Un maestro o una maestra, representa la abnegación y la entrega indeleble, para la construcción de nuevos senderos de luz y/o conocimiento en un espacio vivencial, y más aún, cuando se trata de una sociedad subdesarrollada y dependiente, como la nuestra.
Cuando ese maestro o esa maestra proviene de los senderos humanistas, el compromiso con el sujeto se acrecienta, el apego a la defensa de los valores éticos, la transparencia y el fortalecimiento de integridad moral de los sujetos, se constituyen en compromisos indeclinables, ante la búsqueda de la construcción de una sociedad más justa, democrática y participativa.
Nos están brindando un muy merecido homenaje, no por "dar clases", porque eso es lo que hoy, un buen maestro es lo que menos debe hacer. Yo espero que este homenaje responda a la evaluación de nuestro quehacer magisterial, compartiendo saberes.
Cuando planteo la vigencia del "compartir de saberes", en oposición al "dar clases", quiero resaltar el trabajo colaborativo en la búsqueda de fomentar el desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad, el potencial imaginativo y la capacidad de reflexión del sujeto, tal y como lo plantearon en la teoría y en la práctica, maestros y maestras como la poeta Salomé Ureña (1850- 1897 ); Eugenio María de Hostos (1839- 1903); Pedro Henríquez Ureña (1884- 1946); Ercilia Pepín (1886- 1939) y más recientemente, nuestra Zoraida Heredia viuda Suncar (1977-2011) y nuestra inolvidable, Doña Ivelisse Prats Ramírez de Pérez (1931-2020), entre otras.
Recibimos este homenaje y es como ratificar el compromiso social y político de continuar nuestra labor de seguir provocando en, y más allá del espacio áulico.
Sigamos aportando, con la debida responsabilidad que hemos demostrado con hechos, cuando, en medio de esta pandemia, supimos levantar la imagen, la misión, la visión y los objetivos de esta academia, sin que nadie nos lo pidiera y sin que nadie nos vigilara. Ahí…en la virtualidad, están registrados los hechos.
Cumplimos y estamos cumpliendo con nuestro deber patriótico, aunque la politiquería y las falencias humanas silencien, y se nieguen a reconocer nuestros aportes, como hermeneutas del saber y del investigar.
A nombre de estos maestros y estas maestras reconocidas y reconocidos, quiero externar de manera pública y abierta, nuestro agradecimiento al Decano y a la vicedecana de la Facultad de Humanidades de la UASD y a los dirigentes de la Asociación de Profesores y a los directivos de FAPROUASD de esta Facultad de Humanidades.
Como sujetos activos, en movimiento, pensando en un nuevo humanismo solidario y libertario. Sigamos dejando huellas, sin pisotear a nadie. Sigamos sembrando…sin importar el terreno… aunque otros recojan la cosecha.
Gracias, a las autoridades de nuestra Facultad de Humanidades, en especial a nuestro Decano y a la Vicedecana. Amigos y amigas, colegas. Sigamos provocando hacia bien pensar. Sigamos compartiendo saberes.
Muchas gracias.
Santo Domingo, D.N.
29/6/21.
(Notas: Palabras del doctor Julio Cuevas, pronunciadas el 29/6/2021, en representación de los académicos galardonados como profesores del año 2020/2021 de las diferentes escuelas y como Profesores del año de la Facultad de Humanidades de la UASD. Dr. Julio Cuevas. Profesor titular de la Escuela de Letras. Galardonado como Profesor del Año de la Escuela de Letras y como Profesor del Año de la Facultad de Humanidades de la UASD 2020.)
