"Me gustas cuando callas porque estás como ausente”. Neruda
“(…) En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para logradas han de andar ocultas (…) José Martí
Hay silencios necesarios y hay silencios promisorios pero, también, hay silencios que duelen.
Las más de las veces, es taaan oportuno callar que pocos imaginan cuán beneficioso es para las relaciones interpersonales, ya sea en el ámbito familiar o en el laboral. Saber callar es saber escuchar y pensar. No porque calles, estas como ausente. Hay presencias silentes que desde lontananza, aportan. Y sin decir palabra, permean los recuerdos, porque han dejado alguna huella. El silencio es otra manera de estar. Los silencios tienen, en la música, la misma fuerza expresiva que los sonidos. Desde el silencio puedes escuchar tus pensamientos. Desde el silencio puedes escuchar otros latidos y valorar aquellos que merecen ser escuchados. Hay otros que ni laten.
En disputa, cuando callamos, la otra parte piensa: gané. Sin saber que a veces callamos por no herir, por respeto, por creer que no vale la pena seguir o, a veces, callamos por impotencia ante un poder que por lo general, es circunstancial. La única autoridad valedera, es la que dan la creatividad, los conocimientos, las habilidades, las buenas obras y la nobleza del alma.
Advierto! Cuidado con los abusadores o mal educados que utilizan el silencio. En manos de los primeros, el silencio es un arma violenta aunque suene paradógico. Es una vieja técnica de tortura pisicológica. Los otros, los mal educados, ni se dignan a responder un e-mail y ni un saludo. Denotan, con su silencio, carencia de valores y educación -más familiar que académica- evidencian falta de profesionalidad y de consideración al otro. Es una epidemia que hay que contrarrestar.
Silencio no es ausencia, es otro modo de existencia. Ay! De la estereotipada manía que tenemos de equiparar y evaluar el estar físicamente o la acumulación de años, con el verdadero sentido de presencia que trasciende lo físico/cercano o la cantidad de tiempo . Los parámetros de evaluación debieran cambiar y ser más cualitativos que cuantitativos. Qué importa el “cuánto tiempo”, si es inerte, si ni haces, ni aportas, ni transformas nada. Cuando pase ese, el tiempo, el implacable como dijo el poeta, pocos se acordarán de ti, porque no sembraste futuro, solo improvisaste un estribillo que no pegó.
No porque calles dejas de tener la verdad entre las manos. Cuando la mediocridad, el egoísmo, las bajas pasiones, lo insulso y lo violento se imponen, muchas veces es mejor callar, "dar la media vuelta" o alzar el vuelo en el silencio de las horas que esperan por ti.
Un silencio oportuno, vale más que un torrente de sordas palabras dichas a oídos necios.
No porque calles dejas de cultivar y permanecer, porque quedan rastros de ti en corazones sensibles, y hasta hay quienes te convocan a un "retorno imprescindible". Son tiempos de meditación personal y familiar. Sí, callar es sinónimo de meditar, reflexionar, darse tiempo para renovar ideas y solidificar sentimientos. Saber callar oportunamente, es sabio camino a la mejor decisión. Si no callas, no analizas, y dirás palabras emotivas, de las que quizás, luego, te arrepientas y un arrepentimiento a destiempo no es válido. Saber callar, cuando es necesario, hace de medicina preventiva contra los desafueros incontrolables de las emociones. No compilo al silencio, sino al decir lo que debe ser dicho, con las palabras precisas, en el momento preciso, o mejor entonces, dedicate a escribir.
Volverá el sinsonte a trinar desde algún lugar frente al mar. Después de un necesario silencio, te invito a seguir analizándonos como sociedad, desde perspectivas socioculturales. Martí, Galeano, la antropología y sociología culturales guían este revolotear de palabras nacida desde el “fondo”, estas ideas por compartir y sueños que juegan a ser soñados, aderezados con un toque de ilusión de poesía.
Si deseas, ven conmigo, vamos nuevamente, a andar por las complejidades de la cultura y la sociedad, hermanas gemelas que andarán juntitas por siempre.