Pueblo Viejo es un activo de primer nivel mundial, uno de los pocos de minas que producirá más de 1 millón de onzas de oro por año. Esperamos que sea un contribuyente importante de producción de bajo costo para Barrick por décadas por venir. Jamie Sokalsky, Presidente y Director Ejecutivo de Barrick

Leonel Fernández y los legisladores que firmaron el oneroso contrato con la Barrick Gold fueron los legítimos representantes del pueblo dominicano y fueron los que irresponsablemente regalaron el oro de Pueblo Viejo.  Según declaraciones del presidente Danilo Medina, el estado dominicano recibirá un 3%, de los beneficios netos. Los miembros del PLD fueron ciegos, sordos, y mudos ante las protestas de muchos sectores contra los términos del contrato y la casi-imposible-de-evitar contaminación con cianuro de las aguas de la Presa de Hatillo y todos los ríos de la zona, y de todos los ríos del país en opinión de algunos expertos.

A este contrato le antecede una larga historia de irresponsabilidad.  De 1975 a 1999, el estado dominicano, en un joint-venture con la Rosario Mining Company para explotar el oro de Pueblo Viejo, no reguló ni supervisó los términos de implementación del contrato ni su impacto ecológico, a pesar de que al final había nacionalizado la producción.  Fui personalmente testigo de las enfermedades provocadas durante varios años de trabajo organizativo en la zona y de la indiferencia y silencio de las autoridades de Cotuí y nacionales ante las demandas de las Federaciones Campesinas de los Cacaos y las Lagunas.  Amparo Chantada, quién dirigiera entre el 2000 y 2005 los estudios de impacto de PLACER DOME, me confirmó en una entrevista que la ROSARIO DOMINICANA dejó la zona contaminada.  Según Chantada, el estudio encontró dengue endémico, diarreas, muchos parásitos, enfermedades de la piel, pero la gente sufre sobre todo de no poder usar ninguna agua del lugar, incluyendo la de la presa de Hatillo, todos deben comprarla.  Los que no lo hacen, están enfermos de rasquiñas, eczemas o psoriasis.

Los hechos son evidentes.  En el año 2006, la Barrick canadiense adquirió los activos de Placer Dome en todo el mundo y con ello los derechos en el proyecto Pueblo Viejo.  Barrick vendió una participación en el proyecto a Goldcorp Incorporated, formando la empresa Pueblo Viejo Dominicana Corporation, en la que Barrick participa en un 60% y Goldcorp, con 40%.  Barrick es la administradora y gestora del proyecto.  El Contrato Especial de Arrendamiento de Derechos Mineros (CEAM) de Pueblo Viejo fue enmendado y ratificado por mayoría en ambas cámaras del Congreso Dominicano.   Después que la mayoría de congresistas alegadamente ratificaran el contrato con la minera sin leerlo, y siguiendo las pautas trazadas por el ex presidente Leonel Fernández; y después de que la minera iniciara desde agosto pasado la extracción y exportación del oro, el Presidente Medina demanda indignado la renegociación del contrato en términos aceptables.  Los mismos congresistas ahora apoyan la  renegociación sin asumir responsabilidad por la onerosa concesión que ellos ratificaron.

La lucha por la renegociación debe de continuarse, sin dejar de lado la lucha contra la corrupción y la impunidad que permite contratos lesivos a los intereses nacionales.  Para lograrlo, es necesario focalizar las causas de tantos abusos haciendo operativas las leyes que no se cumplen e introduciendo modificaciones para hacerlas operativas:

Primero, pedir la renuncia de los congresistas que ratificaron el contrato con la minera  y tomar medidas para que personas sin criterio ni responsabilidad sean electos para  legislar sobre asuntos que no entienden o que deciden con criterios sectarios o personales. Podemos aprender de nuestros vecinos borinqueños.  La Cámara Baja del Congreso Puertorriqueño y el nuevo presidente electo, Jaime Perelló, están planificando cambiar el estatus de los diputados reduciéndolos a medio tiempo.  Esperan implementarlo el próximo 1 de julio, aunque el senado está en desacuerdo.  Con el control de la Cámara de Diputados, piensan además eliminar las dietas que reciben de US$162 diarios para comida y de US$1,460 mensuales para transporte; otros costos se reducirán en un 30 por ciento.

Puerto Rico funcionó con un Congreso a medio tiempo de enero a junio hasta el 1997.  Después de 16 años de experimentar con un congreso a tiempo completo, han evaluado para tomar medidas en función de los intereses del pueblo, de la misma manera cómo funcionan más de doce estados de la federación de los EEUU. Trabajando a medio tiempo podrán ser más efectivos.  El estado libre asociado de Puerto Rico  ahorrará US$3 millones de dólares que destinará a investigar 42,000 casos de abusos de niños que no se han resuelto; invertirá un millón de dólares para activar la Guardia Nacional en la lucha contra el crimen, y medio millón para comprar  equipos nuevos para el Instituto de Ciencias Forenses.

Segundo, cambiar el procedimiento de elección de representantes.   Sabemos que es muy fácil para el partido oficialista ganar elecciones a la presidencia, controlar el congreso, y asignar jueces complacientes.  El resultado es la ausencia de contrapeso y chequeo entre los diferentes poderes y de debates  al interior de las cámaras.  Esta ausencia otorga poder absoluto o cuasi-absoluto al presidente.  Así gobernaron  Rafael Trujillo y Leonel Fernández; y con menos absolutismo, todos los caudillos que nos han gobernado.  Una Asamblea Constituyente  debe abrir un diálogo nacional  que incluya el estudio de diversos sistemas democráticos, como es el de la representatividad proporcional por distrito y sus posibilidades de permitir el crecimiento de partidos emergentes y representación de las minorías, y de reducir el efecto del populismo y compra de votos.

Tercero, poner en práctica procedimientos de rendición de cuentas y de transparencia en todos los niveles del gobierno y de organizaciones autónomas financiadas con dinero estatal.  Estas medidas deben de ir acompañadas de una legislación que supervise y castigue el perjurio a través de procedimientos de confirmación de las declaraciones de los funcionarios sobre sus riquezas con anterioridad al ejercicio de sus funciones y al término de sus funciones.   Los financiamientos y exenciones de impuestos a instituciones sin fines de lucro deben de ser finalizadas cuando el dinero es utilizado para fines políticos—ONGs de legisladores, ONGs privadas, y organizaciones religiosas.

Tenemos que reflexionar sobre las raíces culturales que nos hacen ser irresponsables y no asumir las consecuencias de nuestras acciones.  No podemos continuar como nación repitiendo la historia de convertir los gobiernos y cargos públicos en mecanismos de empleo, movilización social, y enriquecimiento personal. Los índices entre 142 países de ranking de Competitividad Mundial para el período 2012-2013 colocan a la República Dominicana en el ranking 140 en desvío de recursos estatales, el 107 en el pago irregular de prebendas, el 141 en el favoritismo en las decisiones de los funcionarios públicos, el 142 en el desperdicio de gastos del gobierno, el 142 en la fiabilidad de los servicios de la policía, y el 142 en el costo adicional que el crimen organizado impone a los negocios.

Con estos indicadores, se explica porque el pueblo ocupa el lugar 135 entre 142 países en la confianza que deposita en sus políticos.  A pesar de ello, tenemos el mismo sistema de votación y los mismos partidos y dirigentes que se eternizan en el poder.  La demanda de transparencia debe extenderse no solo a funcionarios y políticos estatales, sino a todas las organizaciones que reciben dinero de los impuestos que paga el pueblo y los que visitan su territorio.  El secreto con que opera la Iglesia estatal, es congruente en estados con monarquías absolutistas, no con estados democráticos de derecho.

Cuarto, crear una cultura de transparencia y responsabilidad desde los primeros años escolares.  Es necesario retornar a la educación moral y cívica Hostosiana que Rafael Trujillo criticó y sustituyó con la enseñanza de dogmas y preceptos católicos romanos en las escuelas públicas.  La enseñanza de la moral del pueblo se le ha delegado a la Autoridad de los obispos en sus diócesis para nombrar catequistas que impongan los preceptos católicos homofóbicos y misóginos a toda la población y la aceptación de dogmas como verdades absolutas.  Los estudiantes necesitan aprender a razonar por sí mismos y a cuestionar para poder ser ciudadanos responsables.  Necesitan ser educados para la libertad y la solidaridad, no para aceptar el autoritarismo estatal, religioso, o patriarcal.  En vez de un maestro de religión debemos asumir responsabilidad por las virtudes comunes que nos permitan crear una sociedad de respeto a las diferencias y a los derechos humanos de toda la población, sin discriminaciones de ningún tipo.

Quinto, reducir el tamaño y la complejidad de la Constitución y dificultar el mecanismo para enmendarla o cambiarla. La misma debe incluir la enumeración de los derechos individuales de las personas frente al poder del Estado.  Los cambios frecuentes en la Constitución muestran los intereses particulares de los partidos y caudillos que asumen el poder, más que la defensa de los intereses del conjunto de la sociedad y de cada individuo.  El lenguaje debe ser sencillo, comprensible para todos, y su aplicación objeto de estudio en comunidades y escuelas.

Los datos del estudio de José Luis Cordeiro, (Institute of Developing Economies, Papel de discusión No. 164) basado en los datos recogidos por Blaunstein y Flannz, (Constitution of the Countries of the World, 2008)  revelan que República Dominicana es el país que más constituciones ha tenido desde su independencia, entre  más de 200 países.   Las enmiendas se consideran aisladamente, por lo que los cambios constitucionales se definen por reformas con “muchas repercusiones”.

Entre todas las regiones, la América Latina tiene la más tortuosa historia constitucional.  De 21 países latinoamericanos estudiados, 19 han tenido por lo menos cinco constituciones; 11 han escrito por lo menos 10 constituciones; y 5 países han adoptado por lo menos 20 o más.   La República Dominicana tiene el record mundial de 32 constituciones, (probablemente 34 en el presente por la importancia de la reforma al artículo 30 en septiembre del 2009 y el cambio constitucional del 2010).   Le sigue Venezuela con 26 constituciones, Haití con 24, y Ecuador con 20.

En cambio, en Norteamérica, Canadá ha tenido dos constituciones y los Estados Unidos una.   También es necesario contrastar el número de artículos que las componen.   La Constitución de los Estados Unidos tiene 7 artículos originales y 27 enmiendas.  En cambio, Ecuador tiene 444 artículos originales. Bolivia 411 y Honduras 375.  La Constitución Dominicana original aparece con 120 artículos, la vigente de 2010 tiene 277 artículos.  Por otra parte, algunas sociedades más exitosas que las Latinoamericanas, lo han logrado sin Constituciones codificadas.  Este es el caso del Reino Unido de Gran Bretaña en Europa, Hong Kong en Asia, Nueva Zelandia en Oceanía, e Israel en el Medio Oriente.

No pretendo derivar soluciones de éste artículo.   Simplemente hacer un llamado a la reflexión entre los que creen que la solución de nuestros problemas puede resolverse convocando una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución.   Mi posición es algo así como “la fiebre no está en la sábana”. Dicho de otra manera, el problema no está en las constituciones, más bien sus cambios y la inclusión de tantos artículos que no son fundamentales son producto de la inestabilidad de nuestra democracia, la ausencia de institucionalidad de las organizaciones públicas, y el deseo de los gobernantes de hacer enmiendas y cambios que favorezcan su permanencia en el poder.

En conclusión, como pueblo, debemos de luchar por los beneficios de recursos no renovables.  Pero si continuamos con el mismo sistema político, económico, educativo, y religioso, de nada nos servirá ser dueños de todo el oro del mundo.  No tendremos la capacidad de retener de su explotación ningún beneficio y la isla se irá llenando de mineras internacionales que dejarán de legado la contaminación de las aguas y la destrucción de las forestas.  Con el cambio climático, saldremos de la historia, como han salido tantas civilizaciones que no supieron mantener el equilibrio y la sostenibilidad de sus recursos.