La Cordillera Central, que prácticamente divide la República Dominicana en dos regiones bien diferenciadas -Norte y Sur- siguiendo un eje Este-Noreste, es asiento de las elevaciones más conspicuas del país -Pico Duarte, La Pelona, Pico del Gallo y otros, así como las principales cuencas hidrográficas que originan las principales fuentes acuíferas -Río Yaque del Norte, Río Yuna, Río Camú, Río Grande, Río Mao, Río  Bao, y el Río Amina, entre otros. Actualmente la Cordillera Central está siendo sometida a prácticas ambientales destructivas, amenazan el equilibrio natural de este importante ecosistema.

Desde cortes de árboles, justificados por manejo forestal, encubren la degradación ambiental, debido a los compromisos políticos del gobierno, con los dirigentes del PLD; extracciones de agregados sin control y en lugares inapropiados, para complacer a sindicatos de depredadores -caso de Sosúa, en Puerto Plata, Haina en San Cristóbal y del Río Camú en la Vega-; cambios de los límites de las zonas protegidas, para cumplir con la voracidad de los políticos, que se han plegado al gobierno, por prebendas -contratos de obras civiles, préstamos no reembolsables, puestos en el tren gubernamental, etc.-; concesiones y explotaciones mineras; achicamiento de la línea de conservación, en nombre del desarrollo; incendios naturales e intencionales, empeorados por la sequía meteorológica e hidrológica; vertederos a cielo abierto, contaminantes del subsuelo, de por sí contaminado por los efluentes domésticos e industriales; cañadas repletas de desechos sólidos y líquidos, que son un atentado a la salud pública.  Y, por si esto fuera poco, un parque vehicular sin regulación, contaminando permanentemente la atmósfera.

Debido a lo señalado anteriormente, la prolongada sequía, ha disminuido peligrosamente los caudales de ríos, arroyos, embalses y presas. La población, está en un estado de alta vulnerabilidad, sin poder paliar la situación, ya que las autoridades, parecen poner su empeño en la propaganda mediática, olvidando su responsabilidad de asegurar la sana gestión de los recursos naturales del país.

Los actuales gobernantes, no han mostrado capacidad de ser previsores y buenos gerentes en la escasez, por lo que el deterioro de la calidad de vida es peor cada día hasta el punto, que pedimos en alta voz, que llegue un ciclón que llene nuestras presas, embalses, ríos, cañadas, arroyos, acueductos y contenedores de almacenamiento domésticos.

Las dificultades del momento, aumentan el índice de incomodidad colectivo, que unido la corrupción, impunidad, criminalidad, endeudamiento y otras malas acciones gubernamentales, no son percibidas desde los “aires” del Poder Político, pero que están agotando la capacidad de aguante del pueblo llano y trabajador.

La prensa nacional ha reseñado ampliamente, lo que aquí recapitulamos. La situación, ha alcanzado niveles tan deplorables, que Diario Libre en su emisión del 13/08/15, página dos, se mofa de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuando editorializa, “El Tuit DEL MINISTRO” al tiempo que recoge sus declaraciones, en la página 19, bajo el título: “Medio Ambiente incrementa vigilancia en ríos y bosques”.

El Ministerio de Medio Ambiente ya no le sirve el argumento, de que han aumentado la cobertura boscosa hasta un 38% del territorio nacional, porque todos sabemos y conocemos, que dicha cifra de cobertura, solo es posible, si en dicho porcentaje, se incluyen las zonas ganaderas, cañeras, arroceras y arbustivas, como porcentaje del área boscosa, definida por los estándares internacionales. Los árboles en las zonas boscosas, son las muestras físicas más evidentes, de las condiciones y procesos de conservación, que protegen al suelo de la erosión, conservan y fomentan la biodiversidad, mantiene los caudales y volúmenes de presas y fuentes acuíferas al tiempo de ser reguladores y amortiguadores de las temperaturas.

En Jarabacoa, Municipio de la Provincia de la Vega, los incendios están a la orden del día. En Manabao como Distrito Municipal y sus sesiones (Mata de Café, Angostura, El Limón, Arroyo El Rancho, Arroyo Frío, entre otros, ocurrió un incendio intencional, el cual destruyó miles de tareas de bosque de pino natural, cuyo caso se “resolvió” según los lugareños con una multa de 22 mil pesos, debido a la intervención política. Precisamente, la intervención política, es uno de los múltiples recursos utilizados por el Estado…Claro, así podemos expandir y esparcir, la expresión “El Estado me venció”, y nos sigue “venciendo” a todos y a todas!!