Vamos a abordar un tema considerado tabú. Dijimos que nuestros enfoques serían racionales, pero se suele creer que Razón y Dios, no son compatibles. Por este motivo muchos intelectuales reconocen con timidez que son creyentes. Pero seguiremos manteniendo una visión científica, filosófica, psicológica y espiritual.
No soy un experto en Dios. Realmente ningún ser humano lo es. Por eso no voy a definirte a Dios, sólo quiero que analicemos su huella en nosotros.
La Historia y la Antropología nos muestran, cómo en todas las épocas y sociedades, ha existido la creencia en Dios y debemos resaltar que con muchos puntos de coincidencia, incluso entre civilizaciones no comunicadas entre sí.
La Sociología y la Política, nos muestran cómo las religiones han estado involucradas en la estructuración de las sociedades, pero también en las peores guerras y genocidios.
A nivel psicológico, las religiones pueden ser un elemento valioso en el equilibrio de las personas. Participar de una iglesia podría ser tan útil como pertenecer a un club social, pero es muy superior si además tienes experiencia personal de Dios. En ocasiones la formación religiosa es culpable de algunos trastornos mentales, normalmente debido a errores conceptuales. Es muy importante recordar que Dios y Religión no es lo mismo. Gran parte de los argumentos contra Dios, son realmente contra religiones específicas.
La Medicina ha estado demostrando cómo los creyentes, pueden tener mejores posibilidades de recuperación ante enfermedades.
Durante siglos, hemos creído que la Razón y la Fe eran antagónicas. En los momentos actuales, es necesario integrarlas. Pienso que los últimos hallazgos de ciencias como la Física Cuántica, facilitarán el expandir nuestros horizontes conceptuales, integrando mejor la dimensión humana espiritual.
La Filosofía ha enfocado a Dios desde siempre. La Filosofía Racional y el Empirismo, fueron de las corrientes que junto al Neopositivismo, del famoso Círculo de Viena, señalaron que ciencias humanísticas no eran ciencias. Corrientes filosóficas, como la Fenomenología (E. Husserl), posibilitan el que si bien no podemos meter a Dios en un laboratorio, podamos estudiar científicamente al “fenómeno” o manifestación de lo divino en la Humanidad.
En un enfoque pragmático, frente al dilema de la existencia de Dios, hay dos posibilidades. Si no existiera, millones de personas habrían vivido con una ilusión y al morir habría terminado todo, sin siquiera ellos darse cuenta. En cambio, si Dios existiera, el haberlo tenido presente toda la vida, es lógico suponer que habría sido conveniente.
Según la Ley de Conservación de la Energía, la energía no se destruye sólo se transforma. Por lo que cuando descubres que eres realmente energía, el concepto de la muerte adquiere otra perspectiva. La Ciencia podría llegar a comprender la inmortalidad.
Algunas personas creen que el orden surgió del caos de forma automática, otros creemos que se necesita algún tipo de inteligencia para encauzar el orden desde el caos.
Solemos imaginar a Dios como un anciano, más inteligente que nosotros y que vive en una especie de nube o dimensión, desde la cual nos mira. Aunque no podamos mirarlo a él. Solemos creer que le encanta que lo alabemos y se llena de rabia cuando le llevamos la contraria. Ya debemos madurar.
Es lógico pensar que la inteligencia de Dios sería muy superior a la nuestra, y hay conocimientos que realmente no estaríamos en condiciones de manejar. Hagamos un ejercicio mental para entenderlo mejor. Imagina que viajas unos cinco siglos al pasado y te encuentras con Cristóbal Colón. Si le hablaras en español, él podría entenderte porque lo hablaba. Pero piensa cómo podrías empezar a explicarle lo que es el Internet.
Algunos creyentes consideran que en sus sagradas escrituras está absolutamente todo lo que podría saberse de Dios.
Tu concepción de Dios es tan personal, como tus huellas digitales. Aunque solemos coincidir en los aspectos esenciales, los detalles secundarios, son los que han generado guerras y xenofobia. Aunque aceptes los lineamientos centrales de tu iglesia, si la inquisición te interrogara a fondo, probablemente terminarías en la hoguera por hereje. Los elementos inquisidores aparecen en todas las comunidades religiosas. Hemos enfocado a Dios, principalmente desde las ciencias humanas. El próximo domingo, hablaremos de la espiritualidad.