Durante la década de los llamados “cowboys de las drogas”, el Caribe -y en particular RD- era el trampolín de un 80% de la cocaína que fluía hacia EEUU, primordialmente a Florida. En la medida en que Colombia y EEUU arreciaron su lucha contra los cárteles de Cali y Medellín en la década de los ’80 y principios de los ‘90, el tráfico eventualmente se desplazó casi por completo hacia Centroamérica y México.

Sin embargo, desde hace unos años se ha venido prediciendo que la guerra contra las drogas desatada por Calderón en México en 2007 y continuada  a través de Centroamérica por sus autoridades, iba eventualmente a desplazar una parte del tráfico de la cocaína de vuelta al Caribe (Aljazeera, 18 abril 2010). Parece que se ha reiniciado la vuelta al pasado.

De acuerdo al encargado de la DEA en Puerto Rico “entre los últimos tres y cinco años, el porcentaje de cocaína viajando a través del Caribe se ha incrementado del 5% al 16%” y de “unas 70 toneladas métricas de droga” que pasaban por la región “ahora son entre 90 y 100 toneladas métricas por año” y, añade, que “al menos 80 de esas 100…hace una parada en República Dominicana”, teniendo la mitad de esa cantidad como destino EEUU y la otra Europa (El País, 5 de abril 2014).

A principios de 2012, el embajador dominicano en EEUU señaló en una comparecencia ante el comité del Senado de ese país para el control internacional del narcotráfico, que un mexicano detenido en RD había confesado que el cartel de Sinaloa “busca crear una ruta a Europa a través de la República Dominicana” y “vinculó a esta organización criminal, que podría estar operando en Santiago, La Vega y Jarabacoa,  con los asesinatos recientes de tres colombianos, un español y un venezolano”, y añadió que era posible que el cartel estuviera recibiendo colaboración de grupos dominicanos “para adquirir químicos usados en la fabricación de narcóticos” (Listín Diario, 2 febrero 2012).

Poco tiempo después, se denunció que “con el arresto del piloto de Joaquín “Chapo” Guzmán, jefe del peligroso cartel de Sinaloa, y otro presunto miembro de esa organización criminal, se elevan a diez los narcotraficantes mexicanos que han sido capturados y expulsados del país en los últimos 14 meses, vinculados al fugitivo capo” (Listín Diario, 10 abril 2012).

¿Cuan real y efectiva es la presencia del poderoso cartel de Sinaloa, o de otro grupo criminal como la Ndrangheta italiana en el narcotráfico en RD? La verdad es que no hay datos públicos confiables que permitan afirmar que existe un nivel importante de penetración de ninguna organización criminal transnacional en nuestro país. Sí existen datos en relación a varios aspectos de las redes dominicanas y de ello podemos establecer algunas deducciones sobre el narcotráfico en RD.

Antes de analizar las organizaciones del tráfico de drogas y para entender sus acciones, es necesario primero reconocer que en el fondo estas organizaciones operan como negocios. Por tanto, hay que ponderar la dimensión de la cadena de beneficios de la cocaína para poder contextualizar debidamente sus operaciones criminales y la violencia. Miramos solo la cocaína y no la heroína, que también fluye por RD, como barómetro de la magnitud del dinero que pasa por las manos de estos grupos.

¿Cuál es el valor de las 80 toneladas métricas que pasan anualmente por RD? Si usamos los cálculos del jefe de la DEA en Puerto Rico, de que aproximadamente un tercio de la droga es capturada por las autoridades, esto quiere decir que unas 54 toneladas logran pasar, siendo 27 de éstas enviadas a EEUU y la otra mitad a Europa.

Por las capturas de drogas sabemos que una cantidad de ésta provenía de Cartagena, por lo cual podemos apelar a cifras de la Policía Nacional colombiana, de que un kilo de cocaína comprado en el interior de Colombia cuesta US$2,200, pero entregado en un puerto de ese país fluctúa entre US$5,500 y US$7,000. Como punto de comparación, el mismo kilo, pero ya en la frontera norte de México cuesta US$16,000; dentro del territorio de EEUU el precio se eleva a US$24,000 (Stratfor, 3 enero 2013).

Una tonelada tiene 1,000 kilos, lo cual significa que las 54 toneladas que logran penetrar después de pasar por RD representan 54,000 kilos; a 1,000 gramos por kilo para la venta al detalle hay 54 millones de gramos. El precio promedio a nivel de detalle de un gramo en EEUU varía de US$100-US$150 y en Europa de US$130-US$185. Tomando US$125 como precio promedio de un gramo para EEUU y US$150 para Europa, los 27 millones de gramos que se venden en EEUU significan un ingreso total de US$3 mil 375 millones y los 27 millones de gramos que se venden en Europa representan un ingreso de US$4 mil 050 millones, para un ingreso combinado de ambos mercados de US$7 mil 425 millones.

El costo de compra de las 80 toneladas al precio tope de US$7,000 el kilo en Cartagena (es decir, incluyendo las 26 toneladas capturadas por las autoridades como un costo de pérdidas operativas), asciende a unos US$560 millones. Restando esta cifra del ingreso total de las ventas, el beneficio bruto ronda los US$6 mil 865 millones; un retorno de 12,25 veces la inversión, o sea un 1,225%.

Para colocar estos montos en perspectiva, el ingreso total de la cocaína citado más arriba representa en pesos dominicanos RD$326 mil 700 millones (44 x 1), el equivalente de un 51.7% del presupuesto general de la nación dominicana para 2015 (RD$630 mil 934 millones), y un 71.7% de todos los ingresos proyectados para el próximo año (RD$455 mil 433 millones).

Aun con las arbitrariedades y presunciones sobre los precios y costos precedentes, podemos apreciar que los niveles de los beneficios del tráfico de la cocaína a través de nuestro país representan cifras astronómicas. Ésto explica, por lo menos en parte, los riesgos y violencia extrema que genera este negocio ilícito y porqué cárteles transnacionales -como el de Sinaloa- podrían estar interesados en RD.

Para entender las redes dominicanas, primero hay que conocer algunos aspectos de éstas en EEUU.