SOBADORA

El verbo sobar es un verbo delicado porque se contrae a una acción que es plácida. De alguna manera es tocar pasando la mano. En República Dominicana sobar es ‘dar masaje, friccionar’. Así aparece en el diccionario mayor de la lengua, el de la Real Academia.

El femenino “sobadora” tiene un uso que no pertenece a la ternura y que no trata de ablandar o suavizar cosa alguna. Hay que señalar que este “sobadora” no se presenta solo en el español dominicano.

Una sobadora, con carácter de sustantivo, representa un arma de fuego que dispara cartuchos rellenos de municiones. En realidad es una “escopeta sobadora” o “escopeta de sobadora”, que es un tipo de escopeta diferente de la semiautomática.

Este tipo de arma de fuego portátil (antes de hombro), tiene un dispositivo debajo del cañón que se acciona haciendo un movimiento firme hacia atrás y luego hacia adelante para colocar el cartucho en posición de ser golpeado por el percutor.

En el habla dominicana un “sobo” es la acción y el efecto de sobar. También conocen los dominicanos el pan sobado (sobao) que es el que lleva manteca o aceite por encima (en su masa, escribe el diccionario de la Academia).

Los jóvenes dominicanos en esa jerga que distingue a los de su edad hablan de “andar sobao” o “ir sobao” para transmitir la idea de que llevan o andan de prisa o a gran velocidad.

En el español dominicano cuando un arma semiautomática está lista para disparar, se dice que está sobada (sobá) porque se ha llevado con una acción de una mano el gatillo hacia atrás con un movimiento del carro del arma.

Por extensión de esta manera de preparar el arma semiautomática para disparar, se dice que una persona “está sobada” cuando esta está lista para entrar en acción.

Lo que se ha detallado más arriba no agota el tema. El Diccionario del español dominicano (2013) trae otras acepciones importantes, por esto se recomienda su consulta.

HOSPITAL DOCENTE – HOSPITAL UNIVERSITARIO

“El hospital del Doral servirá de sede a una propuesta más amplia del J. H. para un RECINTO ESCOLAR MÉDICO llamado. . .”

En muchas ocasiones los periodistas que escriben algunas reseñas no están al corriente del léxico específico sobre el que les corresponde escribir. Reciben una asignación y “no les queda más remedio” que lanzarse al ruedo y producir su trabajo.

Esto que se ha destacado en el texto reproducido reviste las características de una manera de tratar de salir del paso de modo airoso. El redactor oyó en inglés unos términos y decidió que debía traducirlos con independencia de criterio.

Para estos hospitales en los cuales se adiestra a los estudiantes de una o más universidades en las ciencias médicas, hace largo tiempo que se ha consagrado la combinación hospital docente. Es muy fácil de entender que así sea, pues se imparte docencia en estos.

No procede que se utilice “escolar” porque ese adjetivo es derivado de escuela. Es cierto que en la actualidad en el español se escribe y dice “escuela de medicina, escuela de derecho” y otras combinaciones más. Se hace por imitación del inglés, lengua en la que es school of medicine. Era más acertado antes cuando se empleaba de manera exclusiva la palabra facultad, que es un centro o división de una universidad donde se imparte docencia. Esta palabra designa así mismo el edificio donde funciona la enseñanza.

Ha permeado el español llamar “hospital universitario” al que sirve los propósitos de práctica de la medicina para los estudiantes de esa carrera. Ese es el famoso university hospital que goza, en su mayoría, de gran prestigio. El prestigio le viene a esos establecimientos  de que en esos centros hospitalarios también se investiga, y, eso unido al cuidado con que se ejerce la medicina sirve para dar buena fama a la universidad y al hospital.

La palabra escuela evoca el pupitre, el aula, el maestro, la pizarra y la tiza. El vocablo facultad trae consigo la idea de universidad en el ámbito de la enseñanza. No debe caer en el olvido este tipo de mecanismo que opera en el nivel de la memoria para retrotraer ideas.

APUNTAR

“De 1,900 kilómetros, de los cuales, 1,400 en Estados Unidos, el oleoducto Keystone XL APUNTABA a transportar petróleo canadiense desde el yacimiento petrolífero. . .”

El uso que se hace en la oración transcrita del verbo apuntar se aleja del sentido primero que este posee en el español tradicional. Solamente personas muy avisadas podrán dar con el significado que le imprime el redactor en este contexto.

Según parece esta acepción constituye una tendencia reciente en el español, reciente de acuerdo con la medida del tiempo en una lengua como la española.

Solo consigna este valor el Diccionario del español actual de Seco, Andrés y Ramos que en la décima acepción para el verbo apuntar en su parte b, escribe: ‘orientarse o encaminarse [algo en una dirección (compl hacia)]’. Ha de llamarse la atención de inmediato que en el texto copiado no se utiliza la preposición sugerida por el diccionario citado.

El punto en que (donde) coinciden el empleo del verbo apuntar y la acepción transcrita, es en la equivalencia apuntada con respecto del verbo estudiado con el verbo encaminar en tanto sinónimo de orientar tomado como dirigir una cosa a un fin. El Gran diccionario de la lengua española de Larousse recoge estas significaciones con la preposición /a/ que ha motivado que en esta exposición se resalte en negrillas.

El autor de estas notas acerca de la lengua está consciente de que los razonamientos que preceden no son sencillos y de que se prestan a confusión.

Todo este lío procede del inglés, lengua en la cual (en la que) el verbo que traduce la idea de “apuntar” es to aim que en su primera acepción podría traducirse por “encauzar, encaminar, enfocar”. La segunda acepción en el Merriam-Webster´s Dictionary es “aspirar, pretender”. Este pretender sirve para expresar, en este caso, “desear hacer”. Esto es, “tener la intención de”.

Como se comprueba por medio de la lectura de esta sección, para llegar a la explicación del sentido se ha precisado de un recorrido demasiado largo. Hubiese sido más sencillo escribir algo por este estilo: “el oleoducto destinado a transportar, oleoducto dedicado a, propuesto para, proyectado para”. ¿Había necesidad de abrevar fuera del español?, claro que no.