El reconocido escritor y bibliógrafo Dr. Franklin Gutiérrez, ha publicado un libro Las tumbas de los Trujillo, segunda edición. Santo Domingo. Editora Búho, 2016, 147 pp.

Sostiene el Dr. Franklin Gutiérrez en su libro Las tumbas de los Trujillo, lo siguiente: “De las tres esposas oficiales que tuvo Rafael Leónidas Trujillo Molina con la única que mantuvo una relación duradera, aunque muy tormentosa, fue con María Martínez Alba, nacida en el barrio San Carlos, en Santo Domingo, el 9 de agosto de 1906  poco después de que sus padres, emigrantes españoles precedentes de Medina Sidonia y Chiclana (municipios de la provincia Cádiz), contrajeron matrimonio en República Dominicana“. (pág.  101)

Doña María Martínez Alba no nació en la fecha indicada como sostiene Gutiérrez, sino el 26 de agosto de 1899, de acuerdo al Padre de la Genealogía Dominicana, Lic. Carlos Larrazábal Blanco, avalado en su monumental obra Familias dominicanas, tomo V, letras m, n, ñ. Santo Domingo. Editora del Caribe,  C. por A., 1978, pág. 109. (Academia Dominicana de la Historia, Vol. XLVI).   

María Martínez Alba nació en Santo Domingo el 26 de agosto de 1899, hija de los señores: Francisco Martínez Peña (a) Paco (1) y Sebastiana Alba Martínez. (2)

Su nombre completo era Ana María Francisca Sebastiana Agustina Ángeles María de la Paz del Carmen de Jesús Martínez Alba. (3) 

Sus padres inmigraron desde España al país y se establecieron en Santo Domingo y allí tuvieron, además, tres hijos más, que fueron: Manuel Agustín, Francisco y Belén  Martínez Alba.

Se ha dicho de María Martínez Alba: “María hermosa, inteligente, esbelta, hacía galas de sus atractivos cuando caminaba por las calles de la ciudad colonial. En los primeros años de su adolescencia comenzó a trabajar en las oficinas del Tribunal de Tierras, donde conoció a Antinoe Fiallo, joven estudiante de leyes miembro de una reconocida familia de la capital. “

“María y Antinoe se hicieron novios, relación que duró cerca de dos años. Al venir el rompimiento del noviazgo ella intento envenenarse frustrada por el desenlace de sus primeros amores, ingiriendo un tinte para el cabello llamado Negro Eterno. María se relacionó luego con un joven médico de familia capitaleña también, el doctor Porfirio Dominici, Oficial del Ejército, quien la presentó a Trujillo en el año 1926. Poco tiempo después Trujillo y María iniciaron relaciones en contra de la voluntad de los padres de la joven y de otros miembros de la familia. Los amores de Trujillo y María tuvieron la trascendencia propia de los chismes de una sociedad rural, no solamente por la importancia de Trujillo, que era casado y jefe de la Policía Nacional, sino también porque María era una bella mujer admirada, que despertaba simpatías entre muchas personas del medio donde vivía“. (Euclides Gutiérrez Félix. Trujillo, monarca sin corona. Santo Domingo, Editora Corripio, 2008, páginas 136 y 137).

Se sostiene sin confirmación documental de que el dictador Trujillo Molina casó a María Martínez Alba con un cubano, sin que hasta ahora se sepa el nombre completo de éste. (Euclides Gutiérrez Félix. Obra citada, páginas 140 y siguientes. Santiago Castro Ventura. Trujillo. Perversidad hereditaria, segunda edición ampliada y corregida. Santo Domingo, Editora búho, 2007, páginas 70 y 71).

Dice Euclides Gutiérrez Félix: “Robert D. Crassweller, citado como autor de un ensayo sobre Trujillo y su papel en la historia dominicana, documentado por el doctor Joaquín Balaguer, hace un retrato excepcional de doña María. Ese retrato no es del autor de libro, porque es posible que no hubiese hablado una sola vez con la esposa del presidente cuando fue funcionario de menor categoría de la embajada de los Estados Unidos. Para conocer a la mujer que describe había que estar muy cerca de su marido y algunos juicios en el retrato acerca de María, son del mismo Trujillo. Al estudiar a ese personaje y su papel en la historia del país no puede ignorarse a la mujer que le acompañó desde la consolidación de su dictadura hasta el momento de su muerte. Doña María jugó, en ocasiones, importante papel de trascendencia histórica tomadas por su esposo.

“Hablando de los enamoramientos de Trujillo y del inicio de su repudio a Bienvenida, dice Crassweller: en el episodio estaba involucrada María Martínez, una mujer joven, de gran atractivo físico y dotada de una personalidad que era casi un reflejo de la de Trujillo. Su familia era gente honorable, pero de baja escala social. El padre era panadero, vendía su artículo por los alrededores de la capital, montado a caballo; su madre y sus hermanos eran decentes y bondadosos, respetuosas de las convenciones sociales. Toda la familia se sintió disgustada e inquieta por las relaciones de María con el general Trujillo, y le fueron cerradas las puertas de la casa. Sin amedrentarse, la rebelde maría aceptó de buen agrado la vivienda donde Trujillo la instaló. La relación del prometedor oficial con la impetuosa mujer era lo bastante manifiesta como para producir un escándalo social, y Trujillo procuró  contrarrestarlo con su genio. Pronto quedó inventado un matrimonio para María, un matrimonio con un cubano que nunca parece haber aparecido en la escena dominicana .La legación de Estados Unidos dio por buena esta versión, y otros muchos se tragaron también el cuento. Pero cualesquiera que fuesen los informes o las formalidades llenadas por Trujillo para darle visos de verdad, la unión con el misterioso cubano fue puramente una ficción…

“Más adelante señala que María carecía de instrucción en un sentido académico, pero era razonablemente culta. Con los instintos propios de una aventurera, era insaciablemente ambiciosa, materialista (quiere decir metalizada, que amaba el dinero, egf) y estaba ansiosa por relacionarse con las elites sociales.

“La verdad es que el cubano existió. Crassweller y su fuente testimonial lo ignoraban porque el primero no era dominicano y la segunda no vivía en la capital ni era, en ese momento, amigo personal de Trujillo“. (Trujillo, sin corona. Santo Domingo, Editora Corripio, 2008, páginas 138 y 139.)

Cuando nació Ramfis Trujillo Martínez el 5 de junio de 1929, viajó en compañía de su madre María Martínez Alba a Cuba enviado por Rafael Leonidas Trujillo Molina. (Víctor Grimaldi. Sangre en el barrio del jefe. Santo domingo, Editora Corripio, 2007, página 280)

Citas

  1. Era oriundo de España y tenía de oficio panadero que lo vendía al lomo de un burro por las calles de Santo Domingo.
  2. Ver Carlos Larrazábal Blanco. Familias dominicanas, tomo V, letras m, n y ñ. Santo Domingo, Editora del Caribe, C. Por, 1978, página 109.
  3. Sus padrinos de bautizos fueron: Francisca Macias Castaños y Agapito Lugo. Ver. Carlos Larrazábal Blanco, obra citada, página 109.