Continuando con el mundo LEED (siglas de Leadership in Energy & Environmental Design), el sistema de certificación de edificios sostenibles y la categoría Ubicación y Transporte, tenemos un crédito sobre el acceso al transporte de calidad que para hoy, para nosotros y para nuestros lectores, bien merece nuestra atención.
En este crédito el propósito deseado es el de promover el desarrollo de proyectos emplazados en lugares que tengan reales opciones de implementar, o tengan implementadas ya, modalidades de transporte variadas ( autobús, tranvía, tren metropolitano, etc.) o que estén aportando a la disminución del uso de vehículos de combustión fósil, con la consecuente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y otros efectos nocivos.
Recordemos que para el estándar LEED un crédito – o propiamente dicho la obtención del mismo- supone que el proyecto haya conseguido satisfacer determinadas exigencias para convertir al mismo en un proyecto sostenible.
Volviendo al crédito de Acceso al Transporte de Calidad y a efectos prácticos, de lo que se habla en este requisito es de, por poner un ejemplo, y citamos: Ubicar todas las entradas funcionales del proyecto a 0,25 millas (400 metros) a pie de paradas existentes o planificadas de autobús, tranvía o transporte compartido; o a 0,5 millas (800 metros) a pie de paradas existentes o planificadas de autobús rápido, ferrocarril ligero o convencional, estaciones de tren suburbano, o terminales de ferry.
Como podemos ver, una vez más el fomento del uso del transporte público supone un planteamiento de gran importancia a la hora de proyectar…y ya no solo en el campo del urbanismo; también en el ámbito del proyecto arquitectónico.
El tema radica en que a menor cantidad de vehículos privados de combustión fósil en los centros urbanos, menos contaminación, y a más políticas de apoyo y/o promoción del transporte colectivo – así como la peatonalización de los trayectos- mejores serán los balances medioambientales. También se valora, como no puede ser de otra manera, alternativas como la bicicleta o incluso el patinete para los enclaves urbanos más compactos.
Este tema de la bicicleta será uno que intentaremos tratar de manera monográfica, dado el interés que siempre ha generado entre los que somos afines al deporte asociado a una vida saludable a nivel de ciudad.
Los otros dos créditos que completan la categoría que hoy nos ocupa son los llamados, respectivamente, Huella Reducida de Estacionamiento y Vehículos Eficientes.
El objetivo del primero de estos, es decir el de la reducción de los estacionamientos en el proyecto es, como su propio nombre indica, la reducción de la capacidad de albergar en los proyectos, vehículos convencionales de combustión fósil y dotar de más plazas para vehículos eléctricos o más eficientes y para CarSharing , o lo que es lo mismo decir, vehículos compartidos. (Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Uso_temporal_de_veh%C3%ADculos)
Evidentemente esto, en países como el nuestro, colisiona con la realidad normativa de tener un número de plazas de estacionamiento que cumplir por metro cuadrado de construcción…pero esto es materia de otro artículo en esa línea.
El último crédito que en cierta medida se comienza a anunciar en el crédito de reducción de estacionamiento es el que tiene que ver con el fomento del uso de los vehículos menos contaminantes o, lo que es lo mismo decir, los más eficientes. Para estos no solamente se reservan plazas en los estacionamientos convencionales, pero también se plantea incentivar con gratificaciones, incluso materiales, a los usuarios de este tipo de vehículos; por ejemplo con descuentos en los centro comerciales que dispongan de estas plazas especiales.
Seguiremos…