Los fanáticos de George R. R. Martin y su saga “Canción de hielo y fuego” a través de la serie de HBO, “Juego de Tronos” que usa el título del primer tomo de la saga y se abrevia con sus siglas en inglés como “GOT”, sabemos que estamos en la temporada final, la octava, y, por lo tanto, los productores pondrán toda la carne en el asador. Es decir, deben cerrar todas las historias paralelas desarrolladas y darles un final lógico (y a la vez, emocionante), por lo menos plausible, aunque no se parezca a la realidad. ¿Estamos de acuerdo?

En primer lugar, el escenario ultra-feminista para el desenlace de la serie, ¿es realista que el codiciado Trono de Hierro ocupado por Cersei, una mujer Lannister, sea amenazada por dos pretendientes, la “Madre de Dragones” de los Targaryen y  Sansa Stark, reina de Invernalia, donde se dio la batalla contra el Ejército de la Noche? Como para romper este final feminista, ¿Por qué el giro machista de presentar al bastardo John Snow como un legítimo Targaryen, y que se presente como el “válido” heredero del Trono de Hierro? ¿Habrá un giro para retrotraer el final de la ficción al régimen patriarcal o machista dejando atrás los vientos  feministas que vivimos en la “realidad”?

Si nuestro propósito anunciado en el título de este “divertimento”, la realidad del juego de poder en la política quisqueyana se trastoca la relación de género, ya que en nuestro medio, los bandos no son clanes o familias, sino corporaciones llamadas “partidos políticos”, cuyos contendientes luchan con igual ferocidad que los clanes de “Guerra de Tronos”, siendo amenazado este estado de supremacía masculina por la duda de una de las matronas del juego político criolla de ser «Presidenta, Primera Dama o seguir de comodín gracioso» en esta euforia previa a la “Batalla Final” de las elecciones para sentarse en un trono, no de hierro, sino de “alfileres”.

Quizás, el símil más cerca al escenario de la serie, lo presenta Guatemala, porque en su lucha por el poder, se torpedea la candidatura de la mujer quien fuera Fiscal General aliada del «experimento de la CICIG» (la asesoría de Naciones Unidas para combatir la corrupción criminal en ese país centroamericano), pero, me temo que el escenario “chapín” sea más fluido, ya que el payaso-convertido-en-presidente ha luchado para desinstitucionalizar su país desconociendo el proceso anti-corrupción encabezado por la CICIG y con la candidata que se enfrentó en desafío a la retrógrada posición presidencial.

Siguiendo por los fueros mesoamericanos, ni el escenario panameño, hondureño, salvadoreño ni la idealizada Costa Rica, se escapan a imitar el drama guatemalteco: están teñidos por el manto del Señor de la Noche: la corrupción. Se escapa Nicaragua hacia un escenario peor en el vecindario de Venezuela: la guerra civil.

Además, porque el co-gobierno Ortega-Murillo lleva a la decadente ideología sandinista a potenciarla con un cristianismo “renacido” sin el soporte económico del chavismo-madurismo enfrascada en su propia lucha por la supervivencia. En estos dos casos, parece que  el aislamiento regional se ha roto por la intervención de la geopolítica global se ha ensañado en repetir en el Caribe el infierno del Medio Oriente, acercándonos a un Armagedón.

Me parece entender que sí, la trama de “GOT” cumple con aquella frase de que la realidad es más complicada que la ficción: nunca sabemos cómo cambiará el escenario. En la ficción, el libretista lo diseña; en la realidad, nadie lo puede imaginar.…..

Y como prueba de que los dominicanos estamos como el arroz blanco, resulta que la actriz que encarna a la “mano derecha” de Daenerys Targaryen, la “Madre de Dragones”, es una británica de origen dominicano, Nathalie Emmanuel. (Según El Pais.com en el siguiente enlace: https://smoda.elpais.com/placeres/juego-de-tronos-actores-final-serie/)