El juez presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Mariano Germán Mejía, ha recibido un tsunami de críticas mediáticas a causa de su silencio pasmoso adoptado al momento de la embestida con tintes personales del procurador general Jean Alain Rodríguez contra la magistrada de la Segunda Sala Penal del tribunal superior, Miriam Germán Brito, durante el televisado proceso de evaluación de desempeño por parte del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), el 4 de marzo.
A partir de cartas “anónimas” e interceptaciones telefónicas, el jefe del Ministerio Público le increpó a la funcionaria acerca de la posesión de una supuesta villa de lujo en la provincia San José de Ocoa, llamó delincuente a un hijo “con capacidad diferenciada” y le cuestionó sobre sus “reuniones secretas” con un implicado en el caso Odebrecht y un supuesto narcotraficante.
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El CNM designa los jueces de la SCJ y los tribunales Constitucional y Electoral. Está integrado por el presidente de la República, quien lo dirige; el presidente y un juez de la SCJ, el procurador general (nombrado por decreto), el presidente del Senado, el presidente de la Cámara de Diputados, un senador y un diputado pertenecientes a un partido diferente al de los presidentes de los hemiciclos.
La jueza Germán Brito ha confesado que se sintió llena de ira por los ataques de Rodríguez, y que habría actuado diferente a su superior Mariano Germán Mejía, quien se mantuvo “como un convidado de piedra” mientras a ella le agraviaban. Ha destacado que solo le defendieron la diputada Josefa Castillo y el senador José Paliza, del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM).
LA VERDAD DEL SILENCIO
Cada quien ha especulado sobre la mudez momentánea del presidente de la SCJ. Algunos desde la contaminada trinchera del oportunismo político al atribuir a una confrontación entre el presidente Danilo Medina y el expresidente Leonel Fernández, por la candidatura presidencial del gobernante Partido de la Liberación Dominicano para las elecciones del 17 de mayo de 2020, aunque el transitorio 20 de la Constitución inhabilita al actual mandatario.
Otros lo consideran un cobro de factura por una recia carta que la magistrada le envió el 28 de junio de 2018 para reclamarle que no continuara con una “actitud permisiva frente a la falta de respeto del Ministerio Público contra los jueces”, y que asuma su papel.
Le escribió: “Entre nuestros deberes no está callar ante el insulto, después de todo, masoquistas no somos”. Criticó que Guerrero Pelletier presentó al juez Francisco Ortega Polanco como el único capaz de no favorecer la impunidad, ni es favorable a los procesados.
De inmediato, el presidente de la SCJ rechazó en tono agrio la carta de la magistrada: “Mariano Germán Mejía actúa como Dios le inspira y como su conciencia le manda, y nadie tiene derecho a entrometerse. Yo no acepto intromisión del Ministerio Público ni de juez ni de nadie… Ni de nadie”.
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En la víspera, la titular de la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción, Laura Rodríguez, había advertido que si la SCJ acogía la recusación contra el juez Francisco Ortega, se crearía “un descalabro y caos judicial porque –desde su perspectiva– imposibilitaría la designación de otro juez que no haya participado en la etapa preliminar del caso Odebrecht. https://listindiario.com/la-republica/2018/07/02/522308/miriam-german-al-presidente-de-scj-le-reclamo-que-no-continue-con-actitud-permisiva-frente-a-faltas-de-respeto-del-mp.
El 9 de julio de 2017, Germán Brito advirtió que en el expediente sobre la corrupción de la poderosa empresa brasileña, construido por el Ministerio Público, “se aprecia una dificultad probatoria que, de no subsanarse en el curso de las investigaciones, no augura un resultado esperanzador del juicio al fondo, donde la prueba deben ser hecha que no llegue a dudas razonables”. Habló así al explicar su voto disidente en la variación de la medida coerción contra los imputados en el caso.
Ante una comunicación de la jueza reclamándole su posición pública respecto de los ataques y la violación del reglamento del CNM, Germán Mejía acaba de expresar lamento por la situación de la magistrada, pero resalta su apego a la institucionalidad, y ha adelantado que fijará posición en la próxima reunión del solemne organismo, este miércoles 12 de marzo.
Aunque todos los integrantes del CNM gozan de los mismos derechos, solo Germán Mejía y Frank Soto pertenecen a la Suprema. Los demás son abiertamente políticos. Así, cuando suene la campana para hablar sobre el tema en el mismo sitio solemne donde el procurador general increpó a la jueza, el consejero justificaría su silencio alegando el respeto que debe dispensar al rector del organismo, volvería a lamentar el caso y recordaría que “los jueces hablan por sentencia”.
Y si hablan por sentencia, lo ocultado en el fondo de su silencio se sabría el día en que el organismo vaya a decidir por la permanencia o no de la magistrada en la SCJ. La orientación de su voto lo develará todo.