sido y ser del PRD. El señor  MV Elmorado eso no lo entiende y humanamente desconoce las consecuencias trágicas y emocionales, que significa quitarle a una persona la pasión de una pertenencia a un partido que en una familia es un símbolo de por vida, sólo por distorsionar un padrón.

Guido Gómez Mazara tiene una oportunidad para replantear su proyecto y su imagen este domingo, sin dramas y con el pragmatismo necesario, el PRD libra un round decisivo e importante para quitar la última careta impura que le queda a M V Elmorado.

Y si, por alguna razón, no tiene preparado todo el tinglado legal para continuar lo que hoy inicia, Guido Gómez Mazara cometería un gran error, gravísimo.

Sin embargo, a juzgar por las públicas explicaciones técnicas que ha ofrecido en los medios, sospecho que tendría claro las consecuencias de su compromiso público ante los desmanes de un enano mental y un aventajado de la trampa y sinuosidad política de baja estofa.

Por otro lado, conviene a este país una noción de equilibrio político, conviene a la imperfecta democracia dominicana, pero democracia al fin con todos los peros posibles, que haya un balance entre oposición, casi inexistente y gobierno.

El capítulo de hoy domingo es una buena oportunidad, no sé si una de tantas, para demostrar una vez más, que sujetos sin sentido de la historia, no pueden destruir los símbolos y la vida de un partido que ha sido importante en la construcción de la democracia de este país.

Con todos sus defectos, con todos sus desparpajos, con todo lo negativo que se pueda atribuir por sus hechos violentos, el PRD tiene una historia en la búsqueda del espacio democrático de la República Dominicana, que nada tiene que ver con engañifas, juego de millones y comprar de conciencias, que nada tiene que ver con discursos hueros, con seudo líderes que el tiempo colocará en su zafacón adecuado, es cuestión de tiempo y circunstancias, se verá.

¿Guido Gómez Mazara ganará o perderá?…

Si la estrategia se aproxima a lo  cuerdo, perdiendo con  trampa, gana.

Y le queda un espacio que solo su astucia política sabrá administrar en los días venideros (CFE).