Siempre será conveniente para el desarrollo cultural dominicano y para la vida de las imágenes en movimiento volver a Silvano Lora como Gestor Cultural y Artístico. La memoria creacional de este artista y educador multidisciplinario la podemos encontrar en su búsqueda y experiencia de trabajo artístico ligado a las formas de vida populares que a su vez engendran los significados fundamentales de un diálogo abierto con las raíces y voces colectivas del pueblo o de los pueblos testimonios, de creación y cultura, que activa su identidad como cuerpo, gesto, memoria y acción creadora transformante.

 

Silvano Lora fue también un cinéfilo de consciencia y un gestor de documentales, reportajes, ficciones videográficas y cinematográficas. Las Bienales Marginales (1, 2, 3, 4 y 5), constituyeron un laboratorio y una esperanza de creación de mundos culturales populares captados por la cámara de Oscar Grullón, cineasta y documentalista, quien desde que conoció a Silvano Lora le siguió los pasos y no lo abandonó hasta el día de su muerte. Los proyectos realizados como búsqueda, exploración de realidades y experiencias audiovisuales (ver, “Inmarginación” (3ra. Bienal Marginal 1996); “Nostalgia del futuro”1997), fueron para este artista un arma de combate imaginario y cultural propiciadora de acciones mágicas, estéticas, políticas e ideológicas en progreso, acceso y práctica experimental “concienciadora”.

En efecto,  el maestro Silvano Lora llamaba a Oscar Grullón  “lugarteniente”, por todo el trabajo audiovisual que hicieron juntos, y además por el trabajo de eco-arte concentrado desde una integración cultural que sugirió el proceso de la Bienal Marginal, como posicionamiento diferente de la Bienal Nacional de Artes Visuales. Lo que en su momento supuso un planteamiento basado en la diferencia artística cultural.  Silvano admiró como cinéfilo y cineasta dos figuras que siguió como creador y gestor artístico. Se trata del poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht y el cineasta y teórico del cine Tziga Vertov. El Kino-Glas o Cine-Ojo y el Verfrendung o  distanciamiento en el teatro épico y dialéctico eran para nuestro artista camino y horizontes en cuanto a su esperanza de hacer un cine de acción cultural y prueba de identidad artística.

 

Cuando en 1999 Silvano organizó el Primer Festival de Cine de Santo Domingo, luego de pensar de manera procesual y detenida los obstáculos normales para dicho proyecto que pensó e imaginó, la idea acogida por algunos gestores cinematográficos jóvenes en aquel momento, nuestro artista ya había organizado la Primera Bienal Marginal de Santo Domingo en 1992; la Segunda Bienal Marginal Santo Domingo 1995 y tercera Bienal Marginal Santo Domingo 1997. A esta le siguieron las Bienales 4ª y 5ª (1998 y 1999).

 

Oscar Grullón seguía junto a Silvano Lora acompañándolo en todos sus proyectos de acción y educación como forma de construir plataformas estratégicas y formadoras de sujetos surgentes en un proceso de vida y utopía revolucionaria en el más digno nivel de compromiso estético, intelectual y cultural.

 

Un testimonio de amistad  y colaboración que conmueve por su verdad histórica y artística es el de los orígenes de dicha amistad:

 

“Conocí a Silvano Lora en 1992, durante una jornada de video-proyección en el barrio de Santa Bárbara; estábamos presentando “Ecos”, un videoarte-Documental sobre la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de América. Esa fue la primera vez que escuché a alguien definir mi trabajo con tanta propiedad y entusiasmo, resaltando su estética de Cine Marginal y comparándolo con otros movimientos cinematográficos como el Cinemá Verité y el Cine Ojo”(ver,  Testimonio de Oscar Grullón, 2021).

 

Este punto de encuentro selló una amistad artística, personal y de trabajo comunitario que Oscar Grullón subrayó en su Testimonio:

 

“A partir de ese momento quedó sellada una especial amistad. Nos invitó a presentar nuestros videos en las tertulias de su taller en la calle Pasteur y me integró al Comité Organizador de la Bienal Marginal. En ese tiempo hablar de Bienal Marginal era sinónimo de tarea laboriosa y permanente”. (Testimonio cit.)

 

¿En qué consistía la Bienal Marginal en aquel momento de compromiso cultural, educativo y artístico? Según Grullón:

 

“La Bienal Marginal consistía en realizar talleres y exposiciones en comunidades, barrios, cárceles y manicomios y eran actividades casi siempre realizadas con fondos propios. En esencia, la Bienal Marginal consistía en llevar luz hasta las adversidades sociales y esperanza a los más necesitados”.

 

Más adelante, el testimonio de Oscar Grullón ofrece otras dimensiones de amistad, colaboración entre el maestro y el sujeto que recuerda los puntos fuertes de un trabajo artístico y cultural:

 

“Con el tiempo y los proyectos nuestra relación se hizo más estrecha, espontánea, familiar. En Silvano encontré el camino hacia la consagración artística. En él se despejaban todas mis dudas e inquietudes sobre la vocación social. Y es que Silvano predicaba con su ejemplo a todos los estratos sociales sobre el poder liberador del arte; tanto a nivel personal como a nivel colectivo”.

 

Se trata según lo que narra Grullón de una experiencia donde el compromiso era diálogo con “el otro” y consigo mismo. La enseñanza también fue un diálogo que el cineasta y videasta explica sobre una experiencia propia de la poética de la cultura popular y los mundos diversos de la imagen en movimiento.

 

La concepción del cine de Silvano Lora y que abrazó Oscar Grullón, la encontramos en la concepción democrática y crítica de la cultura y las mediaciones artísticas. Silvano, en este sentido se sostenía en tres ejemplos de verdadero compromiso artístico cultural: Brecht, Vertov y Piscator.

 

El documentalismo y la mediación cinematográfica de los tres constituyó para el cine, el teatro y el ojo mágico una relación de vital importancia para un fenómeno que desde los primeros diez años del Siglo XX, marcó una ruta constructiva, dialéctica y dinámica de las imágenes en el espacio de la vida pública y revolucionaria europea.

 

La “Cinecidad”, el “Cinema-verité” y la narrativa en movimiento de la imagen fílmica construyeron, en determinados momentos del Séptimo Arte, una vía de acceso al cambio político y estructural de las sociedades industrializadas. El diálogo entre cine, cultura y sujeto colectivo era también lo que se proponía Silvano Lora con la idea de los festivales de cine de Santo Domingo, en un momento en el que ni se pensaba seriamente en una Ley de Cine, ni mucho menos en un organismo que aglutinara a hombres de cine con una finalidad específica de producción cinematográfica.

 

Algunos intentos grupales se dieron entre 1970 y 1990, pero sin la necesaria cohesión para constituir una asociación verdadera de cineastas dominicanos prevalida de una idea-eje que motorizara la misma.

 

Según Oscar Grullón, La Muestra de Cine Marginal, fue en el 2000, como parte del Festival Internacional de Cine de Santo Domingo coincidiendo con la celebración de la 5ª Bienal Marginal. Acentúa Grullón lo siguiente:

 

“Para mí, Silvano era una utopía en carne y hueso con la dignidad y humildad de un maestro. Mago del reciclaje, maestro de la performance, alquimista de la poesía social. Rabia Caribe que atraviesa la mar transmutando el dolor ancestral. David quijotesco enfrentando al gigante imperial”. (Ver, Testimonio.)

 

Hablando de la inmensa humanidad de Silvano Lora, el testimonio de Grullón cobra valor en la medida que la Bienal Marginal en sus cinco ediciones, fue la obra cultural, educativa y artística de este maestro y gestor popular dominicano que concibió el arte como lenguaje, experiencia participante y productividad artística democrática. La estética de Silvano Lora adquiere sus grados crecientes de experimentación con materiales, procesos de reciclaje, fuerza productora de un arte independiente y dialógico a favor de  sus cardinales de trabajo con el sujeto artístico y colectivo.

 

El cineasta, videasta y documentalista Oscar Grullón nació en Santo Domingo el 4 de septiembre de 1963, iniciándose en los medios de comunicación desde temprana edad. Pero más tarde quiso dedicarse al cine, la fotografía y la edición tomando entrenamiento cinematográfico y televisivo.

 

Al incursionar en el área de las producciones audiovisuales participa en el género videoarte en las Bienales XVII, XIX, XXI XXIX de Artes Visuales. Siendo seleccionado en las mismas. Ha publicado centenares de reportajes, videos, documentales y cortos, consagrándose como productor y realizador que documenta un segmento importante de la cultura y la historia contemporánea del país.

 

Destacamos que el productor y realizador independiente Oscar Grullón trabajó por más de veinte años junto al reconocido periodista Juan Bolívar Díaz en el emblemático programa Jornada Extra como productor. Preside desde hace tiempo la Fundación Prensa Civil Quisqueyana.

 

El eje de su colaboración y amistad con el artista Silvano Lora lo podemos encontrar en el Criterio de independencia cultural en cuanto al trabajo decidido de una construcción cultural que tome en cuenta y revitalice la práctica artística individual y colectiva a partir de una cultura de la memoria creadora e identitaria. Dichos vasos comunicantes sugieren un arte y una estética-reconocidos en las raíces de una cultura-movimiento en plural.