“La Constitución se fundamenta en el respeto a la dignidad humana y en la indisoluble unidad de la Nación, patria común de todos los dominicanos y dominicanas”.

La protección de los derechos humanos y la defensa de la soberanía nacional, ha generado amplios debates y controversias en el ámbito nacional e internacional. Las políticas de defensa y seguridad nacional, crean tensiones y retos importantes en su comprensión y desarrollo en el contexto político y social de la República Dominicana.

La soberanía es el poder del Estado pero sujeto al derecho, con la facultad de regular sus asuntos internos y externos, libre de injerencia, presión y no puede estar condicionado a intereses de otros. Pero también, la noción de soberanía corresponde a un tipo de organización política, que configura los Estados soberanos sujetos a normas, políticas, instituciones, en el marco de la libertad de las personas y de respeto de los derechos humanos.

En materia de derechos humanos es frágil argumentar en relación a la soberanía nacional, sin profundizar en principios fundamentales, desde una perspectiva de un Estado Social Democrático de Derecho y aún más a partir de la adquisición del individuo de la categoría de sujeto de derecho internacional.

Los derechos humanos son una condición elemental y se consolidan cuando no existe brecha entre la norma y la realidad, el ser y lo que debe ser, además cuando las leyes y las instituciones del Estado son efectivas, donde el debate político está libre de amenazas y los ciudadanos y las organizaciones sociales asumen un rol activo en la defensa del Estado y en la protección de los derechos humanos.

En la práctica los Estados con alto niveles de corrupción, con poca institucionalidad, bajo estándares de cumplimiento de la ley, con alta concentración del poder, presentan resistencia y trabas para la protección de los derechos humanos y presentan resistencia a los órganos de promoción de derechos fundamentales y será muy difícil conciliar la soberanía nacional con la protección efectiva de los derechos humanos.

La soberanía nacional debe ser respetada y garantizada por el Estado, al tiempo que garantiza  la protección de los derechos humanos de todas las personas que habitan en su territorio, como  precisamente establece la Declaración Americana de los Derechos Humanos o en la Declaración Universal de Derechos Humanos, por cuanto, la soberanía nacional se construye sobre la base del derecho y la legalidad de las acciones del Estado.

La soberanía nacional faculta al Estado para regular sus asuntos internos, para proteger y perseguir sus objetivos nacionales, mantener su existencia y su seguridad, pero en un justo equilibrio con el respeto de los derechos inherentes de las personas que habitan en su territorio.

Los Estados democráticos, soberanos y garantes de derechos fundamentales, deben adecuar sus  políticas públicas, a los fines de crear las acciones que permitan una mejor correlación y reciprocidad entre los derechos humanos y las políticas de seguridad nacional.

El objetivo general de una política de defensa y seguridad nacional es garantizar el Estado de Derecho, mediante el fortalecimiento de la autoridad, el imperio de la ley y de la participación activa de la ciudadanía en los asuntos de interés común, además de la protección de los derechos de todos y todas independientemente de su sexo, raza, origen, lengua, religión o ideología política.

En el caso de la República Dominicana donde debe existir un Estado soberano la protección de los derechos humanos debe ser fortalecida y colocar las capacidades, con las herramientas y competencia de prevenir e impedir las ejecuciones extrajudiciales, la persecución o acoso  a periodistas, la incitación a pena de muerte, la discriminación, etc.

La seguridad nacional no es el diseño e implementación de mecanismos de coerción o restricción de derechos fundamentales, para su desarrollo es necesario la participación activa y el compromiso de todas las personas, no sólo en el ejercicio del voto, sino también con el respeto y la promoción de los valores éticos y cívicos.

Las tensiones entre derechos humanos y políticas de defensa y seguridad nacional se constituyen en los mayores retos u obstáculos a superar para profundizar en la garantía y protección de los derechos humanos.

El fortalecimiento del Estado de Derecho necesita que todas las acciones del Estado estén sujetas a políticas, normas y al respeto a los derechos humanos, sobre la arbitrariedad y los abusos de poder, sin el debido respeto a los derechos humanos, nunca tendremos políticas de Defensa y Seguridad Nacional integrales y a fines a un Estado Social Democrático de Derechos.