SOFOQUE

“. . .me quitó el SOFOQUE”.

La palabra sofocación es larga y seria. Lo de seria viene de la definición. En el diccionario oficial de la lengua española se encuentra definida con cuatro acepciones y, cada una de ellas comienza por un verbo que tildaríamos de absoluto, “ahogar, apagar, acosar, avergonzar”.

El sofoque dominicano es un sustantivo masculino con características más suaves y menos contundentes que aquellas que pertenecen a la sofocación del español general. Sofoque es “sofoco, disgusto”. Así lo presenta el Diccionario del español dominicano (2013:636).

El hablante de español dominicano guardaría la sofocación para expresar que algo le impide respirar, mientras que en el sofoque solo sufre dificultad para ello

Este sofoco dominicano ha de tomarse como una sensación de calor, del tipo de la que padece la mujer en menopausia. También puede transmitir el mensaje de disgusto grave que experimenta una persona de cualquier sexo. En un episodio de sofoque es muy probable que la persona presente dificultad para respirar, casi siempre con respiración entrecortada y dificultad para hablar.

La dificultad para hablar se origina en la turbación del ánimo. La alteración del estado normal deriva del fuerte disgusto por el que se atraviesa en el momento del sofoque. Las dificultades que se describen aquí provienen del disgusto, valga la repetición, y no de circunstancias del ambiente.

El hablante de español dominicano guardaría la sofocación para expresar que algo le impide respirar, mientras que en el sofoque solo sufre dificultad para ello. El sujeto del sofoque padece durante ese episodio una falta de libertad para respirar.

La voz sofoque del español dominicano tiene rasgos que la hacen oportuna, apropiada, pertinente y adecuada para expresar la sensación que se describió más arriba. No hay que mostrar vergüenza si se recurre a ella y alguien no entiende los matices que ella conlleva. Cuenta sofoque con rasgos definitorios que la hacen merecedora de aval en la lengua.

VOYEUR

“Aquí la lógica del VOYEUR se une con. . .”

La extraña voz que aparece en la cita es de índole internacional. Esto es, se la conoce en varias lenguas extranjeras a la de su origen. La forma de pronunciar esta voz varía de acuerdo con las lenguas en que se use. Es probable que algunos lectores puedan dar con la procedencia de la voz extranjera por la terminación de esta, viene del francés.

Desde el año 1883 se encuentra documentada en francés el uso de la voz del título con el significado de “persona que procura ver, para su satisfacción, sin ser visto, una escena íntima o erótica”

Casi siempre la voz del francés se representa y se pronuncia en masculino, aunque existe un femenino correspondiente. Se piensa que la preeminencia del masculino sobre el femenino se debe a que se presume que el hombre es más proclive a la atracción más o menos malsana que se caracteriza con ella.

Desde el año 1883 se encuentra documentada en francés el uso de la voz del título con el significado de “persona que procura ver, para su satisfacción, sin ser visto, una escena íntima o erótica”. (Traducción RG). Este tipo de conducta que se considera aberrante se conoce en francés con el nombre de voyeurisme.

En otras palabras, el voyeur es la persona que obtiene gratificación sexual al observar a otros desvestirse o mantener actividades sexuales.

En el Diccionario de la lengua española se asienta voyeur con resalte, como aparece en esta oración, por ser una voz francesa. Ese diccionario también recoge el vocablo voyerista para el masculino y femenino y define esa persona o conducta, “Persona que disfruta contemplando actitudes íntimas o eróticas de otras personas”.

En el registro coloquial se llama mirón al voyerista. Los dominicanos no necesitan de voz extranjera alguna, pues poseen una inventada e impuesta por el uso, brechero, que actúa en funciones de sustantivo y adjetivo para, “Mirón, persona que observa disimuladamente a otra tratando de no ser visto”. Hay que señalar que en la definición que se transcribió del brechero no se menciona la satisfacción que puede derivar el brechero de su acción. Diccionario del español dominicano (2013:105).

La voz brechero se trató en detalle en otra ocasión, razón por la que en esta ocasión solo se escribirá que muy acertadamente deriva de brecha, en tanto esta significa abertura irregular en una pared. Derivadas de brechero en el español dominicano son, “brechador, brechar”. Existe en el español dominicano el femenino “brechadora”, que ha sido utilizado hasta en sentido metafórico, “la brechadora luna de aquella primanoche”, por Bruno Rosario Candelier en la introducción a la novela Guazábara de Alfredo Fernández Simó, (2002:41).

Si se escribe para un público dominicano es más acertado incluir una voz dominicana que una extraña voz francesa.

INVITACIONAL

“Anuncian primer torneo INVITACIONAL de golf. . .”

Cabe que se haga la pregunta, ¿cuándo un vocablo merece que se le considere para incluirlo en la lengua común? Hay varios criterios que podrían aplicarse para dar respuesta a la pregunta.

El criterio que goza de mayor peso es del de la oportunidad. Si la voz satisface una necesidad, vale que se la incluya en el léxico usual.

Invitacional llega al español desde el inglés

Claro, ese criterio por sí solo no satisface los cánones de la lengua española.  Existen otras condiciones para que la nueva voz se haga aceptable. Que su formación se corresponda con las reglas que a este efecto ha creado la lengua a través del tiempo. Es esencial que por sus genes la nueva voz no se pelee con el espíritu de la lengua española.

Invitacional llega al español desde el inglés. En esa lengua se acepta para expresar que de lo que trata, “torneo, competencia, campeonato”, tiene un cupo limitado y, en consecuencia, solo participarán las personas o equipos que resulten invitados.

En algunas publicaciones en inglés se incluyen artículos que se publican a seguidas de una invitación que para ello se hace a los autores de estos artículos. Esto sobre todo cuando el articulista no tiene costumbre de redactar artículos para esa publicación.

Es pertinente que se haga la pregunta. ¿tiene la lengua española una palabra que en sí sola encierre la idea del invitational del inglés? No existe esa palabra. Por eso, algunos hablantes de español ante la situación han decidido acomodar la voz del inglés a la grafía del español y han creado el nuevo vocablo, invitacional. En español es, “articulista invitado”.

En español puede escribirse o decirse “por invitación” que transmite la idea de la voz inglés para las competiciones que se detallaron más arriba. Es una solución que no es tan larga, solo añade un monosílabo.