Sepultada bajo las revelaciones del Departamento de Justicia de EE.UU., de que en un país tan pobre como el nuestro funcionarios locales recibieron más de RD$4 mil 300 millones en sobornos de Odebrecht, dato admitido oficialmente por esa firma.
Divulgada el 20 de este mes, en vísperas del frenesí de Nochebuena y Navidad, en el que buena parte de los criollos se olvida del mundo noticioso.
Y rematada su asimilación con la sacudida de lo que parece la ejecución extrajudicial de John Percival (como siguiendo la sentencia de que quien a hierro mata, a hierro muere), se produjo una noticia de extraordinaria importancia para el país.
Una noticia que si se vuelve realidad en el día a día y le damos seguimiento y continuidad repercutirá muy positivamente con la construcción del modelo de desarrollo sostenible que el pueblo dominicano tiene como gran tarea pendiente.
Me refiero a la noticia de que Educación y de Medio Ambiente y Recursos Naturales suscribieron un acuerdo para la preservación del medio ambiente y los recursos naturales y la promoción de la educación ambiental con carácter obligatorio en los planes y programas de la enseñanza.
Se dirá que se trata de un anuncio más de los tantos que fabrica la gigantesca maquinaria mediática del gobierno del PLD, muchos de los cuales se quedan ahí, en anuncios.
Pero está el acuerdo, que si las autoridades vuelven realidad y la sociedad se lo demanda, contribuiremos entre todos a formar conciencia y responsabilidad ciudadana frente a una de nuestras grandes deficiencias.
Ciertamente la falta de conciencia y de cumplimiento de las normas de protección al medio ambiente y los recursos naturales es uno de nuestros problemas transversales.
Porque afecta la salud, pues un medio ambiente contaminado produce serias afecciones a los sistemas respiratorios e inmunológicos, llegando a producir enfermedades catastróficas, y aumentar la mortalidad prematura.
Cuencas depredadas y cauces contaminados dañan la vital provisión de agua para el consumo humano y la agricultura proveedora de alimentos, debido a la severa contaminación de prácticamente todas nuestras fuentes acuíferas.
Vertederos de basura a cielo abierto y la falta de disposición final de la basura y las aguas negras, como ocurre en la mayoría de nuestras ciudades, constituyen otra gran fuente de contaminación ambiental que afecta el aire que respiramos y los subsuelos y lógicamente empujan cambios climáticos adversos.
La suciedad ambiental afecta la economía y sobre todo el turismo, pues pocos visitantes de vez primera quedarán con gusto de repetir, luego de ver nuestras ciudades, vías urbanas y rurales contaminadas por basuras, animales muertos y focos infecciosos.
Y, sobre todo, un país sin saneamiento ambiental, sucio, como el nuestro, malogra la autoestima general en que algún día podremos erigirnos en un país educado, sano, equitativo, incluyente, productivo y conocedor de los valores y derechos básicos de la convivencia humana.
La responsabilidad central está en la clase política, gobernantes, legisladores, alcaldes, regidores, directores de distritos y vocales, lo cual podrá lograrse con ciudadanos bien formados en lo que son sus derechos y deberes en este aspecto de convivencia armónica con la Madre Naturaleza y sus recursos.
Es sano que todos demos seguimiento a la materialización de esta gran noticia anunciada por Medio Ambiente y Educación, y podremos tener todos un mejor 2017.