Tarde o temprano, el pensamiento

Falso nos lleva hacia la

Conducta incorrecta.

J. Huley.-

Justo cuando mis manos se posan en este insensible pedazo de papel, comienza una pertinaz lluvia que en medio de estos calores y con tanto tiempo contemplando el mismo panorama, se convierte en un bálsamo para el espíritu. Y es cuando la desorientada y golpeada conciencia se moviliza, tratando de salir de este doloroso letargo moral que nos acongoja.

Resurgen como acto de magia, los deseos vehementes de convertirse en un moderno Enriquillo, aunque no exista una Mencía. O quizás en algún soldadito desconocido, pero que permanece alerta en nuestra frontera sin que nadie valore su gesto, su sacrificio y su satisfacción por poner su granito de arena en la permanencia de esto que llamamos Republica Dominicana.

Se rebela el necio que no desea acatar lo que por ley le corresponde hacer, pero también se rebela la conciencia del ciudadano que trata de cumplirlas y que sus derechos son pisoteados, aunque le pongan encima una fina y hermosa alfombra de marca “democracia”, para disimular el atropello que se comete.

Y es que “Con cuchillo, y en tierras de ciclones, Dios ha tenido, para ser decente… que venir por aquí con pantalones”, -pa’ no tener que decir con c…s, para salir bien parao de este desmadre de país, secuestrado por una horda de vandálicos políticos, donde ni los hierros de la cárcel están seguros si ellos están cerca. Y es que hay osadas acciones y atrevimientos que se cometen contra este pueblo, por parte de ingeniosos oradores y hasta por pésimos habladores, pero efectivos mercaderes, que de tanto hablar mentiras, hacer diabluras y tratar con indelicados e indelicadezas, se pierden en lo claro, y es que llegan a compenetrarse tanto y de tal manera con las sabandijas, que cualquier acto lo convierten en un acto morboso y blindado, como si hubieran perdido la capacidad para diferencial entre lo que ellos quieren y lo que quiere el pueblo.

Ahora y como siempre ha sido, prosigue el rosario de alianzas espurias, alianzas para que se mantenga el engaño; alianzas con reales bastardos ambiciosos hasta lo insaciable; alianzas para que se mantengan vigentes los ventorrillos políticos, porque si les cuentan los votos de inmediato pierden el reconocimiento como “partidos”; alianzas para el engaño mediático; alianzas para repartir y crear nuevos organismos a fin de emplear –principalmente-, a la claque de “líderes opositores” que no llegan siquiera a ser alcahuetes; alianzas para proseguir con el engaño de que el gobierno que surja es el producto de los deseos del pueblo, y está claro que se refieren al pueblo que está lleno de miserias, aquel que empeña hasta su alma por una fundita, al pueblo que no razona, que es utilizado como carne de cañón, al pueblo que es fácilmente embaucado por medio de un clientelismo vergonzoso; al pueblo que pendejamente alimenta una enorme masa de crápulas, de lacras dizque políticas, que viven a expensas del Estado haciendo indelicadezas, y muchas veces, robando burdamente… ¡No j…s!

Y lo doloroso de todo esto, es el empleo masivo de la mentira, del empleo de medias verdades y medias mentiras, como si fuesen fieles seguidores de lo dicho en su momento por un genio del mal, que llevaba por nombre Joseph Goebbels; “Miente, miente, que al final algo quedara. Cuanto más grande sea una mentira, más gente lo creerá”. Pero lo más doloroso es que al final, -porque a todo le llega ese gran final-, las palabras engañosas se irán, expulsadas con la fuerza que solo puede producir la verdad, cuando más tarde o temprano brota cual iceberg justiciero. Así está en la historia, que las palabras se irán y solo la sombra de la sangre derramada y más la de los inocentes, perdurara. Así ha sido y así deberá ser. ¡Si señor!