El mundo está viviendo un tiempo crucial ante el surgimiento del COVID-19, nuevo virus que se ha convertido en una pandemia de grandes repercusiones y que ha cambiado nuestras vidas de manera significativa.
Es una situación sumamente delicada donde el miedo arropa a cada instante produciendo una ansiedad que ha logrado pernoctar en el ambiente cotidiano, ante este drama resulta imperioso que la sociedad se mantenga unísono para poder combatir y salir airosos lo más pronto posible de este complicado proceso.
Hemos demostrado a través del tiempo que en los momentos difíciles podemos aunar esfuerzos colectivos y enfrentar cualquier situación, es por esto que los valores de la solidaridad y la resiliencia han jugado un papel preponderante en diversas circunstancias adversas que se han registrado a nivel mundial.
La palabra solidaridad proviene del latín ¨solidus¨ que significa sólido, firme, y según como lo define la Real Academia Española de la Lengua (RAE) es la ¨adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros¨, es decir, que la solidaridad es uno de los valores humanos más importantes en donde se conjugan la generosidad, la cooperación y el apoyo desinteresado a una persona o colectividad que está necesitada. En cambio, la palabra resiliencia proveniente del latín ¨resilio¨ que significa ¨volver de un salto, rebotar o resaltar, y así como también lo define la RAE, es la ¨capacidad de adaptación que tiene el ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos¨, es decir, que la resiliencia es una cualidad que facilita poder atravesar y superar los momentos difíciles de una manera satisfactoria.
En tal sentido, tanto la solidaridad como la resiliencia han demostrado que son infalibles para enfrentar cualquier problema acuciante que se pueda presentar porque crean la capacidad de afrontar situaciones inseguras, cambiantes y traumáticas, en este caso la pandemia del COVID-19.
Abordando los datos estadísticos con respecto a esta pandemia al día 26 de abril del 2020, según las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la República Dominicana, en su boletín especial epidemiológico número 39, ya se han registrado en el mundo 2,804,796 casos confirmados de COVID-19 y 193,722 defunciones. En la región de Las Américas se han reportado 1,094,846 casos confirmados de COVID-19 y 56,063 defunciones y en lo que respecta a nuestro país se han reportado 6,293 casos confirmados de COVID-19 y 282 fallecimientos. Estas cifras nos indican con gran preocupación que debemos de reflexionar y unificarnos en nuestras comunidades, lugares de trabajos y centros educativos para fomentar la solidaridad y la resiliencia, importantes valores que coinciden con el propósito fundamental de tener empatía en las circunstancias más críticas, concomitante con el cumplimiento de los protocolos de higiene establecidos por las instituciones de salud.
Por consiguiente, esta crisis establecerá un antes y un después, pero entendemos indiscutiblemente que la actitud positiva que podamos asumir para salvaguardar el bienestar colectivo prevalecerá por siempre en el entendido de que garantizaremos un desarrollo integral sostenible y un accionar proactivo.