Para el año 1935 se llevó a cabo un proyecto emblemático de la construcción prefabricada desarrollado por Jean Prouvé, y fue el Club de Aviadores Roland Garros , considerado como una especie de manifiesto de la industrialización. La totalidad del edificio se fabricó a partir de un armazón de perfiles plegados con chapa de 4mm de espesor sujeto con uniones atornilladas. Como fallo en la construcción se registra el movimiento térmico de las los paneles de fachada metálica que en invierno sufren retracción y en verano dilatación,  sometiendo a las juntas y uniones a una considerable tensión.

Más ejemplos americanos

Otro claro ejemplo de construcción modular ligera ,  fueron las casas de la TVA (Tennessee Valley Authority) a principios de los años 30 (1934, en el contexto de La Gran Depresión del 29).

Estas viviendas diseñadas por un equipo de arquitectos, dirigidos por Louis Grandgent y Carroll A. Town, sirvieron de alojamiento para el personal de la citada compañía eléctrica  (parte del New Deal), en sus planes de expansión en esa zona de Estados Unidos.

Los módulos seccionados se fabricaban para que fueran fácilmente transportables (incorporaban ruedas que luego se retiraban) hacia los lugares de trabajo de la empresa (construcción de presas e hidroeléctricas) cosa que no era posible con los modelos de viviendas Norris, existentes hasta ese momento, de construcción en madera que le antecedieron. La verdad de la historia era que aunque se reconocía que las Norris tenían una proyección de vida más duradera que las casas modulares, para los fines de la empresa, era preferible la movilidad a la durabilidad.

Las casas TVA (Truckable Houses)  estaban fabricadas de madera y tableros de fibra resistente a la intemperie y  tanto el suelo como el techo estaban realizados con Stressed skin.

Cada sección de la vivienda tendría unas dimensiones aproximadas de  2,10 m de largo por 2,70 de ancho y con un peso de unos 3,000 kg. Como medida de eficiencia ya incorporaban de fábrica los sistemas de agua potable, saneamiento y electricidad.

De nuevo Bucky

Por otro lado, la obra del gran maestro, contemporáneo de Prouvé, Buckminster Fuller es en sí otro manifiesto de eficientización de la construcción industrial. Ejemplo de ello es la idea de la Dymaxion Deployment Unit, que surge  cuando el autor observa los silos de grano de acero y propone una solución habitacional ligera, asequible y de fabricación en serie tanto para uso militar como para vivienda civil de bajo coste.

Para esto Buckminster Fuller se asocia al propio fabricante de este tipo de silos la Butler Manufacturing Company y así nacen la Dymaxion Dwelling Unit (DDU) en 1941. Las DDUs basadas en una re- interpretación del concepto Dymaxion House de 1927 fueron usadas por el ejército americano en escenarios de guerra y tenían paredes circulares, techo de metal en forma de cúpula y contaban con un ventilador/extractor en el vértice central para la extracción del aire caliente hacia fuera del edificio y asociado con un efecto de captación de aire fresco desde el suelo del edificio.

Un camino no concluido

La construcción modular ligera representa un camino no concluido, un camino que ha tenido varios inicios desde diferente puntos pero que no se han continuado en el tiempo más allá de un puñado de empresa que mantienen un nicho reducido de mercado.

La idea de un edificio que no sea eterno no es confortable para la psique de los arquitectos y mucho menos para la psique colectiva. Esta serie de artículos no es una apología hacia este tipo de arquitectura, pero no dejan de ser una introducción a un tema apasionante, un tema que por demás se sigue planteando como una alternativa de solución constructiva más flexible, y apta para una sociedad cambiante, y sobre todo para lugares que por alguna razón puedan presentar un déficit habitacional.