El machismo es radical. Es tan radical que asesina todos los días.
Tan radical que está naturalizado y aceptado socialmente de una forma absoluta. Tanto es así, que cuando lo denuncias, combates y exiges su erradicación, son capaces de opinar que “eres radical” o “intransigente”.
Su radicalismo se convierte en “merecimiento masculino” y logra establecer un discurso que culpa a las asesinadas por su asesinato.
El machismo mata todos los días. Y tiene saña contra las mujeres. Por eso un supuesto comunicador se atreve, según él de forma “tonta”, a preguntar ¿Qué hacen las mujeres para que los hombres las maten? Y deja la respuesta de “tarea”.
El machismo es tan terrible, cruel, desproporcionado, sanguinario y abusivo que se le compara al terrorismo en su forma violenta; y en su capacidad de crear un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar.
El machismo según la Real Academia de la Lengua Española, es la actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres. O sea, hasta esa institución arcaica y empecinada en negar a las mujeres, reconoce que el machismo opera en su contra. Ojo, no es “un invento” de las feministas, la propia institucionalidad machista reconoce en su definición el perjuicio de esta ideología para las mujeres.
¿Que es actuar con prepotencia? Y atengámonos también a la definición de la RAE, “Ejercicio de un poder que es muy grande o superior al de otro, en especial cuando se hace de manera abusiva”. Solo con tener claridad sobre estas definiciones, se podría entender que si las relaciones entre mujeres y hombres se siguen dando desde ahí, no vamos a lograr superar esta violencia.
Le mato porque puedo, la mato porque es mía, la mato porque no será de nadie más. Y supuestamente nos escandaliza, pero sigue encontrando justificaciones y vías para culpar a la asesinada de la actuación de su asesino. Es el comportamiento de las mujeres, es que ellas “crían machos violentos”. Por favor, no sigamos regodeándonos en la crueldad; ya es tiempo de reconocer la carga estructural que también tienen las mujeres, entrampadas en el mismo sistema. Dejemos de negar la influencia del hombre, presente o ausente, y toda la carga simbólica de su “rol empoderado” aunque sea el hombre económicamente más pobre de todos los hombres.
El machismo es fundamentalista, no quiere, no resiste ningún cambio o desviación en las doctrinas y las prácticas que considera esenciales e inamovibles en su ideología. Por eso el feminicida está dispuesto a matarse, en su deseo de reivindicar con su acto a todos los demás y reafirmar el rol superior.
Para superar los feminicidios tenemos que superar el machismo. No todo machista es asesino, claro que no; pero en todo feminicida subyace la idea de la subordinación de esa mujer que él tiene derecho a matar. No en todas las circunstancias opera igual, hay diversas manifestaciones del machismo y no todas llegan al asesinato; eso no quita la principal responsabilidad al machismo de esta violencia hacia las mujeres.
Según los datos de la Procuraduría General de la República, este año se han producido 170 homicidios de mujeres y feminicidios. Esta institución solo computa como feminicidios los que son cometidos por las parejas o las ex parejas, no estoy de acuerdo con esta forma de conceptualizar el feminicidio, porque hay feminicidios que pueden ser cometidos incluso por desconocidos, pero presento los datos como lo ofrecen. Enero 18, febrero 21, marzo 24, abril 12, mayo 21, junio 20, julio 19, agosto 17, septiembre 9 octubre 9.
Si sacamos solo los reportados como feminicidio las cifras siguen siendo espeluznante, por favor recuerden que quien asesina es una persona a la que amaste o amas, y que dijo que te amaba, con la que compartiste la vida y posiblemente tuviste hijas/os. Les muestro como fue en un trimestre: mayo 10, junio 12, y julio 15 impresionante, fíjense que julio fue un feminicidio inter diario.
Estas mujeres tenían una vida, de seguro a muchas les gustaba el baile, a otras leer o ver la tele, ir al cine, hacer sopa de letras, o crucigramas, trabajaban o estudiaban. Tenían sueños, ilusiones, frustraciones, esperanzas… De seguro todas tenían miedo, una violencia que asesina de seguro tuvo otras manifestaciones. Algunas habrán denunciado con antelación, otras nunca se atrevieron. En muchos casos era secreto a voces, y a pesar de tantas asesinadas, ni la comunidad, ni la familia y en muchos casos ni ellas mismas pensaban que ese hombre se atrevería… Pero se atreven, y hay que prevenir, hacer redes comunitarias de cuidado, dar la voz de alarma, y creerles cuando amenazan, para establecer los controles necesarios y suficientes.
El Estado, el gobierno, que le deje las marchas a la sociedad, para que de esa manera grite su desesperanza y necesidad de cuidado. El gobierno y el Estado en general, que tomen medidas a corto, mediano y largo plazo. Tan amplias como el fenómeno, para abordar las diversas causas y consecuencias de forma profunda y permanente.
Para esto, es necesario reconocer el machismo y sus diversas manifestaciones, no solo firmando Convenciones Internacionales, que las hemos firmado todas; sino en el hacer cotidiano. Se afirma que en ciencias sociales la primera mitad de la solución de un problema es conocerlo, reconocerlo y tener la capacidad de describirlo. Entonces, como vamos a erradicar la violencia contra la mujer, si no reconocemos que la principal causa es las relaciones de poder, y la subordinación.
Les dejo la definición de feminismo de la RAE, Feminismo: Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. Quizás así con definiciones construidas por instancias conservadoras, puedan iniciar la comprensión de que el feminismo es libertad ¿Se dan cuenta? No menciona prepotencia, ni subordinación, ni supremacía; hablan de igualdad de derechos.