Si miramos hacia atrás nos daremos cuenta de que en nuestro crecimiento muchas personas han tenido algo o mucho que ver. Uno de mis profesores de violín , El Maestro Gino Sambuco, ex miembro de la Filarmónica de New York, me dijo en una oportunidad: “ Luis, no sólo es tocar bien, mucho tiene que ver la suerte y estar en el lugar oportuno para lograr ciertas cosas”. En mi caso, he tenido mucha suerte, he estado en el lugar preciso, pero he tenido la gran suerte de contar con muchas personas que me han ayudado.
La mayoría de las veces creemos que sólo debemos recibir, no retribuir ni dar gracias. Es por eso que he querido corresponder en algo lo recibido y agradecer a los que me han apoyado en el proyecto en el que hoy me he embarcado.
Asistí durante cuatro años consecutivos a un festival y campamento musical en los Estados Unidos, mi experiencia fue maravillosa y tan importante para mi formación profesional y personal, que quise brindarle la misma oportunidad a dos estudiantes de violín del Conservatorio Nacional de Música, muy talentosos, responsables y de una gran calidad humana. Scarlett Martínez, alumna de la profesora Zvezdana Radojkovic y Luis Amílcar Guaba, alumno mío. El campamento es costoso, pero dadas mis relaciones en el mismo, obtuve una gran ayuda económica, (beca), para estos estudiantes.
Faltaba una parte en lo económico y sin pensarlo solicité una entrevista con el Ministro de Cultura. Le expliqué sobre mi proyecto con la estudiante, ya que mi alumno por razones escolares no iba a poder asistir, él de inmediato aprobó la ayuda necesaria para que esta talentosa joven no dejara de asistir por falta de recursos.
Debo agradecer públicamente al Ministro de Cultura José Antonio Rodríguez, a su asistente el Sr. Marcos Antonio González Puig (Tony), A la Srta. Rosangel Guerrero, del Departamento Financiero del Ministerio de Cultura, así como también al Maestro José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, quien hizo suya esta causa, a la profesora María Irene Blanco directora del Conservatorio Nacional de Música y al joven violinista Georni Liriano quien desinteresadamente filmó las audiciones de los dos jóvenes.
Quiero decirles que si estamos en una posición, es para servir, no para servirnos y eso es lo que ellos han hecho.
Gracias de todo corazón.