Defender la vida es el primer derecho humano. Blanca Iris García Martínez de 28 años, Loanni Guzmán de 24 años, Cary Vásquez , mujer cuyo cadáver fue encontrado amordazado con signos de violencia, y una niña de 9 años violadas y asesinada  tenían derecho a la vida. Estas mujeres son sólo algunos de los feminicidio reportados en  los primeros días del mes de septiembre.

La génesis del femincidio no es la violencia generalizada, ni  la delincuencia, no es el amor mal entendido, no son los celos, no es un crimen pasional, no por ser infieles, no por ser putas.

¡No!, los hombres asesinan las mujeres por querer tener el control sobre ella, las matan porque no hacen lo que el hombre quiere, porque la mujer osa tomar sus propias decisiones.  Para estos hombres, la mujer está bajo su yugo, no califican como persona.

La violencia hacia la mujer no es un problema de la pobreza.  Parafraseando a Carmen Imbert, las paredes de la clase alta son más gruesas,  la mujer con dinero evita denunciar al agresor, tiene más que arriesgar. Recuerden el asesinato de una mujer en el parqueo del hotel de lujo en el centro de la ciudad. No quiero vivir sin memoria.

Existe desidia en seguir las demandas que ponen las mujeres. Alrededor del 60 por ciento de los asesinatos de mujeres ocurren luego de presentar denuncias reveló la Asociación ProBienestar de la Familia (Pro Familia).

Es impostergable señalar con el dedo acusador a las y los responsables. Por la  falta de interés de las y los fiscales, jueces, policías y Ministerio de la mujer, por no darle seguimiento a las demandas, las mujeres son asesinadas.  La eficacia de estas autoridades es cuestionable, la evidencia es contundente, 140 feminicidios, dos niños ahorcados y otro tirado del puente en los primeros 8 meses del año. Suficiente para decretar duelo nacional, no hay nada que esperar. (Fuente Mirta Rodríguez Calderón en Dominicanoshoy.com).

El Ministerio de la Mujer debe revisarse, es el organismo rector responsable de establecer las normas y liderar la ejecución de políticas dirigidos a lograr la igualdad de género. El feminicidio es la forma más perversa y brutal de violencia contra las mujeres. Ni una muerta más.

Los candidatos a dirigir el país no se refieren a la violencia contra la mujer, la principal causa de muerte en la mitad de la población, las mujeres. Optan por consignas proselitistas.  Quizás no es oportuno. ¿Será diferente el quinto mandamiento para el hombre y la mujer?   Defender el derecho a la vida de las mujeres podría ser una irreverencia.