Tiempo atrás, nació de nuestras reflexiones una breve columna la cual hacía alusión a mis frases favoritas del Himno Nacional, donde explicaba, que según mi visión, en ellas están fundadas las bases del ser dominicano, resumido, pero al mismo tiempo vibrante, potente.
Ningún pueblo ser libre merece
si es esclavo, indolente y servil;
si en su pecho la llama no crece…
Aun hoy mantengo esa visión. Me enorgullezco de tener un himno hermoso, elocuente, el cual contenga las pautas a seguir para poder permanecer libres. Libres en el amplio sentido de esa maravillosa palabra.
No merecemos la libertad si nos permitimos ser indolentes: si nos hacemos de la vista gorda frente a las malas acciones, si apoyamos las injusticias y las discriminaciones, si no exigimos nuestros derechos o los derechos de los que no tiene a nadie que grite por ellos, si no nos importa hacia dónde vamos como país y no hacemos nada al respecto.
No merecemos la libertad si somos serviles: si no valoramos nuestros tesoros, si no aprendemos a ser competitivos dentro de esta gran carrera mundial con los recursos que tenemos, con nuestras joyas, con nuestros valores infinitos. Si nuestra boca habla hasta donde las palabras no afectenlos beneficios personales o si permitimos que otros dirijan nuestros pensamientos, no merecemos ser libres.
Si en su pecho la llama no crece…
La sorpresa que hoy me habita,viene de la mano de tantas personas que de alguna forma dieron vidaa aquello que un día paseó por mi cabezay no solo hicieron alusión al tema de manera escrita, sino que se movilizaron por aquello que consideraron justo.Ellos, miles de dominicanos conscientes, pensantes, actuales, ejecutaron el derecho de ser libres, el derecho de no ser esclavos, indolentes y serviles ¡y con cuanta altura!Tantas personas dignas, en las cuales se ha visto resplandeciente y viva la llama, la luz que nos fue otorgada hace tanto tiempo por nuestros Padres de la Patria.
Y sí, ¡Eso es ser quisqueyanos valientes! ¡Así se demuestra que nuestros pechos son el santuario de amor perpetuo donde nuestra patria se siente viva y fecunda!