No te apure en atraei ai que se
Aleja de ti; e inuti que tu ñame
Cuando no te quien oí.
El Mellizo García.-
No siento inspiración alguna para hacer nada, siquiera opinar si el Licey volverá algún día a ser campeón o si las Águilas se volvieron pollitos, y mucho menos continuar dejando caer la gota de agua sobre la misma piedra. Porque total, para qué hablar del beso de ayer si el de hoy es igual; para qué insistir en el desgraciado abismo al cual nos están conduciendo si a nadie le importa; quizás por 24 horas, despierte algún interés, el mismo tiempo, en que esté apareciendo en los medios. ¡Esto es duro, pero es mi verdad!
Nada nos altera siempre y cuando aparezca la Presidente bien fría. El que una alcaldesa les desapruebe a un número determinado de personas o empresas, las instalaciones de estaciones de combustibles, no es nada; mientras a su progenitor, ella misma les aprueba más que todas las desaprobadas. En otro tiempo a eso le llamaban monopolio, hoy le llaman democracia. Indiscutiblemente que avanzamos, claro, al precipicio abismal de donde no regresa fácilmente la real democracia.
Son de las cosas por las cuales me veo obligado a continuar con los titulares o noticias en un solo día, y talvez de esa manera, aun sea un solo que entienda la realidad de lo que se está viviendo en este país, me sentiría complacido, con uno sólo, muy a pesar de la “Solidaridad”, bonos de lo que sea, o exoneraciones que reciban; con uno sólo. Es tanta la manipulación de la realidad que todo lo damos por cierto. Se han pasado años torturando, burlando y prepotentemente accionando contra este pueblo, que por momentos hemos llegado a creer que estamos viviendo en una monarquía o un nuevo invento de reinado repleto de predestinados y herederos al trono.
Los engaños son tantos y de tal magnitud que después de pasarse años siendo dueños del terreno de juego, los guantes, las bases, los jugadores –incluyendo hasta importados- y sobre todo de los árbitros, creando un real blindaje e impunidad sobre el desarrollo del juego, de un día para otro vuelven a lo mismo, a garantizar y garantizar “hacer lo que nunca han hecho”, porque carecen de humildad para reconocer sus errores, quizás porque sea cierto aquello de que el mejor corazón para hacer un trasplante… ¡Es el de un político, porque nunca lo usa!
El baremo o escala de valores de la mayoría de los políticos no llega ni al mínimo, mienten con descaro y sin tapujo alguno. Aseguran, dentro de una de las noticias del día, que en la conformación de las altas, medianas, enanas cortes y demás “comisiones” u organismos, prevalecerá el equilibrio y que se responderá a criterios de igualdad y experiencia para articular los mismos. Otra mentira del diablo; dos tuyos y catorce de los míos y los dos de los demás tienen que ser aliados aun sea por detrás. Ese es el “equilibrio” que siempre han mantenido y el mismo que prevalecerá. Así nomas, porque hace tiempo olvidaron que sin sentido moral, las leyes son inválidas.
Y, como hoy no estoy en nada, quiero concluir con lo puesto en boca de Don Quijote por Miguel De Cervantes: “Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho: los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén”. Quizás, solo con esta última parte, si la aplicáramos, bastaría para ser un pueblo feliz y próspero. ¡Si señor!