Leyes de la Robótica:

  1. Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano resulte dañado.
  2. Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley.
  3. Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradicción con la primera o la segunda ley.

Isaac Asimov

De cuando en cuando, surge un genio que predice  el futuro de manera casi perfecta. En su día Julio Verne fue un visionario que predijo grandes inventos que hoy,  la humanidad disfrutamos,  o incluso padecemos. Ya en pleno siglo XX, en el que los avances de las ciencias y la tecnología se equiparan a los conseguidos durante el transcurso de siglos y siglos pasados, hemos tenido a un divulgador/científico  visionario por demás, como Isaac Asimov; y también a realizadores de lo virtual como Mark Zuckerberg (Facebook) o Larry Page y Sergey Brin (Google).

Hoy vivimos en un mundo mucho más tecnológico que el que soñaron nuestros abuelos y cada vez más “conectado”.  La domótica es sin dudas el futuro hecho presente y ya casi todos tenemos gran parte de nuestras vidas,  personales y colectivas,  conectadas al móvil.

Refrescando la memoria tenemos que domótica es, según la RAE (Real Academia Española), es el conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda. Otros autores o manejadores de estos temas le llaman arquitectura inteligente. Si nos vamos a una escala urbana podríamos hablar de Smart Cities. 

La arquitectura energéticamente eficiente se está apoyando, en gran medida, en estas tecnologías inteligentes que resultan en facilitar y optimizar los procesos de los sistemas asociados a la eficiencia en el contexto de la arquitectura.

¿Daños colaterales?

No nos atreveríamos a afirmar, ni mucho menos, que estos sistemas súper tecnológicos sean nocivos para la salud de los seres humanos y que alguna red o redes de algún tipo de radiación o emisión de algo, pudiera o pudieran estar afectando a los usuarios de los hogares de nuestras ciudades. Investigadores se están ocupando de este tema y ya en algunos países, incluso, se habla de restricciones de las redes wifi en ciertos medios o espacios determinados y especialmente sensibles.

Parece que no tendremos más remedio que seguir investigando sobre el tema, con el agravante de que aún es reciente la implementación de estas tecnologías, para hablar de verdaderas víctimas.

Queda sobre la mesa su discusión  y nosotros nos comprometemos a retomarla la próxima semana.