I.- El modelo económico dominicano, genera mediocridad

1.-  Un ordenamiento económico y social  que descansa en la desigualdad  de oportunidades para la mayoría de la población de un país, de diferentes formas deja ver injusticias  y lacras.

2.- Cuantas veces se pone a prueba la funcionalidad del sistema  que impera aquí,  la ineficacia se revela sin el mayor esfuerzo. De inmediato se pone en evidencia la inutilidad del mismo.

3.- Lo que no es provechoso, ni da rendimiento alguno, se convierte en ineficaz  para el ser humano. Algo que carece de sentido para disfrutar,  se hace inservible.

4.- Lo que enseña el modelo económico   que existe en el país, es que hace tiempo dejó de ser favorable para el pueblo. Solamente se mantiene  por la  preferencia injusta que, sin mérito ni equidad, solo está presente por la parcialidad hacia él de la minoría nacional dominicana que le saca beneficios.

5.-  Una de las notas distintivas  negativas  del modelo económico dominicano, está expresada  en lo educativo que  manda el mensaje   de  mediocridad.

6.- Países que ayer, al igual que el nuestro,  no disponían   de lo indispensable para vivir, y con un alto índice  de analfabetismo, hoy cuentan con una  alta esperanza de vida, y están totalmente alfabetizados.

7.- El pueblo dominicano es hoy víctima de la cualidad de subdesarrollado,  porque vive bajo un sistema  que fomenta  el atraso. Es una tara sistémica lo que nos  hace ser   seres humanos del montón, de la medianía.

8.- No es que los dominicanos y las dominicanas, nacen para formar parte de una comunidad de personas de escasa razón o inteligencia. La vulgaridad es el resultado del medio social decadente donde estamos viviendo, que condena al pueblo al adocenamiento.

9.- Ninguna persona física llega al mundo de los vivos con la calificación de ser un ente social de superior calidad o bondad. El hombre o la mujer de origen social humilde, si se le escapa al sistema, es posible que llegue a la excelencia,  siempre y cuando tenga la posibilidad de desarrollarse.

10.- En el seno de la sociedad dominicana, en barrios marginados, barrancones y cañadas, habitan jóvenes talentosos; sumamente inteligentes, que llegan a destacarse por sus muchas luces hasta el grado de bachillerato, pero en lo adelante, por cuestión de subsistencia, tienen que integrarse  al mercado laboral, quedando así  eliminados  de lo que genera su capacidad.

11.- Compartí mis años de estudios,  hasta la secundaria, con compañeros que eran verdaderas lumbreras, fuera de serie, pero sin posibilidad económica  de ir a la única universidad que en ese momento existía aquí.

12.- Lo que quiero destacar es  que nuestro país  cuenta con un material humano talentoso, pero  unas veces el sistema social, y en otras ocasiones el educativo, se convierten en trabas que impiden  que uno cualquiera de nuestros connacionales desarrolle sus potencialidades de entender o conocer, es decir, su inteligencia.

II.- Sistema social y educativo ineficaz

13.- En la República Dominicana,  la realidad está demostrando que el sistema  utilizado para enseñar  no es funcional, lo que se comprueba por  la pobre preparación  del material humano  que tiene la misión  de formar a nuestros niños y niñas. No es cuestión de que esté al frente del Ministerio de Educación,  Eugenio María de Hostos, Ercilia Pepín, Salomé Ureña o  Roberto Fulcar.  El problema no es de persona, sino sistémico, como lo revelan los datos que indicamos a continuación.

14.- Hace unos años, el Ministerio de Educación convocó a unos 16,239  profesores que fueron evaluados para fines de cubrir vacantes disponibles en funciones de dirección, directores y docentes escolares. El resultado fue que un 59 por ciento de los que se sometieron a las pruebas no alcanzó la puntuación mínima requerida. [1]

15.- En el mismo proceso de evaluación, otro 97 por ciento compuesto por médicos e ingenieros que se postularon para maestros de asignaturas relacionadas con sus especialidades en el bachillerato, no pudo superar los exámenes.[2]

16.- De 33,069 maestros que tomaron la Prueba de Orientación y Medición Académica (POMA), para optar por una de las plazas como docentes en distintas escuelas públicas a nivel nacional, el 73.86% reprobó, mientras que solamente aprobaron 8,643 que compone el 26.14% de los postulantes.[3]

17.- En su oportunidad, la presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, denunció que los concursos para docentes no estaban diseñados para profesionales de la educación y pidió al Ministro de Educación ponerse al frente de la situación, ya que en 5 de las regionales donde se aplicó la prueba, el 100% de los participantes reprobó el examen.[4]

18.- La prensa nacional dominicana, informó  que médicos falsificaron y plagiaron investigaciones con el fin de lograr espacio en subespecialidades. Esto motivó  que una comisión del Colegio Médico Dominicano, sometiera a ocho (8) galenos a la Comisión de Ética del gremio.[5]

19.- Para coronar los datos  antes indicados, y como una reiteración  de la falla del sistema, resulta que hace unos días la opinión pública nacional conoció de la penosa información  de que solo 528 de unos 11.000 postulantes pasaron las pruebas de la primera etapa del concurso docente.[6]

Razonamiento final

20.- Para mí, resulta sumamente difícil, doloroso,  escribir  este artículo dando a conocer  las fallas que revela el sistema educativo  vigente, porque los datos  que expongo  dicen claramente que nos estamos moviendo  en un ambiente  en el cual, en las escuelas,  las deficiencias son profundas y conspiran contra el desarrollo humano.

21.- Lo decepcionante del problema educativo en el país no debe impulsarnos a comportarnos anímicamente aniquilados; por el contrario, debemos proceder animosos, llenos de valor, sacando cada vez más bríos para salir adelante y triunfantes  en la educación y en todo aquello que es útil para el progreso de los dominicanos y las dominicanas.

22.- Los hombres y las mujeres que en este país confiamos en las potencialidades del pueblo dominicano, debemos aspirar  y luchar para hacer realidad la idea de que: “El objeto supremo de la educación debe ser el de formar un espíritu  que puede estar a la altura de cualquier ocasión”.

23.- Finalmente, cada uno de los que aquí creemos que un mundo  bajo un sistema social  justo  es mejor y posible, debemos recordar que: “Sólo  hay un bien, el conocimiento; sólo hay un mal, la ignorancia”.

[1] Hoy, 16 de enero de 2014.

[2] Listín Diario, 27 de enero de 2014.

[3] Listín Diario, 23 de julio  de 2019.

[4] Diario Libre,  24 de junio 2019.

[5] Hoy, 29 de julio de 2019.

[6] Diario libre, 17 de septiembre de 2021.