SIN TECHO
“La presidenta Dilma Roussef celebró la Navidad con recolectores de basura y habitantes SIN TECHO.”
En muchos países de Hispanoamérica durante largos años ya han utilizado esta locución adjetiva del título para referirse a las personas que carecen de vivienda y, generalmente de cualquier medio de vida.
Otros escritores, sobre todo en periódicos han adoptado el participio adjetivo “desamparado” que a pesar de lo mucho que se ha usado no cuenta con la anuencia de la RAE. La definición que retiene ese colegio de la lengua para desamparado/a es escueta: “separado o dislocado”. Se refiere a lugares apartados y sin habitantes.
El uso ha establecido que desamparado/a corresponde a falto de amparo, de protección. En el caso en que se aplica a una persona designa a aquella que no está protegida contra las inclemencias del clima: lluvia, frío, viento. Que no tiene medio para subsistir.
La locución del título ya ocupará su lugar en el DRAE en la edición vigésima tercera. También se le reconoce el valor de locución sustantiva cuando se antepone el artículo determinativo “los sin techo”.
Del hecho de que la RAE sanciona la locución adjetiva del título puede suceder que empiecen muchos a utilizarla con más favor. Esto puede a su vez dar motivo a que el participio adjetivo “desamparado/a” caiga en desuso para los fines antes estudiados.
PRECINTO
“. . .no abrió más sitios de votación anticipada y decidió no establecer nuevos límites entre los PRECINTOS este año como estaba previsto. . .”
El vocablo precinto tiene sus límites muy bien establecidos. No es la primera vez que se encuentra este término utilizado del modo en que se hace en la cita. Aquí hay una exageración en el empleo porque se toma algo que se encuentra precintado en un sitio para denominar el sitio completo.
Un precinto es un sello, atadura o banda que mantiene cerrada una cosa; puede consistir en una ligadura o señal cerrada, con el fin de que solo se abra por la persona a quien corresponde legalmente.
En el texto citado a la palabra precinto se le imprime un valor que no le corresponde: No es el local en el que entran los votantes para ejercer su derecho al voto. Entre precinto y el local mentado no existe una relación directa que permita permutar una por otra y transmitir la idea.
Durante muchos años a las cajas selladas para depositar los votos en República Dominicana se les ha denominado urnas, pues sirven para depositar los votos en las votaciones secretas. Luego de efectuado el voto solo las personas designadas por las autoridades tienen la facultad de abrir la caja para proceder a hacer la cuenta.
CABILDOS
“Con su obstinada oposición al control de armas, sus aportes monetarios a CABILDOS que intimidan a políticos, sus adquisiciones delirantes de armas. . .”
Se hace constar muy expresamente que la frase se copió exactamente como se encontró escrita en el periódico. No se le cambió ni una palabra. Hay que admitir que el término del título en esta oración llamó la atención; precisamente por eso se la tomó para escribir esta sección y examinar el significado de cabildo en el español corriente.
El cabildo es la junta y la sala donde se celebra la reunión de este. Es el ayuntamiento, la corporación municipal. En el ámbito religioso es el conjunto de los eclesiásticos que tienen cargos en una catedral; es el capítulo o junta de algunas órdenes religiosas. Los demás significados se sitúan alrededor de los mencionados.
Si se lee de nuevo la oración copiada se notará enseguida que se ha confundido el oficio de una persona con otra institución que es diferente a su tipo de trabajo.
Quienes intimidan a los políticos no son los cabildos sino los cabilderos. Y estas personas son las encargadas de hacer una labor que se conoce por el nombre de cabildeo. Cabildear a su vez es gestionar con actividad y maña para ganar voluntades de un cuerpo colegiado o corporación.
Diría el conocedor de la materia que en esta clase de diligencias hay más mañas que otra cosa. Las gestiones quien las hace las lleva a cabo por encargo de un grupo de intereses particulares. En español sale el nombre del gestor de la palabra del título, así como el trabajo que desempeña. Estos personajes diligentes en realidad lo que hacen es que presionan los poderes públicos colegiados para extraer de ellos resoluciones que favorezcan los intereses que ellos representan.
Por muy angloamericana que sea la noción del cabildeo no cabe duda de que en los países subdesarrollados de Hispanoamérica la actividad ha cobrado gran auge. Muchas veces los cabilderos constituyen un poder oculto pero eficaz.
Por último, no hay que confundir la institución del cabildo, sus sesiones y la sala de reuniones, con la faena a que se dedican las personas que se sirven de influencias de todo tipo para conseguir decisiones que favorezcan los intereses que les pagan a los últimos.
LUCHÓN, NA
“Nunca comprenderán que, independientemente de su música, ella se dio a conocer por ser una mujer muy LUCHONA, que nunca se dejó. . .”
Un individuo es luchador cuando es tenaz en el esfuerzo para sacar adelante su propósito. Es la persona que lucha para lograr lo que se propone.
En la frase que se reproduce al principio de esta sección la voz que se encuentra es “luchona” que es conocida en México. Como es de suponer no es lo mismo luchona que luchadora. Se reserva el último de los dos vocablos para la mujer que se dedica profesionalmente a algún tipo de lucha deportiva.
La luchona entonces no es la mujer que es una profesional de la lucha sino la que es emprendedora, industriosa, que trabaja con ardor.
Cada país cuenta con una gran cantidad de voces que son propias de su dialecto que muchas veces les dan colorido a las conversaciones y que bien administradas en el español escrito pueden sazonar muy bien una lectura amena.
No se piensa que esta voz “luchona” sea una que cueste mucho trabajo para entender. La raíz de esta es “lucha” que es un sustantivo moneda corriente en el español general, que hay que aceptar en este caso como esfuerzo que se hace para vencer obstáculos hasta alcanzar un objetivo.
En otros países utilizan la palabra “luchadora” sin parar mientes en que la persona no pelea contra otras, sino contra circunstancias. La mujer a la que se tilda de luchadora en esos otros países tiende a ser mejor que las demás, es una cualidad. No hace falta que haya combate, contienda, disputa para que se adjudique el calificativo a una mujer denodada en su afán por lograr su meta. Más bien hay emulación y esfuerzo por superar los inconvenientes.
Vale aquí que se acepte la voz “luchona” porque no denota lo mismo que la luchadora del diccionario del español común. Por su terminación con el sufijo -ona es un aumentativo femenino.
Este calificativo del título es una palabra motivada porque puede explicarla el hablante común del español mexicano. Este hablante no precisa de conocimientos especiales acerca de la estructura semántica y semántico-gramatical para entender el significado y explicarlo.
El hablante puede formarse una imagen clara de lo que representa la voz del título. Es un término evocador que remite al oyente o lector a formarse una idea clara de lo que se comunica.
BATUTA
“Los llamados encarcelamientos de baja intensidad, que pueden durar horas o varios días, han sido la BATUTA de la más reciente estrategia de la Seguridad del Estado cubano para. . .”
No puede comulgarse con esta batuta del texto porque produciría indigestión léxica. Esto equivale a decir que el vocablo está mal empleado en la cita. Más abajo se revisará lo que la batuta significa hasta en sus sentidos figurados para demostrar la mala elección que el periodista hizo en esta construcción.
La batuta es el instrumento que sirve al director de una orquesta para marcar el compás y dirigir a los músicos. La locución verbal “llevar la batuta” sirve para transmitir el mensaje que quien tiene la batuta es quien dirige, determina lo que se ha de hacer o la conducta que se ha de seguir. En estas significaciones mencionadas aquí el instrumento confiere la noción a quien lo lleva. El objeto inanimado pasa a denominar un concepto abstracto, el poder, la autoridad.
En República Dominicana la batuta es la representación de la autoridad, mando o jefatura. De allí deriva el verbo “batutear” /batutiar/ que es mandar, ejercer la autoridad. Hay un nombre relacionado directamente con lo anterior y es “batutazo” que es una orden o mandato severos, un acto ejemplar de autoridad. Un tratadista dominicano entiende que el “batutazo” es una acción de fuerza o un acto violento de fuerza.
Los dominicanos conocen una expresión que se aplica a las personas: “ser batuta y constitución”. Con esta se hace hincapié en que la persona hace la regla y se encarga de ejercerla. Tiene en sí el poder de decisión y la aplicación de la sanción correspondiente.
Este es el momento en que debe tratarse de congeniarse la batuta delineada en los párrafos anteriores y la redacción del periodista en su reseña.
Quizá quiso el redactor escribir pauta en tanto que esta significa norma, modelo patrón. Si se escribe de nuevo la oración y se cambia la batuta por una de las palabras sugeridas se notará enseguida que cobra sentido.