Los cristianos, basados en las escrituras, creemos en la separación de iglesia y estado. Cuando esto no se ha manifestado así en la historia del cristianismo,  no es que Dios se ha equivocado, sino que la Biblia no ha sido entendida por algún grupo religioso sinceramente equivocado,  o intencionalmente equivocado. Los resultados de esto han sido perniciosos en casi todas las instancias. 

Solo hubo un caso de estado  religioso  por mandato bíblico, la teocracia instituida por Dios en el Israel antiguo, por razones especiales, la cual era un gobierno constitucional con la ley de Dios como Carta Magna separando y  limitando los poderes de los líderes y sacerdotes;un verdadero modelo constitucional. Este hubiese funcionado a la perfección, pero el pecado en Israel llevó al pueblo a despreciar ese gobierno y a demandar un rey humano que les gobernase, y el premio fue el desastroso gobierno de Saúl.Dios conoce mejor que nadie el pecado que gobierna el corazón de los hombres y las leyes que lo limitan, Saúl era ley para si mismo y la constitución era su voluntad, eso provocó su desastre.

Los liberales y amantes del laicismo viven gritando a viva voz que el estado y la religión deben separarse, el problema es ¿qué pasa cuando la propuesta del estado laicista es en sí misma una religión?. 

¿Que elementos debe tener algo para ser  una religión? : algo supremo, más grande que el hombre mismo que los guíe; una ideología que lo sustente, adoradores que lo veneren, y una forma de culto. 

El estado laicista, que no es lo mismo que el estado laico, es así. El estado laico dice que no debe haber religión oficial del estado, lo cual es correcto, aunque la mayoría de los estados laicos están fundamentados en los valores que las religiones de esos pueblos le han dado y que conforman el ethos social. Esto ha fortalecido las familias , la sociedad y la identidad de los pueblos; los elementos fundacionales del estado soberano.

El estado laicista pretende erradicar todo vestigio de religión del estado y todos los valores conectados a la religión. Propone la radical eliminación de todo lo que pueda ser conectado a valores que provengan de una religion e impedir a sus ciudadanos cualquier manifestación de esta en los escenarios civiles. 

La mayoría de los proponentes del laicismo creen en un estado grande , que debe seguir creciendo cada vez más. Creen que el estado debe intervenir en todos los aspectos de la vida del hombre aún en los privados,como el derecho a culto o a educar a nuestros hijos según nuestros valores; además es enemigo de la privatización de actividades porque eso le resta tamaño a este. Este concepto de estado es como un dios, a el hay que pedir, clamar, rogar y estarle sujetos sin cuestionamientos en todo. Es como una sanguijuela, que crece a expensas del crecimiento de otros sectores y que va anulando la iniciativa individual porque el estado es la madre vampiresa de todo y se alimenta de la sangre de todos. Sus sacerdotes son los funcionarios públicos, que deberían llamarse servidores públicos; pero sería inapropiado en este tipo de estado llamarles servidores pues ellos pretender ser mediadores entre el dios  estado y los hombres y requieren tributos, alabanzas  y sumisión para tales fines. Los adoradores de ese estado son los funcionarios que frente al trono presidencial permanecen gritando alabanzas ciertas o fabricadas de las bondades del dios  que preside el estado; seguido por el grupo de adoradores más feroces llamados comunicadores asalariados , que viven rindiendo culto y alabanza  al supremo estadista a cambio de las bendiciones recibidas. Los servidores son el pueblo el cual rinde adoración a ese estado pagando impuestos que no son retornados en beneficios para ellos, cumpliendo las leyes de las que están exentos los sacerdotes del dios estado, y participando en los cultos de concentraciones de partidos  políticos que ocasionalmente se reúnen para adorar a la figura mesiánica del momento; ese dios que tiene el poder de los nombramientos, de los contratos, de salvar o hundir caprichosamente a un ciudadano, de repartir migajas a  las masas con programas sociales que benefician solo a los que están sumisos a la religión del estado dios, representado por el mesías de turno;el mismo que veremos luego con pena al  ver la miseria en que se convirtió después de llegar a creer ser como un dios. 

Esos proponentes del dios  estado dicen muchas veces que no quieren religión en el estado, ni valores religiosos;  y esto es entendible, pues específicamente el cristianismo tiene las verdades que liberan a el individuo de adorar ese falso dios, aunque estemos sometidos a las leyes por mandato de dios; por ello promueven cualquier ideología que idiotice  y esclavice más a las masas, como el socialismo populista, la ideología de género y cualquier tontería  del momento; mientras más puedan alejar a la población de la verdad mejor, porque esta  es peligrosa; por eso luchan por alejar a la población de los fundamentos de la palabra de Dios, y llevan a las masas a fundamentarse en opiniones que controla el mismo dios estado a través de los medios, pues quien controla los medios controla la opinión; por ello el cristianismo es el enemigo a vencer, porque muestra las verdades que liberan al hombre dando a conocer las mentiras que se mueven detrás de ellos y la esclavitud a la que someten a sus súbditos; como dice la palabra de Dios en Jn 8:31 y en nuestro escudo: conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" es a eso que le tienen miedo….¿entonces como separamos religión y estado cuando el estado es la religión?: la reforma de ese estado falsamente divinizado es impostergable.