Aquí se gastaban y se gastan cientos, miles de millones de pesos en asistencialismo, cosas innecesarias, barriles, barrilitos, regalías, alquileres de carros a particulares que andan a pie. Decenas de millones de pesos en publicitar que se hace lo que nunca se ha hecho, decenas de millones de pesos en la construcción de obras para la Feria del Libro que solo duraban cinco días y parecían más Mausoleo Egipcio que construcción practica para fomentar la lectura, que se conmemora en dichos días. Cientos de millones de pesos desde las alturas del parnaso legislativo, para “habichuelas con dulce en semana sana, regalos de madre y navidad”, y en definitiva, todo el oropel, todo lo incierto e innecesario tiene a la luz de los políticos y Ministros mucho más importancia que lo realmente importante, que la vida y la salud de nuestra gente de nuestros niños, de nuestras madres.

La desgarradora noticia de la muerte de once niños, en el Hospital “para niños” ROBERT READ CABRAL, no tiene perdón, ni DANILO, ni LEONEL, ni HIPOLITO,  pueden huir de esta tragedia, de esta noticia de la edad media, de esta sin razón sin cuento ni final de nuestros hospitales, donde todavía se sigue comprando a precio de oro, lo que a veces no vale nada, con mercancías compradas a crédito, a precios sobrevaluados, y no pagados, mas que si se “acuerda” la correspondiente comisión al administrador de turno, lo cual se hace a la vista y con la complicidad de todos. La muerte del FUTURO no tiene perdón, ni puede tenerlo, porque vivimos en un país de “Próceres y Honorables”, donde todos ellos, desde la abyección del robo y del amiguismo es presidenciable, a pesar de que frente a todos no pueda justificar ni una decima parte de su fortuna mal habida y asquerosa.

Estamos en las vísperas de que nada nos afecte, y de que realmente nada sea lo suficientemente impactante para llenarnos el alma de indignación, de rabia y de dolor, de justa ira que nos lleve a reclamar que los dineros del pueblo son sagrados, y usted, por mas Prócer y Honorable que sea no los puede usar a su antojo y capricho, ya que esto conllevaría sanciones, cárcel y descredito público, porque su robo significa menos sueros, menos curitas, menos oxigeno, y menos alcohol.

Solo hablan de proyectos, pactos fiscales, y demás pendejadas, pero nunca hablan, y no hablarán tampoco en el futuro, de reducir la nómina publica, de corregir y evitar los gastos superfluos de que tanto habló DANILO, y que han vuelto por sus fueros, y que él sabe perfectamente dónde cortarlos, porque el fue mucho tiempo (demasiado) para no permearse,  el administrador de dichos fondos presupuestarios. No hablan de las Megadivas en nómina cuyo único mérito es saber artes sexuales que a veces incluyen servicios especiales para funcionarios, y cuyo único trabajo es tirarse hoy un nuevo selfie para su publicación en las “redes sociales”, que no suman ni realizan ningún trabajo social digno, ni ayudan al prójimo sino es por beneficio propio e inmediato, en premio a la estulticia y a la simplicidad.

Es tiempo de que nos indignemos y que la muerte innecesaria de un solo niño provoque la suficiente rabia que nos permita  hacer los cambios que amerita el sistema de pagos, el sistema de compras, la sociedad misma, el rango de las cosas realmente importantes, y todo lo que tiene que ver con la corrupción, que se ha demostrado es el real cáncer de este país, y que al final de la Jornada, deja a estos politicuchos sin Perdón.