Los entendidos en temas constitucionales, no pueden explicar lo que acontece en el país con el Poder Judicial, estamento del Estado, que es esencial para el sistema democrático. El Poder Judicial, formulado y diseñado para garantizar el sistema de derechos, la justicia y la equidad para la sana convivencia, no solo aquí, sino en todo el mundo.

En los esquemas de gobierno dictatoriales, todos los poderes, son asumidos y ejercidos por los detentadores del poder de ocasión, hasta que estos son sustituidos. Sin embargo, no debe pasar lo mismo en la llamada democracia del pueblo, para el pueblo y por el pueblo (Abraham Lincoln, 1863). Por tanto, los regímenes de fuerza, se mantienen y sostienen, hasta que el pueblo, donde reside el poder real y soberanía (Constitución Dominicana, 2010), se rebela y decide cambiar, para un nuevo comienzo.

Lo descrito anteriormente se aplica al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en sus distintos gobiernos y muy especialmente, el gobierno del Lic. Danilo Medina. La Administración de Danilo Medina, ha ampliado y profundizado la corrupción, prostitución y corrosión de las instituciones públicas en que descansa la República, mediante prácticas abyectas, corruptas, ignominiosas, infamantes e inaceptables.

A este Gobierno no le ha bastado disponer a su antojo de todos los poderes públicos, de practicar las inconductas ya conocidas -clientelismo, amiguismo, oportunismo, demagogia y manipulación de los datos de la pobreza, compra de los medios de comunicación, propietarios, periodistas y vocingleros pagados, sino que además ha puesto en riesgo  la seguridad del sistema jurídico del país.

Es un gobierno carente de confianza y credibilidad. Este proceso de deterioro, inició con la cobardía de no tirar piedras para ningún lado, el engaño y estafa de la Barrick Gold, demagogia en las visitas sorpresas, corrupción en la OISOE, DICAM, mal utilización del 4% de la educación, uso del Servicio Exterior para todo y todas, menos para lo que debe ser, ausencia de transparencia en el uso presupuestario, etc, etc.

Ahora, se devela la pestilencia en el Sistema Judicial, puro negocio para cumplir compromisos políticos con Leonel Fernández, Miguel Vargas y su propia gestión. Eso realmente, da asco. Claro, si a los jueces los “obligan” a dar sentencias a terceros por razones políticas -NO HA LUGAR-, ¿por qué no para beneficios económicos propios?. ¿Podrá el Presidente Medina, distanciarse del NO HA LUGAR, del Senador Sanjuanero? Resultaría muy dudoso.

Si el pasado presidente de la Suprema Corte de Justicia, definió como un Blasón Negro en la toga, la transacción que hizo con el Expresidente Leonel Fernández, en el caso de la Sund Land, para mantenerse en dicho puesto -ya es de dominio público que fue engañado por Leonel Fernández-, ¿qué podríamos esperar de los actuales responsables del Poder Judicial?

Los responsables del Poder Judicial, ignoran el significado de una renuncia para mostrar vergüenza, restituir su honor, tal vez erróneamente cuestionado y recobrar la dignidad puesta en duda. ¿O es que en el Sistema Judicial Dominicano están ausentes la vergüenza, el honor y la dignidad?