Soy de los tantos artistas y escritores que demandan una investigación seria y creíble en la actual versión del “juntazo” que ya se ha convertido en crisis. Soy parte de una inmensa mayoría de dominicanos que respalda los distintos reclamos que miles, sobre todo jóvenes, de gente-pueblo están haciendo procurando respeto por la democracia, la institucionalidad, la justicia, la constitucionalidad y la verdad.

Debe generar una gran preocupación en el sector gobernante que, precisamente, viviendo en una supuesta democracia y en pleno Siglo XXI se tenga que reclamar los renglones que he citado.

Menospreciar a protestantes debido a ubicaciones sociales, es una soberbia ridiculez. La verdad y los derechos no tiene nada que ver con estamentos y recursos.

Por el contrario, el actual gobierno debería ver el asunto que ha provocado tanto malestar, en tantos diferentes sectores, como un fenómeno preocupante.

Ocurre que a nuestros pobres, a los acomodados, a los ricos, a los artistas, a los trabajadores ha indignado por igual el grave asunto de la abrupta suspensión de las elecciones municipales, cuyas causas reales ni vislumbramos conocer.

Si yo pudiera hablar con el presidente Danilo Medina… me atrevería a señalarle que revise acontecimientos recientes ocurridos en países vecinos, en los cuales unos cuantos artistas acompañados por un puñado de jóvenes, justamente disgustados, han empezado un movimiento que al pasar los días creció y se convirtió entonces en un puño indetenible.

Si yo pudiera hablar con el presidente Medina… le aconsejaría ordenar que la Policía Nacional se calle inmediatamente. Cada vez que allí hablan lo que dan es meteduras de pata que irritan más al pueblo y hacen menos creíble y más desacreditada a esa institución.

Si yo hablara con el presidente…. trataría de convencerlo de convocar con urgencia a los líderes políticos y sociales del país para buscarle una salida honorable, sincera, legal y justa a la situación de crisis en que hoy estamos.

Si pudiese hablar con el presidente le diría que procure, él más que nadie, el accionar diáfano tanto de su partido como de una JCE en la cual luce tener bastante influencia.

Si hablase con el presidente hasta me atrevería a solicitarle, con mucha vehemencia, que haga lo imposible para que esta situación no se salga totalmente de control. La Historia está llena de ejemplos en los cuales un pueblo indignado se convierte en un poder tan grande que ni poderosos ejércitos logran contener. Así es.

Si hablara con el presidente le expresaría todas estas aprehensiones y sugerencias. Si. Desde luego que no creo poder hacerlo. Aunque artista de cierto nivel, no dejo de ser un carajo carajete del Caimito de Moca que cuando supone haber dicho demasiado, suele rápidamente solicitar el…

¡Telón!